Capitulo 25 MichaelMichael se levantó del escritorio y contempló la ciudad. La vista era espectacular y como siempre esta vista me anima mi espíritu así que, durante unos instantes me quedó contemplándola. Apenas volteo la cabeza cuando siento entrar a Valeria Rivas, mi asistente. Viene a recordarme varios asuntos pendientes en el día de hoy.Ella se acerca y la escucho decir —Señor Dubois, necesito hacerle una pregunta—Sí, dígame—la observo un poco nerviosa, algo muy raro en ella, conocida por su frialdad para tratar todos los asuntos de la oficina—A usted le molesta de alguna manera mi amistad con la Señora MargaretMe quedo pensativo y le respondo — Si mal no recuerdo, yo fui el que insistió en que acudiera al almuerzo recién llegados los Collins— le digo— y ya conozco a Margaret Collins, sé lo insistente que es, e imagino que no ha podido ignorarla, como yo tampoco lo he podido hacer, así que no me molesta para nada.—Es una mujer muy amable, no me atrevería a hacerle un de
Capítulo 26 ValeriaEsta mañana, Valeria estaba muy preocupada, había dejado a Sofí con malestar y Rosalía se había sentido mal durante la noche, casi tenía ganas de no ir a trabajar, pero necesitaba su empleo, era su único medio de ingresos. Se marchó con esa inquietud y pensaba trabajar solo medio día.Al llegar al trabajo llamo a casa, y atendió su mamá, al escuchar su voz se sintió más tranquila.–Hola hija, ¿Ya llegaste a tu trabajo?—Si mami ¿Cómo te sientes? Y Sofí ¿cómo está?–Estamos bien, hija, ya desayunamos y Sofí está acostada, es un resfriado—¡Y tu malestar!—Es un dolor en todo el cuerpo, yo creo que es por la edad—No se mamá, quizás te has esforzado mucho, has cocinado y te has puesto a hacer los postres, ya entregue lo que teníamos pendiente esta semana mamá, y no voy a aceptar pedidos en estas dos semanas.—Estoy bien hija, no quiero que te preocupes, ya ponte a trabajar y tranquila—Te quiero, mami, y nada de salir con la Señora Margaret—Te quiero hija y ya deja d
Capítulo 27 Michael Estaba lloviendo. Habían tenido días más frescos en este caluroso verano y hoy amanece lloviendo. Era una lluvia continua, pesadísima. Mi irritación continuaba mientras salía del coche con un paraguas para entrar en el edificio de la empresa, intentando no mojarme el caro traje italiano. Hoy decidí conducir yo mismo, no estoy de humor para chofer y guardaespaldas, vienen en el otro automóvil, con mi humor la mayor parte de mis empleados me quieren lejos. Que el vuelo de Daniela se hubiera retrasado, ni podía ser una excusa para no atender mis llamadas. Daniela no contestaba al teléfono. La había llamado varias veces durante su viaje de paseo con sus padres y solo se había puesto en contacto con él dos veces y fue de manera rápida y casi no entendía lo que dijo. Si bien es cierto que yo estaba muy insistente con eso de poner una fecha al matrimonio, esto no quiere decir que fuese de inmediato, y podía atender las llamadas como una mujer adulta. Con una profunda
Capítulo 28 Valeria Es mi cumpleaños y es un momento feliz y triste al mismo tiempo. La llovizna que cae no me importa, estoy feliz porque mami me había preparado un pie de limón, exquisito y las tengo a ellas 2 conmigo, mi hermanita y mi mamá. Es triste porque no está mi papá y, por otro lado, ya cumplí 30 años y la evolución de mi vida personal es lenta, bastante lenta. Tuve una breve emoción con Manuel, pero se tuvo que ir, me llamo en una ocasión y estaba tan apurada tomando el autobús que no pudimos conversar bien, según me dijo no cálculo el cambio de horario. La siguiente vez estaba en la oficina con Dubois y no escuche el teléfono móvil, lo había dejado en mi oficina. Ante esto debo decir que mi vida amorosa es cero y pues nada a seguir que mi vida tampoco es tan mala. Mientras espero en la parada del autobús, me preguntó sobre cuál sería el humor de Dubois el día de hoy, hace días que está insoportable, Mery se esconde cuando lo ve y ni se diga del resto del personal. A
