Una semana más tarde...
Una voz resonó en su oído— Te deseo otra vez. Ahora Ann se despertó de su agotado sueño mientras la gruesa verga de Nik la empujaba desde atrás— Lo hicimos cuatro veces anoche. Estoy cansada —protestó, aun cuando al mismo tiempo su cuerpo despertaba a la pasión que el apetito de él provocaba dentro de ella.Los dientes de él mordieron tiernamente la blanda carne entre su cuello y el hombro. Parecía disfrutar mordiéndola, y a ella ciertamente le gustaba también. Ella se humedeció aún más, y luego terminó por mojarse, mientras él le levantaba una pierna y la ponía por sobre sus caderas. Esto la abrió completamente para él, y la cabeza de su verga resbaló en ella.— Puedes descansar más tarde. Te necesito ahora, no puedo controlar lo que estoy sintiendo. Lucho constantemente con la necesidad... —Sus palabras fueron rudas como si luchase por controlarse. Sabía que ella probablemente estaba demasiado delicada luego de haber hecho tantas veces el amor la noche anterior, pero su control se le iba escapando cada vez más, y no podría contenerse a sí mismo por más tiempo.La semana anterior habían pasado los días y noches el uno en los brazos del otro, explorandose y conociendose intimamente, contandose hasta el secreto mas pequeño. Ann le conto la razon por la que se encontraba en el bosque y Nikolas le prometio llevarla al lugar mas hermoso para dejar que su abuelo descansara. Annett nunca espero encontra a un hombre como Nikolas con la misma pasion y amor por la naturaleza. Cuando le conto a lo que se dedicaba vio como sus ojos brillaron de interes, le hizo preguntas de todo permitiendo que ella compartiera parte de su escencia. Y cuando el deseo los abrumaba se entregaban alimentadose el uno al otro como dos glotones. En cualquier momento en que ella se le acercaba, su verga se ponía dura como el mármol y su corazón corría a mil por hora. Él sabía que era lo mismo para ella, que estaba tan hambrienta y dispuesta a entregarse a él. Sus oscuros ojos llameaban y se calentaban en cualquier momento en que estaba junto a ella.Cuando no hacían el amor pasaban su tiempo hablando y aprendiendo el uno acerca del otro. Mientras más aprendía Nikolas acerca de Annett, más crecía su amor por ella. Amor, era una descripción demasiado pálida para la emoción que sentía por ella. Ella se preocupaba por las mismas cosas que él, le gustaba la misma música y compartían muchas de las mismas aficiones. Era inteligente, amable, y apasionada. Era su compañera, la mujer de sus sueños. Su pareja en todos los aspectos. Algunas veces encontraba difícil compartir con ella todos los secretos que había guardado durante toda su vida. Pero lentamente se los había ido revelando, preparándola para el conocimiento de lo que sabía que debía conocer (más que conocer, debía aceptar) para que pudieran estar realmente emparejados. No quedaba mucho más tiempo para introducirla en el conocimiento o en la aceptación, pero iba tanteándola con cada nueva revelación compartida entre ellos. El no era como otros hombres era un cambiante y esperaba que ella lo pudiese aceptar, y pudiese ser capaz de amarle por ello y no a pesar de ello.Al sentir su húmedo calor rodeando la cabeza de su verga, empujó en ella, deteniéndose en la entrada de su vagina. Trató de calmar su respiración, para enfriar su ardor, pero fue inútil. Ella era una tentación demasiado grande, y él pronto se encontró empujando dentro y fuera de ella, con firmes embistes.— ¿Te estoy lastimando, pequeña? —Le preguntó con su áspero acento ruso. Él dio un suspiro de alivio cuando ella le aseguró que no lo hacía. Gimió bajo él, y él no pudo detener un gruñido de satisfacción. Ivan se chupó el pulgar y el dedo índice, usando la humedad en su pezón, que se puso tan duro como un diamante bajo su atención.Empujó en su interior, sintiendo como su humedad los empapaba a ambos. Sabiendo que estaba próximo a su orgasmo, su mano se movió contra el pezón de ella y continuo descendiendo su mano más abajo, y encontró su empapado clítoris, y comenzó a masajearlo de la forma en que sabía que a ella más le gustaba. Sintió los pequeños y débiles temblores del clímax de ella y permitió que su control de hierro se hiciera trizas.Ann sentía su cuerpo inflamado de pasión y necesidad. No importaba cuán a menudo o cuán a fondo se amaran, todo se sentía totalmente novedoso y excitante cada vez. Gimió mientras su mano deambulaba sobre ella con un toque genial. La tocaba como si ella fuese un instrumento, sabiendo exactamente cuando presionar y cuando retirarse para hacer que sus nervios cantasen de placer.Su verga la llenó y la hizo estirarse. En los últimos días, se había sentido vacía y privada si él no estaba en su interior. Su cuerpo se sentía separado, como funcionando con piloto automático, únicamente feliz cuando estaban el uno en los brazos del otro. Ella no le podría haber negado ninguna cosa. Era tan atemorizante como mágico.Mientras sus dedos apretaban y masajeaban su clítoris, se corrió, apretando como con abrazaderas su verga mientras él bombeaba su semilla en su interior. Nikolas gritó, un sonido roto, desigual, que la conmocionó aun mientras ella gritaba al unísono.Después de algunos momentos sus respiraciones se habían calmado. — Duérmete, mi pequeña. Haré algo para que desayunemos —dijo dándole un beso en la oreja. Ella lo sintió levantarse de la cama y una idea la golpeó.