El pelo de Nikolas le hizo cosquillas , su suavidad era como la de un pelaje exótico. La nieve y el frío quedaron olvidados cuando sus brazos enredaron a su alrededor para atraerla más cerca de el. Las caderas de ambos se pegaron como queriendo iniciar el baile mas viejo de todos los tiempos. Él gruñó dentro de su boca, un sonido animal de necesidad. Apartándose de ella, miró profundamente dentro de sus ojos aquella quietud repentina que poseía se abatió sobre él. Pasaron algunos minutos mientras jadeaban sobre la cara del otro..
— Te deseo —Su voz fue un sonido gutural.— Yo...yo también te deseo —Admitió ella.— Entonces, te tomaré.Sus ojos resplandecieron con las palabras, se puso rápidamente en pie con ella asegurada en sus brazos. Él era muy, muy fuerte. Ella era como peso pluma entre sus fuertes brazos. Su corazón se aceleró con excitación. Veloz y seguro la llevó hasta la puerta de su casa de madera, abriendo la puerta con el pie, sin parar hasta que llegaron a la cama. Con tierno cuidado la dejó sobre sus pies delante de ésta. — Deberíamos quitarnos estas ropas mojadas. —Susurró él, luchando por controlar su urgencia de rugir su triunfo a la noche de que pronto seria completamente de el. Annett se apuro a quitar de su cuerpo el pesado abrigo, los guantes y las botas, dejo escapar una pequeña risa, sus manos . Sus dedos se movieron para desabotonar su camisa que horas antes el hombre le habia dado, pero de pronto las manos de Nikolas la detuvieron. Elevó los ojos para encontrarse con los suyos, que brillaban con una intensidad abrazadora haciendo que latemperatura de su cuerpo se elebara a grados insospechados.— Deja —dijo, mientras comenzaba a soltar boton por boton mientras le depositaba pequeños besos en sus hombros— permiteme este placer .— Sí —suspiró ella. Poco a poco las prendas fueron desapareciendo de su cuerpo, sus manos tan tiernas y gentiles que apenas podía sentir su toque, respetuosamente acarició cada trozo de piel que quedaba al descubierto. Sus halagadoras caricias jugando sobre su piel mientras podia ver el deseo hambriento en sus ojos. Cuando descubrió sus pechos, movió su boca para presionar un beso contra su pezón. La atrajo hacia él, inhaló profundamente sus instintos mantenían una lucha en su interior y su control resbaló por un desfiladero cuando cayó sobre ella . Su lengua y sus dientes lo acariciaron antes de que abriese más la boca y tomase dentro tanto de ella, se alimentó de ella con un hambre para soltarolo con un irregular gemido de sus abiertos labios, entoces se desplazo hacia el otro pezon para repetir la esquisita tortura mientras avivaba las llamas del deseo que la consumian.Ella sabía dulce y él resistió la repentina urgencia de morderla para marcarla como suya. Quería que ella nunca pudiera verse en el espejo sin verlo a él también. Era algo primitivo, una tentación, un deseo contra la que tenía que luchar por miedo a ahuyentarla. Con manos inestables le desabrochó los pantalones, bajándolos con infinito cuidado por sus caderas y muslos. Las manos de ella descansaron en sus hombros para sujetarse mientras terminaba de salir de su ropa, permaneciendo ahora desnuda ante él, como la había imaginado tantas veces las pasadas noches desde que la sustuvo en sus brazos por primera vez. Él se inclinó hacia delante y presionó un suave beso contra la suave turgencia de su estómago, incapaz de resistir el deseo de que formaran una nueva vida juntos. Ella contuvo la respiración, y él pudo oír su corazón martilleando en su pecho. Aspirando su fragancia profundamente, elevó una de sus piernas sobre sus hombros, con cuidado para mantenerla. Las manos de Annett se dispersaron por su pelo y sus ojos descendieron para encontrar los de Nikolas. Sabía lo que él quería hacer, pero ningún hombre se había ofrecido a hacer por ella una cosa así, provocando que ella temblara en los fuertes brazos del hombre. . — Quiero saborearte. —dijo con su sexy voz. Jugueteó sobre ella como el roce del terciopelo negro. Interpretando sus gemidos y suspiros como un sí, él la abrió con sus dedos y la lamió. Su lengua deambuló desde su abertura hasta su clítoris donde se demoró para presionarlo. La lamió repetidas veces, haciendo una pausa únicamente para succionar la carne de sus labios. Se demoró en su clítoris con calientes besos y lametones, sus labios, sus dientes, y su lengua la