Leslie había pasado año viejo trabajando y el día de su cumpleaños durmiendo casi durante todo el día, estaba de nuevo deprimida, un año más de vida, pero un año más de la muerte de su madre, se había venido deprimiendo desde días antes, pero en particular era el día 29 (fecha en que murió su madre) y el 1 de enero día de su onomástico cuando su pena y dolor crecían dentro de su alma, sintiéndose completamente sola en el mundo.
La señora Funez se había ido a una de las casas de sus hijas a pasar el año, así que no le serviría deliciosos platos de comida al día siguiente, ni tampoco vería lo triste y melancólica que estaba, cuando se sentía de esa manera no salía de la cama y le daba por pellizcarse fuertemente en los brazos o en los muslos, provocándose moretones que nadie veía solo ella, pero era una manera de sentir alivio.Sus compañeros de trabajo la tenían por una persona anormal y antisocial, se habían dado cuenta de que no le gustaba estar rodeada de dEl tiempo siguió pasando y Leslie seguía siendo un ave nocturna, se había acostumbrado a siempre trabajar de noche, a dormir durante el día, a no tener días de festividad, ni de festejar su cumpleaños, todos los días eran los mismos para ella, uno igual a otro, habían pasado ya seis años y Leslie aún seguía viviendo en ese sótano y la señora Funez solo le había subido el precio a la renta por los servicios de agua, luz y gas, seguían siendo ellas dos en esa casa, solo que más mayores, sobre todo Funez que ahora hacía uso de un bastón para apoyarse y poder caminar.Leslie ahora tenía una televisión y un pequeño refrigerador para guardar sus comestibles, estaba un poco más estable y se había acostumbrado a doblar turnos casi del diario, para así dormir extremadamente agotada y no desear nada más que dormir y sentir como el cuerpo sentía ese dolor del cansancio, era para Leslie una especie de droga y de autoflagelación y una manera de evitar tomar más pastillas para la ansiedad.
Gretel se encontraba en otra cama junto a la de Fara, que la miraba aparentemente relajada inconsciente de todo a su alrededor, sonrió al verla de esa manera tan frágil, la amaba desde el día en que la miró a través de una revista y su amor platónico se convirtió en verdadero cuando la tuvo de frente, cuando la conoció en persona y descubrió el maravilloso ser que era Gretel, pero su momento de intimidad con su esposa se rompió cuando su familia entro junto a Antonella que no sabía para donde ir, si acercarse a Gretel o bien hacia dónde estaba Fara dándole pecho a la pequeña Sofía, pero Antonella eligió a la más pequeña, causando risa muda entre los presentes.-Dijeron que solo se desmayo – les aclaro Antonella a todos al darse cuenta de sus risas disimuladas.-Mi pobre Gretel – dijo Fara mirándola, dedicándole una sonrisa llena de afecto – estuvo ansiosa y preocupada, no se separó de mí ni un instante.-Pero nosotros queremos ver a esta pequeña hermosura – dijo Antonella.<
-¿Las señoras Gallur Sandino? – pregunto el doctor llegando hasta ellas.-Si, si. Somos nosotras – respondieron Fara y Gretel al unísono.-¿Cómo está mi pequeña? – pregunto Gretel.-Le seré sincero, es grave – y al decir esto Fara se hecho a llorar otra vez y se abrazo a Gretel, que trató de permanecer lo más serena posible para escuchar al médico.-¿Cuál es el problema? – continúo preguntando Gretel.-Es un problema congénito en el corazón, sufrió una arritmia ventricular debido al esfuerzo físico realizado. Estaba jugando con ustedes cuando ocurrió ¿no es así?-Si, teníamos ya un buen rato jugando cuando de repente cayó al suelo – respondió Gretel, Fara no podía hablar – ¿Por qué le pasó esto?-Su hija nació con una anomalía. Lo que pasa es lo siguiente – explico él – cuando los grandes vasos aumentan de tamaño, comprimen la arteria coronaria anómala, provocando lo que acaba de pasar con su hija.-Fue por ¿jugar?-Si, las personas con este padecimiento n
