―¿Quieres? ―pregunta Osmar llevando un trozo de pastel a mi boca. Me avergüenzo que lo haga frente a Abi y Octavio, pero lo acepto, se perfectamente que lo hace para marcar territorio frente a mi antiguo pretendiente. ―Mejor me retiro ―Octavio se pone de pie sin ocultar su enojo― vendré otro día a visitarte ―continuo observándome. ―Esta bien que te retires ―responde Osmar― vete con cuidado y por favor no vuelvas ―habla tajante. ―No te preocupes por mi ―le respondió con una falsa sonrisa antes de retirarse. ▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬ ―¿Y que se siente estar a punto de casarse? ―pregunta curiosa Abi mientras almorzamos todos juntos. ―Pues la verdad no se si me siento diferente ―admito confusa― Osmar es muy dulce y bueno conmigo ―digo haciendo que el me observe sorprendido con una sonrisa― así que puedo ser yo misma ―termino dedicándole una sonrisa radiante. ―¡Que lindo es ver tan hermosa pareja! ―exclama mi padre emocionado― estoy impaciente porque llegue el día en que se unan en matrimo
De nuevo comienzo a sentir un dolor insoportable en todo mi cuerpo, tengo dificultad para respirar, además de comenzar a sentir que me estoy alejando de sentir la realidad, hasta que me encuentro dentro de uno de mis ya no tan recurrentes sueños, pero esta vez aparezco en un lugar diferente, pues ahora me encuentro en un lugar húmedo, lúgubre y sucio, esposada de manos a una de las paredes mientras las ratas corren chillando frente a mi. Esta vez intento controlar mi cuerpo pero es inútil, se mueve, pero no soy yo quien lo controla. Escucho pasos acercándose a mi, levanto la mirada encontrándome con la extraña mujer que apareció en uno de mis primeros sueños, Annabel creo que era su nombre. ―Al fin despierta la princesa ―habla con una sonrisa macabra mientras me dedica una mirada de odio. ―Sabes que Osmar vendrá por mi ―digo y me sorprendo de lo que sale de mi boca. ―Es hora de que te des cuenta que apenas estés muerta Osmar volverá a mis brazos ―dijo antes de salir del lugar. ―¡I
Logre despertarme gritando agitada con todas mis fuerzas, con mi cuerpo completamente tenso.―Morí... ―dije llorando cuando Osmar me abrazo tratando de calmarme.―No cariño ―me da suaves caricias― tu no estas muerta.Eso no era un sueño normal, eso tiene que ser lo que vivió Issabel, ella conoció a Osmar, además de que esa mujer la asesino.―¡No quiero morir! ―lloro desesperada mientras aun grito con todas mis fuerzas, podía sentir como cada vez Osmar me apegaba mas a el, sus brazos me sujetaban con fuerza, sentía como mis lágrimas corrían a mares por mi rostro cayendo sobre su torso desnudo. Sentía como mi interior se rompía al recordar como sentí morir, de solo recordar mis sollozos y gritos aumentan, el dolor es demasiado grande y estoy segura todos me escucharon.―Tranquila ―Osmar seguía acariciándome en sus brazos.―Lamento que hayas vivido eso, lamento que te haya sucedido eso por mi culpa, lamento que todo lo que te sucede sea tu culpa ―susurra mientras siento como comienza a l
Aun me siento desahuciada, siento los ojos cansados, pues el recuerdo de mi sueño vuelve a mi mente una y otra vez haciendo que mi interior se desgarre de dolor brusco, mientras el aun sigue abrazándome.―Osmar... ―susurre con voz ronca de tanto llorar, el se alejo un poco de mi sujetando mi rostro para observarme, pude ver nerviosismo en el.―Me preocupa que cuando lo sepas te alejes de mi ―hablo lentamente haciendo que retroceda un poco.―Necesito saber ―le ruego.―Tu moriste hace novecientos años ―soltó.―Yo... no estoy muerta ―replique confundida, Osmar sostuvo mis manos y me observo a los ojos, estábamos tan cerca que puedo sentir su aliento chocar contra mi rostro.―Tu eres una reencarnación, se que no es algo fácil de entender o creer... pero es así, tu moriste ―mas lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas sin poder evitarlo, comencé a sollozar porque no podía creer lo que estaba escuchando.―Nec