Capítulo 29 Michael Estaba terminando de revisar un Informe cuando Valeria llamó por el intercomunicador. –Sr Dubois, la Srta. Daniela ha venido a verlo. ¿Puede pasar? Apretó el botón del intercomunicador y le digo a mi secretaria. — ¿Daniela? Sí, dígale que pase, no quiero llamadas ni a nadie más hasta que se haya marchado, ¿Comprendido? —Entiendo. Michael se pasó la mano por el cabello. ¿Qué pasaría? Ella había cancelado la cita la última vez que le propuso que quedaran para comer y no había respondido a su llamada. Se abrió la puerta y se levantó detrás de la mesa saludándola. Intentó no mirar demasiado sus piernas largas y esbeltas ceñidas por unos pantalones deslumbrantemente azul y un jersey de cachemir con cuello alto que resaltaba sus pechos pequeños pero perfectos. Todo se complementaba con unas botas de tacón. Estaba espléndida, al verla su corazón palpitaba intensamente, aunque estaba preocupado. —Hola, cariño —le saludó él con la voz un poco ronca porque le costaba d
Capitulo 30 Valeria Observo llegar a la prometida de mi jefe, la he visto poco por aquí, y aparentemente está nerviosa. —Buenos días—me dice y en un tono altivo que Sofí calificaría de superior a subordinado señala— Quiero hablar con Michael —En un momento Señorita—pulso el intercomunicador —Señor Dubois, la Srta. Daniela ha venido a verlo. ¿Puede pasar? —él responde de inmediato— ¿Daniela? Sí, dígale que pase, no quiero llamadas ni a nadie más hasta que se haya marchado, ¿Comprendido? — Si señor — —Adelante Señorita Caruzo —Gracias … Entro a la oficina del Jefe, la puerta estaba cerrada tengo que usar mi llave, porque escuche golpes, o que alguien tira objetos. Y hace rato escuche una discusión y vi a su novia salir muy rápido, y llorando, tanto que ni se despidió de mí. No es que la novia del jefe sea muy amable que se diga, siempre camina con su gesto altivo, y las pocas veces que ha venido se va sin despedirse pero nunca así, aparentemente había llorado Esta situación me
Capítulo 31 MichaelMe siento avergonzado, tanto trabajar por mi imagen, y en un día la destrozo de la peor manera, todo el respeto que me he empeñado en forjar a través de los años se ha ido al demonio. Me siento como aquel niño débil y estúpido que era, nuevamente alguien a quien he querido se ha burlado de mí.Tocan a la puerta de la habitación, debe ser Cristina ha estado revoloteando a mi alrededor silenciosamente desde que se fue Valeria.—Adelante— es ella, ya me lo imagine, le doy lástima—Señor tiene visita— levanto la mirada, es Sebastián mi amigo que vienen como siempre en mi auxilio a levantarme el ánimo—Hola Michael, te estuve llamando en la tarde y luego en la noche, parece que dejaste tu teléfono en el despacho—Sí, eso fue— Cristina se marcha y cierra la puerta, nos deja solos— ¿Otra vez en tu fase de niño malcriado?—Tenías razón Sebastián, hice las cosas mal, me confié mucho—No hiciste mal amigo, estabas enamorado y procediste como un enamorado, no eres el primer
Capítulo 32 ValeriaValeria entró al hospital, la vecina que cuidaba a su mamá la había llamado antes de salir a la clínica, Rosalía se había puesto muy débil y estaba preocupada, por eso había salido de la empresa de inmediato, solo le dio tiempo de explicarle a Mery su ayudante.Estaba acostumbrada a su debilidad posterior a la quimio y comprendía su ansia de colaborar en la casa, pero eso le quitaba sus fuerzas Al pasar junto al puesto de las enfermeras, pregunto dónde estaba Rosalía y le informaron donde encontrarla, allí era la clínica donde siempre la atendíanAl llegar, se detuvo frente a la puerta y respiró profundamente. A continuación abrió la puerta y entró en la habitación. Allí estaba su mamá en la cama, con la piel muy pálida como la cera, también estaba Margaret, quien corrió hacia ella y le dijo:—Todo está bien, se descompensó, la vecina también me llamo y las traje— le indico aunque su expresión reflejaba preocupación—Gracias Señora Margaret— la saludo y también a