estaban volviendo loca. Ella gimió y se contorsionó, pero las manos de él eran firmes y la mantuvieron contra su hambrienta boca. Húmedos sonidos llenaron la habitación, avivando el deseo de ambos, apresurándolos a él. Nik gimió contra ella, y las vibraciones jugaron a lo largo de ella como un terremoto. Sus paredes vaginales se apretaron, y él pareció sentirlas. Lanzó pecaminosamente su larga lengua profundamente en su húmeda abertura y la empujó en ella como si fuese su pene. Dentro y fuera la penetró con sus dedos desasiendola con cada embestida su palpitante clítoris. Ella gimió mientras la sangre se apresuraba por su vagina, hinchándola aún más y llevándola muy cerca del orgasmo.— OH, Dios —jadeó.un poderoso orgasmo rompió sobre ella con la fuerza de una explosión. Ella se sonrojó de las mejillas hasta el pubis, su cuerpo ardiendo a punto de ebullición. Se le doblaron las rodillas, y habría caído si no fuera por su enorme fuerza que la sujetaba. Alzó la voz en un alto y entusiasta gemido. Los temblores la sacudieron por lo que le pareció una eternidad, oscureciéndosele la visión con su fuerza. El hombre sintió los temblores de su orgasmo encerrando su lengua como un apretado puño. Supo que mientras viviese nunca olvidaría su sabor. Su tacto y su olor, su mundo, su todo su mujer. Cuando su orgasmo disminuyó en pequeños y profundos temblores, bajó su pierna y se levantó. Permaneció quieto cerca de ella pero aun sin tocarla, sin decir nada, sólo mirándola a los ojos. Aquello la desestabilizó nunca nadie la habia tratado asi, como la cosa mas preciada que tenia. Annett podia ver los pequeños temblores que sacudian a Nikolas y el esfuerzo por abstenerse de saltar sobre ella. Una fuerte emoción de anticipación silbó a través de ella. Sus ojos ardieron en los de ella, y sus manos la tiraron con fuerza contra su duro cuerpo. — Saboréate. —gruñó y la besó. Fue un beso ardiente, de posesión, obsesión y reclamo.Sin saber cómo llegó allí, se encontró repentinamente bajo él en la cama mientras la besaba. Las manos de ella le recorrieron libre desesperadamente, jugueteando sobre sus tensos músculos, demorándose cuando gruñía o suspiraba por una caricia en particular. Él empujó para abrir sus piernas, manteniendo sus tobillos en sus grandes manos. Annett vio su miembro, listo y esperando por ella. Por un instante sintió una fuerte sensación de excitación y sorpresa al ver su longitud. Sería un encaje forzado, el estaba bien dotado. Observó como situaba contra su carne mojada y jadeó cuando comenzó a hundirse en ella. La estiró y la hizo arder, como si estuviese resbalando un hierro de marcar dentro de ella. La llenó más completamente de lo que nunca lo habían hecho. Cuando estuvo a medias enfundado en ella paró, y ella gimió.Él tenía la mandíbula apretada, sus ojos eran más intensos que nunca antes. — Ahora eres mía —juró.— No te detengas —imploró ella, sin vergüenza.— te necesito...— Dilo —exigió él— Di que eres mía.Pensando en los pasados días con él, supo que estaba comenzando a quererlo de verdad. ¿Pero podía prometerse a él? Sabía que si decía las palabras no habría vuelta atrás para ninguno de los dos. Jamás se entregaria completamente a este hombre.— Dilo —gruñó otra vez, retirándose de ella lentamente, haciéndola sentir privada y vacía.— Soy...soy tuya —su voz tembló.— Dilo otra vez.— Soy tuya. ¡Soy tuya! —prometió, sintiendo como si su alma se unieran de alguna forma a la de el, las palabras pronunciadas fueron como un voto que sello sus destinos.— Mía —suspiró él, obsequiándola con un dulce beso antes de empujar por completo dentro de ella.Ambos gimieron ante la exquisita sensación. Incapaces de esperar más, comenzaron a mecerse el uno contra el otro. Annett colocó sus piernas alrededor de sus caderas, enganchando sus tobillos al final de su espalda. Él empujó dentro con mas fuerza dandole lo que ella pedia inconsientemente. Pronto ambos estuvieron sudorosos por sus esfuerzos, el embriagador perfume a sexo flotaba en la habitacion, los sonidos de la cama eran claros, los gimiendos y jadeando, temblandos solo confirmaban la necesidad de saciarse que tenian el uno del otro. Un fuerte gruñido escapo del hombre mientras clavaba agudamente los dientes en su hombro, sus dientes sujetándola bajo él a medida que empujaba aún con mas fuerza cada embestida dentro de ella. Annett se quedó sin