―¿Como es posible? ―pregunto apenas audible.―No lo se Evelyn, yo no espere que reencarnaras, cuando te vi hace muchos años aquí mismo en tu reino durante una reunión del consejo no lo podía creer ―soltó.―¿Lo supiste apenas me viste, por eso quisiste casarte conmigo? ―pregunte preocupada, me dolía que Osmar quisiera casarse conmigo por ser la reencarnación de su primer amor.―Te quise desde el momento que te vi porque nuestras almas se reconocen, nacimos para estar juntos, somos almas gemelas, porque tu alma y la de Issabel son las mismas, eso es reencarnar.Me asustaba todo lo que me estaba enterando en estos momentos, pues jamas espere que fuera algo así lo que me ocultaba Osmar, pero ahora entiendo como me sentí cuando llego aquí y se me acerco, ahora comienzo a entender muchas cosas como el en algún momento me dijo.―Yo creo que es suficiente por hoy de información, no debes agobiarte ―dice serio.―Solo por ahor
―Te veré en el altar ―dijo Osmar apenas despierto entre sus brazos como todas las mañanas.―¡Es loco lo rápido que llego el día! ―exclamo notando que llego el gran día.Una mezcla de emociones se remolino en mi interior, alegría, emoción, nervios y nostalgia, hoy me convertiría en la esposa del rey Osmar de Neruda, ahora seria reina junto a el, un gran cambio.―Debo irme de una vez ―Osmar me saca de mis pensamientos.―Lamento haberme perdido en mis pensamientos ―me disculpo por ignorar su presencia.―No hay problema ―sonríe dejando un tierno beso en mi frente― ¿tienes todo listo para nuestro viaje? ―cambia de tema.―Si ―recordé asustada que nuestra noche de bodas sera en su reino.―No te asustes, te amaran ―asegura.Tome aire con fuerza mientras cerraba los ojos fuertemente tratando de alejar todos los malos pensamientos.Me perdí el momento en el que Osmar salio de la habitación, me voltee
Abrí los ojos cuando Abi me autorizo hacerlo, deje salir un jadeo cuando me vi en el espejo, no podía dejar de observarme, estaba deslumbrante.La habitación estaba totalmente ocupada por todas mis cosas empacadas, podía verlas a través del espejo, pero a pesar del cambio que llevaría mi vida a partir de este momento, estaba encantada con todo lo que vendría en mi nueva vida de casada.―Estas hermosa ―susurre mi amiga acercándose a mi, a diferencia de como siempre, el día de hoy decidió no agobiarme para nada, pareciendo que no es mi amiga con la que crecí la que tengo frente a mi.Me asome por la ventana en mi habitación para observar el jardín que se veía hermosamente decorado y lleno de nuestros invitados, entre ellos podía ver vestido hermosamente a Osmar junto a mi padre, se veía muy emocionado.―Es hora ―dijo Abi llamando mi atención mientras abría la puerta de la habitación.Comencé a dirigir mis pasos hacia la salida con delic
Me sostenía con fuerza de Osmar tratando de no desplomarme, sentía que mi cuerpo me estaba jugando en contra, mientras mi corazón latía emocionado.―Todos los aquí presentes, reunidos hoy para unir al rey Osmar Tafalla de Neruda y a la princesa Evelyn Aragon de Cálpato en sagrado matrimonio― comienza el padre― ¿su alteza real de Neruda recibe usted a su majestad de Cálpato para ser su esposa, para vivir juntos en sagrado matrimonio y cuidarla, en salud y enfermedad, guardándole fidelidad, durante toda la eternidad?.―Si acepto ―responde sin dudar Osmar y no puedo evitar sonreír.―¿su majestad de Cálpato recibe usted a su alteza real de Neruda para ser su esposo, para vivir juntos en sagrado matrimonio, para amarlo, honrarlo, consolarlo y cuidarlo, en salud y enfermedad, guardándole fidelidad, durante toda la eternidad? ―esta vez el padre se dirige hacia mi.―Si acepto ―digo emocionada ocasionando una sonrisa inmediata en el hombre que sost