— ¿No será otra vez carne de venado, verdad? No creo que mi estómago pueda soportar más carne de venado, no importa cómo la prepares —dijo con una sonrisa, recordando todos los platos diferentes que él había preparado con carne de venado como el ingrediente principal.Él le sonrió. — ¿Qué me dices acerca de liebre salvaje, entonces?— ¿Por qué todo debe ser carne? ¿Por qué no huevos o cereal? Demonios, comería harina de avena y yo detesto la harina de avena —se rió.— Los huevos no nos mantendrán por mucho tiempo, y no puedo tener pollos en la casa. Hay lobos, en caso de que no te hayas dado cuenta. — Su amplia sonrisa fue positivamente fiera. — Además, éste es el mejor tiempo del mes para cazar, justo antes de la luna llena. — Uh. Supongo que te has dado cuenta de que hablas como una mujer con Síndrome Premenstrual, te he oido mencionando las fases de la luna y tonterías a cada rato —se rió, pero él permaneció extrañamente quieto y silencioso. Ella lo ignoró, no gustándole la desagradable sospecha de que si intentaba explorar la cuestión con mayor profundidad sería como abrir la mítica caja de Pandora. — ¿Por qué no me das una sorpresa, entonces? —le preguntó con una gran sonrisa.— Creo que puedo ingeniármelas con eso —le dijo con una sonrisa tan amplia como la de ella, y se vistió con una bata gruesa que él dejaba para la cocina. Con una risa y un chillido propio de una chiquilla ella se escondió bajo los cobertores.— Otra vez, ella esta cambiando su ciclo se esta completando —murmuró él. Si ella no hubiese estado arrebujada en el nido formado por los brazos de él, junto a la ventana, entonces no lo habría oído.— Sabes, pareces un astrónomo — bromeó ella. — Me haces recordar a mi abuela ella tambien decia cosas parecidas...Él simplemente gruñó, su pecho vibrando bajo la oreja de ella, y Annettse acurrucó más apretada en su abrazo. Había recuperado la carne que había perdido, sus músculos firmes y abultados bajo ella, haciéndola sentirse segura y amada.— Es tan brillante, siempre nos llama es algo natural que nopodemos detener... —dijo él con voz monótona. La abrazaba fuertemente y ella casi podía sentir la energía contenida emanando de él en ondas.— Será luna llena en un par de días —ella estuvo de acuerdo, preocupada por razones que no quería sondear.— Una luna llena —Él se demoró sobre la segunda palabra de modo que al fin sonó como " luuuuna"Un solitario aullido rompió la quietud de la noche. Ella se estremeció.La mano de Nikolas le hizo levantar la barbilla, dejándola con el rostro vuelto hacia la luz de luna. Él se había quedado tan quieto, de esa extraña forma suya, ojos fundiéndose con los de ella. Podía ver sus pupilas ampliándose y cerrándose una y otra vez, repetidas veces, como una lente de telescopio. Sus ojos estaban encendidos con un extraño fuego interior.Él respiró profundamente, como si estuviese impregnando sus pulmones profundamente con el perfume de la esencia de ella. Las ventanas de su nariz aleteando, sus ojos destellando, parecía más animal que hombre. Aquello la enervó, pero pese a ello su corazón comenzó a agitarse con energía debido a la excitación. Nik era el hombre más peligroso y atractivo que alguna vez había conocido, y ella lo amaba. Él la conmocionaba, la hacía sentir cosas maravillosas. No podía imaginar cómo había podido vivir alguna vez sin él en su vida.Lo deseaba. Repetidamente, desesperadamente, tenía que tenerlo.Recostándose contra él, Annette presionó sus labios contra los suyos, y lo oyó emitir un sonido que mas pareció un quejido antes de apretarla contra él. Se volvió salvaje, desgarrando sus ropas y gruñendo con la misma hambre desesperada que ella sentía. Con asombrosa fuerza los levantó a ambos de la silla en la cual habían estado abrazados para ponerla junto a la ventana. La hizo girar de espaldas a él, poniéndose detrás de ella y quitando rápidamente el resto de su ropa. Ella se quedó de pie allí, bajo la luz de la luna, sintiendo una lujuria bestial que la envolvía. Nik mordió su cuello, tentandola cada vez mas con cada uno de sus mordiscos, haciendo que los gemidos fueran cada vez mayor a medida que el profundisaba de apoco en la fuerza que ejercia en cada uno de ellos. Con manos ásperas la jaló hacia atrás, contra él, y ella sintió su carne desnuda presionando apretadamente contra ella.La piel de Nikolas se calentó, ardiendo detrás de ella como un fuego rugiente. La inclinó hacia delante y empujó completamente dentro de ella, sus pelotas chocando contra ella mientras se deslizaba en su interior.