Derek.
Maldita perra. ¿Qué demonios hace en la ciudad? Zorra. La odio, y lo único que hago es temblar de furia. Isabella me mira sorprendida, pero permanece en silencio. Mis pasos son apresurados mientras nos dirigimos a mi auto. Le abro la puerta, y la cierro antes de entrar, y arrancar a toda velocidad. Aprieto con fuerza el volante respirando con dificultad.
Todavía recuerdo ese día... Ese día que la vi sobre el escritorio, y mi padre follándola.
Zorra.
—¿Derek?
—Lo siento por eso —digo —. Ella es...
—Tu ex, pude notarlo —Me interrumpe.
—No sé qué diablos hace aquí, Isabella. Pensé que se fue del país. No la he visto desde el año pasado.
—Tendrá sus motivos.
—No me interesan sus motivos, no quiero verla —afirmo —. Espero que mantenga sus distancias, o le irá muy mal.
Me mira con una pequeña sonri
Isabella.El señor Eric no deja de mirarme, y me siento nerviosa. Es como si hubiera visto un fantasma. Está pálido, y lo único que hace es decir "Ángela", ¿quién es Ángela?—Ella es Isabella, no Ángela —Derek también está muy confundido —. ¿Qué pasa, Eric?—Tú te pareces a mi Ángela, dime quién eres —El señor Eric toca mi hombro, y me estremezco —. ¿Quién eres, muchacha?Los invitados de Kelly están murmurando, y siento a mis mejillas arder por la vergüenza. Dios mío, este hombre me está confundiendo, y parece que le dará un paro cardiaco.—Disculpe, señor Spears, creo que me está confundiendo —musito nerviosa.Kelly se acerca ante la escena, y nos mira con curiosidad.—¿Qué pasa, Derek? —pregunta —. ¿Por qué Eric está pálido?—No lo sé, princesa, ve con tus invitados.Eric se nota tenso, se desata la corbata, y j
Isabella.Derek no ha dicho ni una sola palabra desde el transcurso del viaje. Sólo ha permanecido en silencio mientras conduce. Su rostro está serio, y aprieta con fuerza el volante. Presiento que ha sido mala idea ir juntos al médico. Él ahora sabe lo que está mal conmigo, y que existe la posibilidad de que muera.—Estás muy callado, Derek —susurro mirándolo.—Sólo estoy intentando procesar todo —dice sin mirarme.Mi estómago se aprieta con nudos.—¿Qué te ha dicho el médico?Sonríe tristemente.—Que todo estará bien, amor. Lo prometo —afirma —. Saldremos adelante juntos.Las lágrimas queman en mis ojos, y me concentro en mirar las calles pasar a través de la ventana para que no note mi dolor.—No quiero que cargues conmigo, Derek. No soy tu responsabilidad.El semáforo queda en rojo, y me sobresa
Derek.Mis sospechas son confirmadas cuando veo a Eric con la vieja bruja. Jamás esperé verlo aquí. Él está preguntándole por Ángela, y le ruego al cielo que sea lo que estoy pensando. ¿Existe la posibilidad de que sea padre de Isabella?—Todos ustedes perdieron la cabeza —Rosalie parece furiosa —. ¡Fuera de mi bar!—No nos iremos de aquí hasta que digas la verdad —bramo dando un paso cerca de ella. Javier siempre permanece detrás de mí —. Le arruinaste la vida a Isabella por un motivo.La bruja se ríe.—¿Le arruiné la vida? Le he dado techo, recogí a esa estúpida de las calles.—Tú la pusiste en las calles —gruño —. Ángela era tu amiga, y tuvo una hija hace diecinueve años. Murió días después por cáncer de hígado, y te dejó a cargo de su bebé. Confío en ti, y le fallaste.Rosalie palidece, y Eric me mira conmocionado.—Mientes —i
