Me dolían los pies de andar con las zapatillas de andar por casa, por el asfalto de la carretera, y tenía frío. La calle estaba desierta, y lucía espeluznante, tan sólo iluminada por las farolas de la calle, el viento movía los árboles de forma espeluznante.
Podía escuchar unos pasos acercándose cada vez más, haciendo que mi corazón palpitase asustado. No quería morir tan joven, sin haber hecho la cantidad de cosas que aún me quedaban por hacer. No quería que un asesino en serie me descuartizara y …
Una mano tocó mi hombro, haciendo que gritase asustada y mirase hacia mi agresor, volviendo a recuperar la compostura al darme cuenta de que era el idiota de Joel.
Joel.Miré hacia la puerta de casa, sabiendo que al entrar estaría completamente sólo, pues Luis se había ido a pasar la noche a casa de Cristi al haber metido sobre que tenía una guardia.No podía dejar de pensar en ella, en Alicia. La había perdido, había perdido lo más real que había tenido en mucho tiempo, lo único que me devolvía las ganas de vivir, que me hacía encontrarle un sentido a mi vida, lo único que …Golpeé la puerta de la casa con fuerza, justo después de entrar por ella, incapaz de creer que todo hubiese acabado, no podía ser verdad, ella no podría simplemente haberme dejado, no después de haberle confesado lo que sentía por ella. No después de haber echado a un lado que se hubiese acostado con dos tipos, no después de haberle hecho el amor de
Alicia.Lloraba en silencio, limpiando mis lágrimas cada vez que las sentía caer de mis ojos, incapaz de comprender por qué dolía tanto, pues había sido yo la que había decidido no continuar con aquello después de escucharle admitir que estaba enamorado de mí. Seguramente serían las hormonas, estaba a punto de ponerme con la regla, y era algo normal estar algo sensible en aquellos momentos.El timbre de la puerta sonó, en aquella noche, donde me encontraba sola en casa, pues como de costumbre, mi madre había salido a cenar con Óscar.Alicia… - comenzó Pablo, al ver mi rostro bañado en lágrimas, y el maquillaje arruinado - ¿qué ha…?Le abracé con fuerza, y dejé escapar mi dolor, si ni siquiera preguntar qué hacía allí, sin ni siquiera
Un lejano pitido irrumpió en escena, un horrible sonido que se intensificaba más y más a cada segundo que pasaba.Me aferraba a aquella escena con uñas y dientes, a nuestro reencuentro, a nuestro beso de reconciliación. Pero una parte de mí sabía que era lo que estaba sucediendo, una parte de mí quería despertar y apagar el despertador que ya estaba empezando a agobiarme, una parte de mí estaba segura de que todo aquello no era más que un sueño.Abrí los ojos, de mala gana, agarrando el despertador con desgana, apagándolo cansada, para luego volverme hacia el otro lado, totalmente destrozada, porque había ansiado con toda mi alma que aquel sueño fuese real, que él volviese a mí, que él…Todo había terminado entre nosotros, y tenía que hacerme a la idea de ello, eso era todo.Me levant&eacut
Detuvo sus besos, chocando su frente con la mía, con la respiración agitada, intentando pensar con claridad que era lo que estábamos haciendo, mientras yo me obligaba a mí misma a mantener los ojos cerrados, aterrada que al abrirlos todo aquello no fuese más que un sueño.No te vayas – rogué, haciendo que él apretase mis caderas con las suyas, haciéndome abrir los ojos para mirarme – quédateNo quiero sólo acostarme contigo y que al terminar vuelvas a dejarme, Alicia – me explicaba, intentando hacerme comprender cuan le dolía todo aquello – lo que necesito de ti es mucho más que esto.Joel – insistí, mientras volvía a abalanzarme sobre sus labios, besándolos con aquella necesidad que irradiaba de mi cuerpo, agarrándome a sus homb
Todo había vuelto a su cauce, al fin estábamos juntos, aunque aún no lo habíamos hecho público. Creo que ambos teníamos miedo de la reacción de su hermano.Pronto debía empezar la universidad, quizás por eso estábamos aprovechando el tiempo libre que ambos teníamos para estar juntos.Como aquel día, que le esperaba en la puerta del hospital, pues acababa de terminar su turno y quería darle una sorpresa. Salió cansado mirando el móvil sin apenas darse cuenta de nada más.Me acerqué a él, con una enorme sonrisa en el rostro y me detuve frente a él, obligándolo a levantar la cabeza para mirar a la persona que no le dejaba seguir adelante, y entonces su ánimo cambió, dedicándome una gran sonrisa.Hey – me saludó, al mismo tiempo que yo me abalanzaba sobre
Cuando desperté al día siguiente estaba abrazada a él, y me había olvidado de todo, ni siquiera me acordaba de que tenía que ir al estudio. Tan sólo quería seguir allí, permanecer a su lado y disfrutar de su compañía un poco más.Acerqué mi nariz a su espalda e inhalé su embriagante perfume, era un olor a suave, un olor que sólo estaba en él, su olor era realmente increíble, y me hacía sonreír feliz como una colegiala. Tan sólo pensar en levantarme junto a él por el resto de mi vida ya me hacía feliz. Era la primera vez en mi vida en la que, realmente, me veía formando una familia con alguien, teniendo un futuro real. Aunque, estaba claro que aún quedaba mucho para eso.La alarma sonó, haciendo que él gruñese, molesto, alargando la mano, sin abrir los ojos siquie
Joel.Empecé la universidad esa semana, las clases eran de lo más interesantes y entretenidas, cosa que me sorprendió bastante. Echaba de menos la universidad más de lo que había pensado en un principio, y me hice con el campus en menos de dos semanas.Ella se marchó de gira y estuvo casi tan ocupada como yo, por lo que fue difícil que hablásemos, aunque eso no impedía que le diese los buenos días todas las mañanas, la saludase al medio día y la despidiese antes de irme a dormir. Quería saber todo de ella, quería que al menos estuviésemos en contacto por mensajería, pero era difícil para ambos, sobre todo después de haber pasado una semana tan de ensueño como la que habíamos pasado. La extrañaba cada día. Y había veces que ni siquiera me hablaba al despertar o al irs
Las semanas pasaron, los shows eran cada vez más agotadores, y yo me sentía cada vez más cansada, sobre todo porque hacía bastante que no hablaba con Joel, él me llamaba a diario, aunque yo nunca lo cogiese, y me hablaba a diario también, pero yo siempre contestaba que estaba ocupada, nada más lejos de la realidad, pero, aun así, aún estaba huyendo de la responsabilidad de tener que decirle que estaba embarazada. No era una noticia que pudiese decirse sin más, y menos a él, menos después de todo lo que había pasado entre nosotros.Esa noche, justo después de llegar al hotel, decidí coger su llamada cuando la hizo, estaba tan cansada, tan triste, y le echaba tanto de menos, que me fue imposible volver a desviarla.¿Cómo te fue el día? – preguntó entusiasmado al escuchar mi voz – yo tuve un d&ia