— Se suave — le urgió mientras se sentía a sí misma totalmente henchida con la longitud de él. Él estaba tan grande aquella noche, más grande de lo que nunca antes le había visto.— No puedo —dijo él ásperamente. Su voz era gutural y ruda. — No ahora. Dime si te estoy lastimando... —Gimiendo, se empujó aún más fuerte contra ella.Ella se quedó sin aliento. No dolorida, como había esperado, pero sí envuelta en un éxtasis abrumador. Su sexo estaba absolutamente repleto el ángulo en el cual la penetraba lo ponía en contacto con todos los lugares secretos, placenteros y maravillosos en su interior.El placer y el dolor la mareaban, sus manos, su boca y sus dientes estaban en todos los lugares que podían alcanzar, su verga tan profundamente en su interior que ella sintió de pronto como si se hubiera dividido en dos. Un gemido agudo y animal sonó repetidas veces, y Annettse percató que el sonido salía de sus propios labios.— ¡Ooooh, Ooooooh, Dios, Sí No te detengas! Asi, sigue ...— gritó una y otra vez.— ¿Quién te posee, en corazón y alma? ¿Me perteneceras, te entregaras completamente a mi? —demandó él.— A ti, te pertenezco. ¡Sólo a ti! —juró ella, en medio de gritos desmadejados.Sus cuerpos chocaban audiblemente, el sudor cubriéndolos con un fino brillo. — Córrete para mí —ordenó él. — Ven, córr
La dejó durante varias horas, y al volver parecía salvaje y peligroso. Inmediatamente tomó su cuerpo como una bestia, enterrándose despiadadamente fuera y dentro de su sexo por muchas horas.La atracción entre ellos era muy fuerte, pero, debido a su extraño comportamiento durante los días anteriores ella comenzaba a sentirse, bueno… nerviosaEl sexo con él era cada vez mas salvaje, no era que no lo disfrutara prueba de ello era que había tenido tantos orgasmos que ya había perdido la cuenta, e Nikolas nunca parecía cansarse de provocárselos. Era como tener su propio dios del sexo disponible veinticuatro por veinticuatro. La había follado en cada orificio, su sexo, su boca, incluso su trasero, un lugar en el cual ella nunca había sido tocada pero él aún quería más y más de ella. En los pasados dos días raramente habían hablado. Habían estado demasiado ocupados follando hasta volverse locos. Annett lo amaba descubrir la magnitud de sus sentimientos la conmosiono durante unos
— Lo siento, pero no tengo palabras para decirte esto , ni se si para ti tendrá sentido. Nunca se lo he dicho a nadie, nunca he tenido que hacerlo. Mi gente rara vezinteractua con humanos, somos autodidactas y autosuficientes, por esa razon, los de mi clase tendemos a mantenernos aquí en el bosque, siempre lo hemos hecho. Eso no quiere decir que los de tu clase no sepan sobre nosotros pero solo conocen la fachada que se les han mostrado de un asentamiento de una comunidad autosustentable que vive de la energia renovable y ecologica. Ademas que cuando ha habido alguna acercamiento siempre los ancianos han asumido la tarea de interactuar con las visitas. Asi quesin mas rdeos te lo voy a decir porque si sigo no creo que sea capaz de decirlo. Annett no soy como tú, soy… distinto.— Hablas como un loco —exhaló ella. — Y me estás asustando.Él dijo una palabrota en ruso, recorriendo con una mano su oscuro pelo. — No poseo conocimientos suficientes del inglés para decirte lo que soy. Per
Los ojos de Annett estaban muy abiertos. La sensacion que sintio todo el rato desde que llego al bosque habia sido el todo el rato. — ¿Cómo puede ser eso? No es posible. Estoy asustada por ti, Nikolas. Te amo, pero esto… —la voz de ella se desvaneció como si cayese en la cuenta de la oscuridad que les rodeaba. Los ojos de Nikolas resplandecieron, como esmeraldas en las sombras—Me puedes mirar mientras cambio. —Su voz fue ruda y gutural. — Saldré después, a cazar con mi manada, pero estaré de vuelta al amanecer. Si consideras que no quieres verme otra vez, deja la puerta principal cerrada con llave y puedes irte. Enviaré alguien a buscarte y llevarte lejos de aquí. Te dejaré ir, pero te extrañaré. —Su voz se interrumpió, la tristeza traspasando cada palabra. — Te amo, eres mi complemento, quiero que nos des una oportunidad no solo a mi sino a mi lobo y a mimundo, es mucho por asimilar, pero recuerda que si decidees quedarte estare a tu lado en cada paso que demos juntos...