aliento por el dolor, pero despuesde la punsada inicial del dolor este se combirtio en una pasión que subió hasta un tono febril. Llegaron juntos, el cuerpo de la mujer se corcoveando bajo él, gritando en su salvaje éxtasis. El cuerpo de Nikolas salió del tenso interior del de ella mientras echaba hacia atrás su cabeza en un tronador rugido. El cuerpo de ella le exprimió su semilla, su vagina apretando su pene como si de una boca ávida se tratara.Nik se derrumbó sobre ella, su peso aplastándola en la cama. Le dio la bienvenida, aferrándole a ella mientras su corazón poco a poco iba tomando un ritmo normal. Antes de que el sueño la tomara completamente oyó un aullido en la noche y al hombre murmurando las palabras— La luna está creciendo, pronto tendre que contarte todo, solo espero que me comprendas y que permanescas a mi lado.Una semana más tarde...Una voz resonó en su oído— Te deseo otra vez. Ahora Ann se despertó de su agotado sueño mientras la gruesa verga de Nik la empujaba desde atrás— Lo hicimos cuatro veces anoche. Estoy cansada —protestó, aun cuando al mismo tiempo su cuerpo despertaba a la pasión que el apetito de él provocaba dentro de ella.Los dientes de él mordieron tiernamente la blanda carne entre su cuello y el hombro. Parecía disfrutar mordiéndola, y a ella ciertamente le gustaba también. Ella se humedeció aún más, y luego terminó por mojarse, mientras él le levantaba una pierna y la ponía por sobre sus caderas. Esto la abrió completamente para él, y la cabeza de su verga resbaló en ella.— Puedes descansar más tarde. Te necesito ahora, no puedo controlar lo que estoy sintiendo. Lucho constantemente con la necesidad... —Sus palabras fueron rudas como si luchase por controlarse. Sabía que ella probablemente estaba demasiado delicada luego de haber hecho tantas veces el amor
Ella se quedó sin aliento. No dolorida, como había esperado, pero sí envuelta en un éxtasis abrumador. Su sexo estaba absolutamente repleto el ángulo en el cual la penetraba lo ponía en contacto con todos los lugares secretos, placenteros y maravillosos en su interior.El placer y el dolor la mareaban, sus manos, su boca y sus dientes estaban en todos los lugares que podían alcanzar, su verga tan profundamente en su interior que ella sintió de pronto como si se hubiera dividido en dos. Un gemido agudo y animal sonó repetidas veces, y Annettse percató que el sonido salía de sus propios labios.— ¡Ooooh, Ooooooh, Dios, Sí No te detengas! Asi, sigue ...— gritó una y otra vez.— ¿Quién te posee, en corazón y alma? ¿Me perteneceras, te entregaras completamente a mi? —demandó él.— A ti, te pertenezco. ¡Sólo a ti! —juró ella, en medio de gritos desmadejados.Sus cuerpos chocaban audiblemente, el sudor cubriéndolos con un fino brillo. — Córrete para mí —ordenó él. — Ven, córr
La dejó durante varias horas, y al volver parecía salvaje y peligroso. Inmediatamente tomó su cuerpo como una bestia, enterrándose despiadadamente fuera y dentro de su sexo por muchas horas.La atracción entre ellos era muy fuerte, pero, debido a su extraño comportamiento durante los días anteriores ella comenzaba a sentirse, bueno… nerviosaEl sexo con él era cada vez mas salvaje, no era que no lo disfrutara prueba de ello era que había tenido tantos orgasmos que ya había perdido la cuenta, e Nikolas nunca parecía cansarse de provocárselos. Era como tener su propio dios del sexo disponible veinticuatro por veinticuatro. La había follado en cada orificio, su sexo, su boca, incluso su trasero, un lugar en el cual ella nunca había sido tocada pero él aún quería más y más de ella. En los pasados dos días raramente habían hablado. Habían estado demasiado ocupados follando hasta volverse locos. Annett lo amaba descubrir la magnitud de sus sentimientos la conmosiono durante unos
— Lo siento, pero no tengo palabras para decirte esto , ni se si para ti tendrá sentido. Nunca se lo he dicho a nadie, nunca he tenido que hacerlo. Mi gente rara vezinteractua con humanos, somos autodidactas y autosuficientes, por esa razon, los de mi clase tendemos a mantenernos aquí en el bosque, siempre lo hemos hecho. Eso no quiere decir que los de tu clase no sepan sobre nosotros pero solo conocen la fachada que se les han mostrado de un asentamiento de una comunidad autosustentable que vive de la energia renovable y ecologica. Ademas que cuando ha habido alguna acercamiento siempre los ancianos han asumido la tarea de interactuar con las visitas. Asi quesin mas rdeos te lo voy a decir porque si sigo no creo que sea capaz de decirlo. Annett no soy como tú, soy… distinto.— Hablas como un loco —exhaló ella. — Y me estás asustando.Él dijo una palabrota en ruso, recorriendo con una mano su oscuro pelo. — No poseo conocimientos suficientes del inglés para decirte lo que soy. Per