Isabella.Lo único que hago es gritar con todas mis fuerzas. Grito tan fuerte como mis pulmones me lo permiten.Bryan está sobre mí en la cama, tratando de romper mi ropa. Empiezo a forcejear con él, le muerdo, le rasguño, lo que sea para salvar mi integridad. No permitiré que él robe algo que es sólo mío, y de Derek. No lo permitiré.—¡AYUDA! -grito—. ¡Por favor!Y para mi alivio la puerta se abre bruscamente, y veo a Rosalie. Nunca me sentí tan aliviada ante su presencia. Parece furiosa cuando ve a Bryan sobre mí.—¿Qué está pasando aquí? — pregunta.Bryan gruñe furioso, y me da mi espacio.—Estamos ocupados aquí, fuera —gruñe.Aprovecho que está distraído, y le doy una patada en las pelotas.—Él quiso abusar de mí -No puedo dejar de temblar —. Quiso tomarme en contra de mi voluntad.Bryan sostien
Isabella.Si alguien me hubiera dicho hace mucho tiempo que esto sucedería, nunca lo habría creído. El hombre frente a mis ojos está diciéndome que es mi padre. ¿Cómo pudo cambiar mi vida tan drásticamente? Antes estaba sola, sin nadie en este mundo, pero ahora tengo a Derek, y un padre.—Sé que esto es difícil para ti —Habla el señor Spears, o mejor dicho mi padre —. Pero no estoy mintiéndote, Isabella.Mis ojos están ardiendo por las lágrimas retenidas, y un nudo se instala en mi garganta. Veo como rebusca algo en el bolsillo de su chaqueta, y luego me enseña una fotografía arrugada.—¿Ella es...? —balbuceo cuando veo la imagen.Eric asiente, y veo una sonrisa en sus labios.—Sí, es tu madre.Derek aprieta suavemente mi rodilla bajo la mesa, y juntos miramos la fotografía. En la imagen puede verse claramente una mujer, y está sonriendo. Su cabe
Derek.Está mirándome con esa misma cara de sinvergüenza. ¿Cómo se atreve a buscarme? La última vez que lo vi, le gritaba a mamá que ya no la amaba, y que sus hijos éramos sólo un estorbo en sus vidas.—¿Qué mierda haces aquí? —bramo hecho una furia —. ¿Te cansaste de gastar el dinero de mamá?Parece arrepentido, pero no le creo ni mierda.—Estoy pasando un mal momento, y pensé que tú podías echarme una mano.Javier se ríe a mi lado. ¿Escuché bien?, ¿este bastardo está hablando en serio?—Tú ya no eres mi padre —digo fríamente —. Desaparece de nuestras vidas, no te acerques a mí, mucho menos a Kelly.—¿Cómo te atreves a darme la espalda? ¡Soy tu padre!—Un padre que abandonó a sus hijos, se acostó con una mujer más joven, y le robó a su propia esposa. Vete al demonio.Aprieta sus manos en puños.—Te
Derek.—Puede besar a la novia.En el momento que escuchó esas palabras, me siento el hombre más afortunado del mundo. Isabella está llorando, y me sorprende saber que yo también. Amo a esta mujer, y estoy feliz de saber que estaremos juntos el resto que nos queda de vida.—Te amo mucho, señora Hall —sonrió limpiando la lagrima que se desliza por su mejilla.—Y yo a ti, señor Hall.Nuestros labios se encuentran en un beso apasionado, desesperado. Escucho a Javier gritar "hasta el fondo", pero lo ignoro, y me concentro en la boca de Isabella. Su sabor es adictivo, y me complace saber que estos labios voy a devorarlos todos los días.Cuando nos apartamos, estamos sin aliento, y veo los rostros sonrientes de nuestros familiares. Kelly se precipita hacia nosotros, y nos abraza con fuerza.—¡Estoy tan feliz por ustedes! —grita mi pequeña hermana —. Es
Derek.Los recuerdos de la noche anterior me hacen sonreír. Todavía no puedo creer que estoy casado con la mujer más maravillosa del mundo. Isabella ahora es mía, y estaremos juntos siempre. Tengo una familia, y cuando salga de esa cirugía, tendremos hijos, como siempre he deseado.—¿Señor Hall? —La voz de mi secretaria me saca de mis pensamientos.Miro a Anna, y arqueo una ceja mientras aparto mis ojos de los papeles que estoy firmando.—Dime, Anna.—En primer lugar, quería felicitarlo por su boda.—Gracias.—Por cierto, el detective Montero está aquí, y solicita verlo.Mi cuerpo se tensa por la confusión, y asiento.—¿Por qué un detective está en mi empresa?—No lo sé, señor Hall.Bufo.—Hazlo pasar.Anna asiente.—Con su permiso, señ