Pasó la noche escuchando el aullido distante de los lobos. Su mundo había cambiado para siempre. Estaba enamorada de un hombre lobo, emparejada con él, tal vez algun dia tendria a sus hijos, no sabia cuales serian las posibilidades de que sus bebes fueran como su papa pero estaba segura que le encantaria descubrirlo. Por siempre unida a él. Se imaginaba que la vida con Nikolas nunca sería aburrida, y se rió a través de las lágrimas que corrían por sus mejillas. Aunque había mucho más que discutir entre ellos, Annett estaba ansiosa por dar la bienvenida a su amante cuando volviese.Ella era suya, y él era de ella. En todos los aspectos… para siempre, se pertenecian el uno al otro. La desicion que su hombre le habia dejado estaba hecha, amarlo era algo que no pudo evitar y pasar su vida con el solo era parte del camino, estaba segura que seria en camino largo y maravilloso, tendrian sus altas y bajas como cualquier pareja pero al final del dia lo que importaba era cuanto se queria
Nikolas se movió contra ella, y Annett repentinamente se dio cuenta de su desnudez.. Enredó sus piernas alrededor de su espalda, haciéndolo gemir.— Te extrañé anoche, ya no puedo dormir si no estas junto a mi, no se que pasara cuando tengas que ir a correr con tu gente el mes que viene —murmuró ella.Nikolas dejó escapar un pequeño aullido y levantó su camisón con manos ásperas. — Haré un intento para no ser rudo, pero es así de duro al poco tiempo después de un cambio.— Se rudo. No me importa. —Sus palabras fueron veloces con su naciente excitación.Oír esas palabras pareció disolver el poco control que él había mantenido. Gruñó y sacó a tirones la ropa del cuerpo de Annett, haciéndola quedarse sin aliento. Su boca bajó con estrépito hacia la de ella, hambrienta y exigente. Ella sintió la raspadura de sus dientes y aceptó gustosa el beso.Las manos del hombre estaban por todas partes sobre ella, y su boca las siguió rápidamente. Su pelo, más largo después del cambio, cos
Tres semanas despues:Algo blando y cálido se apretaba contra la parte más despierta de su cuerpo. Abrió los ojos más y se preguntó si había muerto y había ido a ese lugar mágico donde los sueños se hacen realidad. Un le parecia un sueño el tener un hombre lobo por compañero, a Nikolas no le gustaba mucho que le dijera asi, pero esta era un apequeña broma privada para mi.Annett ya conocia a la madre y la hermana menor de su compañero, eran las personas mas dulces que podian existir en esta vida. Se sintio comoda desde el primer momento en que se vieron, luego entendio que era la magia que poseia Luisa su cuñada era una loba omega, estos eran raros por lo que eran muy apreciados en su comunidad. Basicamente Lulu era el apoyo emocional para todos una especie de psicologa en el mundo humano, era la persona encargada de la estabilidad emocional de su clan especialmente de los que aun no habian encontrado pareja.Hace apenas unas horas habian regresado de los Estados Unidos, habian ido a
Annett temblaba de excitación, pero quería aprovechar la oportunidad para controlar el placer de Nikolas, para estirarlo hasta que los dos lo perdieran por completo. Un buen plan si conseguía aguantar el tiempo suficiente. Se situó detrás de él y lo apretó contra sí, sintiendo su trasero duro y firme. El deseo la atenazó, concentrándose en su bajo vientre. Pasaron un momento así, piel contra piel, sintiendo la cascada de agua caliente que caía sobre ellos.—Esta sensación es demasiado fantástica para desperdiciarla en una ducha — comentó él con voz profunda. Se dio media vuelta—. Voy a cerrar el agua.Ella no discutió. Olvidaría su plan. Al fin y al cabo, había estado lista para él antes de la ducha. Lo deseaba más que nunca; por fin podía admitir que lo amaba.—¿Seguro que estás bastante limpio? —preguntó ella, paseando las manos por su cuerpo, burlona.—Cariño, si me enjabono más, patinaré en la cama —puso una toalla grande sobre los dos y maniobró hasta conducir los dos cuerpos emp