Los ojos de Annett estaban muy abiertos. La sensacion que sintio todo el rato desde que llego al bosque habia sido el todo el rato. — ¿Cómo puede ser eso? No es posible. Estoy asustada por ti, Nikolas. Te amo, pero esto… —la voz de ella se desvaneció como si cayese en la cuenta de la oscuridad que les rodeaba. Los ojos de Nikolas resplandecieron, como esmeraldas en las sombras—Me puedes mirar mientras cambio. —Su voz fue ruda y gutural. — Saldré después, a cazar con mi manada, pero estaré de vuelta al amanecer. Si consideras que no quieres verme otra vez, deja la puerta principal cerrada con llave y puedes irte. Enviaré alguien a buscarte y llevarte lejos de aquí. Te dejaré ir, pero te extrañaré. —Su voz se interrumpió, la tristeza traspasando cada palabra. — Te amo, eres mi complemento, quiero que nos des una oportunidad no solo a mi sino a mi lobo y a mimundo, es mucho por asimilar, pero recuerda que si decidees quedarte estare a tu lado en cada paso que demos juntos...
Pasó la noche escuchando el aullido distante de los lobos. Su mundo había cambiado para siempre. Estaba enamorada de un hombre lobo, emparejada con él, tal vez algun dia tendria a sus hijos, no sabia cuales serian las posibilidades de que sus bebes fueran como su papa pero estaba segura que le encantaria descubrirlo. Por siempre unida a él. Se imaginaba que la vida con Nikolas nunca sería aburrida, y se rió a través de las lágrimas que corrían por sus mejillas. Aunque había mucho más que discutir entre ellos, Annett estaba ansiosa por dar la bienvenida a su amante cuando volviese.Ella era suya, y él era de ella. En todos los aspectos… para siempre, se pertenecian el uno al otro. La desicion que su hombre le habia dejado estaba hecha, amarlo era algo que no pudo evitar y pasar su vida con el solo era parte del camino, estaba segura que seria en camino largo y maravilloso, tendrian sus altas y bajas como cualquier pareja pero al final del dia lo que importaba era cuanto se queria
Nikolas se movió contra ella, y Annett repentinamente se dio cuenta de su desnudez.. Enredó sus piernas alrededor de su espalda, haciéndolo gemir.— Te extrañé anoche, ya no puedo dormir si no estas junto a mi, no se que pasara cuando tengas que ir a correr con tu gente el mes que viene —murmuró ella.Nikolas dejó escapar un pequeño aullido y levantó su camisón con manos ásperas. — Haré un intento para no ser rudo, pero es así de duro al poco tiempo después de un cambio.— Se rudo. No me importa. —Sus palabras fueron veloces con su naciente excitación.Oír esas palabras pareció disolver el poco control que él había mantenido. Gruñó y sacó a tirones la ropa del cuerpo de Annett, haciéndola quedarse sin aliento. Su boca bajó con estrépito hacia la de ella, hambrienta y exigente. Ella sintió la raspadura de sus dientes y aceptó gustosa el beso.Las manos del hombre estaban por todas partes sobre ella, y su boca las siguió rápidamente. Su pelo, más largo después del cambio, cos
Tres semanas despues:Algo blando y cálido se apretaba contra la parte más despierta de su cuerpo. Abrió los ojos más y se preguntó si había muerto y había ido a ese lugar mágico donde los sueños se hacen realidad. Un le parecia un sueño el tener un hombre lobo por compañero, a Nikolas no le gustaba mucho que le dijera asi, pero esta era un apequeña broma privada para mi.Annett ya conocia a la madre y la hermana menor de su compañero, eran las personas mas dulces que podian existir en esta vida. Se sintio comoda desde el primer momento en que se vieron, luego entendio que era la magia que poseia Luisa su cuñada era una loba omega, estos eran raros por lo que eran muy apreciados en su comunidad. Basicamente Lulu era el apoyo emocional para todos una especie de psicologa en el mundo humano, era la persona encargada de la estabilidad emocional de su clan especialmente de los que aun no habian encontrado pareja.Hace apenas unas horas habian regresado de los Estados Unidos, habian ido a