Tras aquel susto, Sofía y sus madres volvieron al apartamento luego de dos semanas en la clínica, se sintieron felices de volver a su hogar con su hija, pero en algún momento de desesperación, Fara dijo a Gretel que quizás Dios las estaba castigando por haber concebido una hija de una manera diferente a la tradicional, sin embargo Gretel la tranquilizó diciéndole que si a Dios le molestaran las personas gays y todas aquellas de distintas preferencias, no las hubiera creado.-No dice la biblia que todo lo creó Dios ¿Por qué debes de sentirte culpable de tu orientación?-Quizás nos está castigando por medio de nuestra hija – continúo diciendo.-No Fara, no es eso. Solo pasó.-¿Por qué nosotras? – se preguntó abrazándose a Gretel.-Supongo que hubiera sido cruel en alguien sin recursos.Sofía recibió toda las atenciones de sus madres, que se desvivieron por cuidarla, casi se volvían locas cuando ella trataba de hacer cosas que anteriormente hacía antes de ser interven
Leslie estaba esperando sus empanadas de carne molida, hacía mucho que no comía unas, su abuela era quien las preparaba, pero tras su muerte, Leslie había dejado de comerlas y de intentar hacerlas, sin embargo aquella tarde le fue imposible que el olor a fritura no le tentara a comerlas, espero varios minutos a qué estuviera su orden y cuando al fin se las entregaron, Leslie vio acercarse a dos mujeres con una niña cogidas de la mano, a ojos de Leslie ese no era el tipo de mujeres que solía concurrir por ese tipo de lugares, de igual manera Leslie se aparto de su camino al pensar que ellas se dirigían a pedir, pero las mujeres se detuvieron justo delante de ella y la miraron de pies a cabeza con tal descaro que Leslie se ruborizo enseguida y quiso escapar de ellas, más no pudo porque Gretel le sujeto del brazo.-¡Espera! – la detuvo Gretel para que no huyera.-Perdón por molestarte – está vez le hablo Fara con suavidad a Leslie que parecía estar asustada.A Fara le ma
Pero antes de que Leslie tuviera tiempo de responder, le dejó caer cera caliente por el abdomen, Leslie dio un respingo y gimió por lo bajo al sentir el líquido derramado sobre ella y cuando la cera se enfrió, dos pares de manos retiraron la ahora cera cuajada y fría, su piel estaba tan sensible que el más mínimo roce la hizo estremecer, Gretel y Fara le acariciaron con sus dos manos con lentitud, una mano tras otra.-Ves – dijo Gretel – ¿acaso no se siente bien?-Si – respondió en voz baja.De pronto Leslie se vio de a poco rociada de pringas de cera, casi todo su cuerpo fue bañado y lo peor era que no podía moverse, ni tocar a ninguna de las dos, solo se dedicaba a recibir castigos y caricias, Leslie se dio cuenta que era ahora un pedazo de carne sensible, deseoso de que esas dos mujeres se dieran prisa en apagar el fuego que crecía cada vez más entre sus piernas.-¡Oh! ¡vaya! – exclamó Fara cuando su mano llego al sexo de Leslie – alguien está muy excitada – dijo reco
Leslie la miro en silencio, no podía creer lo que escuchaba ¿Por qué dos mujeres como ellas le hacían una propuesta como aquella? Se preguntó, si ella no poseía nada, ni les creía eso de que fuera hermosa, seguramente ellas solo la querían para el mercado de trata de personas ¿porqué alguien tan de repente se acercaría para cambiarle la vida como en un cuento de hadas? En el fondo debía de haber algo turbio, no todas las personas son lo que aparentan ser.-¿Por qué están ofreciéndome esto? – pregunto Leslie, tras un largo rato observándolas.-Entiendo que seas desconfiada, yo también lo estaría – dijo Gretel con tranquilidad – pero no debes de desconfiar de nosotras, lo que te estamos proponiendo es real y serio, ambas a demás de ser modelos, tenemos una agencia en la cuál reclutamos modelos, personas como tú, que no necesariamente tuvo que crecer en este ámbito.-Si desconfías – intervino Fara – puedes investigar sobre nosotras – le entrego una tarjeta de presentación con
Leslie se sentía feliz aquella mañana, parecía que su vida comenzaba a tomar un rumbo diferente después de tantos años. Pedir su renuncia no fue algo difícil ni complicado, después de un breve papeleo solo debía esperar a que le dieran un pequeño finiquito, una vez fuera de la fábrica se dirigió a la dirección que Fara y Gretel le habían dado, pero al irse acercando al lugar citado se dio cuenta de que en vez de dirigirse a un edificio, estaba entrando a una zona de casas y mansiones enormes, cuándo dio con la que le indicaron, algo tímida llegó a la enorme y detallada puerta de la gran casona, alzando la vista busco el timbre y tras encontrarlo toco, esperando pacientemente a que le abrieran y como supuso, no le abrió ni Gretel ni Fara, sino una empleada de la casa.-Buen día – saludo Leslie.-Buen día ¿en qué puedo ayudarle señorita?-Estoy aquí porque me han citado las señoras Fara y Gretel.-¿Usted es Leslie Pena?-Si, así es.-Pase.La mujer la hizo p