Capítulo 28 Valeria Es mi cumpleaños y es un momento feliz y triste al mismo tiempo. La llovizna que cae no me importa, estoy feliz porque mami me había preparado un pie de limón, exquisito y las tengo a ellas 2 conmigo, mi hermanita y mi mamá. Es triste porque no está mi papá y, por otro lado, ya cumplí 30 años y la evolución de mi vida personal es lenta, bastante lenta. Tuve una breve emoción con Manuel, pero se tuvo que ir, me llamo en una ocasión y estaba tan apurada tomando el autobús que no pudimos conversar bien, según me dijo no cálculo el cambio de horario. La siguiente vez estaba en la oficina con Dubois y no escuche el teléfono móvil, lo había dejado en mi oficina. Ante esto debo decir que mi vida amorosa es cero y pues nada a seguir que mi vida tampoco es tan mala. Mientras espero en la parada del autobús, me preguntó sobre cuál sería el humor de Dubois el día de hoy, hace días que está insoportable, Mery se esconde cuando lo ve y ni se diga del resto del personal. A
Capítulo 29 Michael Estaba terminando de revisar un Informe cuando Valeria llamó por el intercomunicador. –Sr Dubois, la Srta. Daniela ha venido a verlo. ¿Puede pasar? Apretó el botón del intercomunicador y le digo a mi secretaria. — ¿Daniela? Sí, dígale que pase, no quiero llamadas ni a nadie más hasta que se haya marchado, ¿Comprendido? —Entiendo. Michael se pasó la mano por el cabello. ¿Qué pasaría? Ella había cancelado la cita la última vez que le propuso que quedaran para comer y no había respondido a su llamada. Se abrió la puerta y se levantó detrás de la mesa saludándola. Intentó no mirar demasiado sus piernas largas y esbeltas ceñidas por unos pantalones deslumbrantemente azul y un jersey de cachemir con cuello alto que resaltaba sus pechos pequeños pero perfectos. Todo se complementaba con unas botas de tacón. Estaba espléndida, al verla su corazón palpitaba intensamente, aunque estaba preocupado. —Hola, cariño —le saludó él con la voz un poco ronca porque le costaba d
Capitulo 30 Valeria Observo llegar a la prometida de mi jefe, la he visto poco por aquí, y aparentemente está nerviosa. —Buenos días—me dice y en un tono altivo que Sofí calificaría de superior a subordinado señala— Quiero hablar con Michael —En un momento Señorita—pulso el intercomunicador —Señor Dubois, la Srta. Daniela ha venido a verlo. ¿Puede pasar? —él responde de inmediato— ¿Daniela? Sí, dígale que pase, no quiero llamadas ni a nadie más hasta que se haya marchado, ¿Comprendido? — Si señor — —Adelante Señorita Caruzo —Gracias … Entro a la oficina del Jefe, la puerta estaba cerrada tengo que usar mi llave, porque escuche golpes, o que alguien tira objetos. Y hace rato escuche una discusión y vi a su novia salir muy rápido, y llorando, tanto que ni se despidió de mí. No es que la novia del jefe sea muy amable que se diga, siempre camina con su gesto altivo, y las pocas veces que ha venido se va sin despedirse pero nunca así, aparentemente había llorado Esta situación me
Capítulo 31 MichaelMe siento avergonzado, tanto trabajar por mi imagen, y en un día la destrozo de la peor manera, todo el respeto que me he empeñado en forjar a través de los años se ha ido al demonio. Me siento como aquel niño débil y estúpido que era, nuevamente alguien a quien he querido se ha burlado de mí.Tocan a la puerta de la habitación, debe ser Cristina ha estado revoloteando a mi alrededor silenciosamente desde que se fue Valeria.—Adelante— es ella, ya me lo imagine, le doy lástima—Señor tiene visita— levanto la mirada, es Sebastián mi amigo que vienen como siempre en mi auxilio a levantarme el ánimo—Hola Michael, te estuve llamando en la tarde y luego en la noche, parece que dejaste tu teléfono en el despacho—Sí, eso fue— Cristina se marcha y cierra la puerta, nos deja solos— ¿Otra vez en tu fase de niño malcriado?—Tenías razón Sebastián, hice las cosas mal, me confié mucho—No hiciste mal amigo, estabas enamorado y procediste como un enamorado, no eres el primer
Capítulo 32 ValeriaValeria entró al hospital, la vecina que cuidaba a su mamá la había llamado antes de salir a la clínica, Rosalía se había puesto muy débil y estaba preocupada, por eso había salido de la empresa de inmediato, solo le dio tiempo de explicarle a Mery su ayudante.Estaba acostumbrada a su debilidad posterior a la quimio y comprendía su ansia de colaborar en la casa, pero eso le quitaba sus fuerzas Al pasar junto al puesto de las enfermeras, pregunto dónde estaba Rosalía y le informaron donde encontrarla, allí era la clínica donde siempre la atendíanAl llegar, se detuvo frente a la puerta y respiró profundamente. A continuación abrió la puerta y entró en la habitación. Allí estaba su mamá en la cama, con la piel muy pálida como la cera, también estaba Margaret, quien corrió hacia ella y le dijo:—Todo está bien, se descompensó, la vecina también me llamo y las traje— le indico aunque su expresión reflejaba preocupación—Gracias Señora Margaret— la saludo y también a
Capítulo 33 Michael No sé qué cosa me paso que fui a esa clínica, llegando a casa me encontré con Sebastián, hace una semana que Daniela rompió nuestro compromiso y todavía sigo dándome golpes contra la pared, por lo estúpido que fui. El día de ayer estuve ansioso, deseaba dejar escapar la rabia, de poder golpear algo, de poder gritar. Pero me limité a respirar profundamente para aplacar la ira sin violencia. Cuando conocía a la gente por primera vez, acostumbraba a evaluarlos como si fuera una investigación y, a menudo, le costaba darles el beneficio de la duda. En este caso la investigación sobre Daniela solo tenía aspectos positivos, incluso no salía hasta altas horas de la noche, no se le conocía novio o pretendientes, solo salía con sus amigas a comer o al club a nadar. No había terminado sus estudios universitarios y estaba en varias asociaciones benéficas y le gustaba viajar, y en algunos casos lo hacía con sus padres. Ahora que lo veía así, me engaño muy sutilmente, me en
Capítulo 34 Valeria Ya todo está mejor con mama, me quede con ella el día que salió de la clínica y no fui a trabajar. Al siguiente día me dijo que me vaya a trabajar, que se siente mucho mejor. No le he dicho lo del pago de la clínica, no quiero que se preocupe, tengo que arreglar eso con Dubois. Ya, veré como hago para pagarle, también está el problema de que no sé ahora como dirigirme a él, después de ese beso, que por lo que sospecho ni siquiera recuerda, aunque quisiera estar segura de eso, así la vergüenza sería menor. Dubois me ha ayudado suficiente, el problema es que no tengo como devolver el dinero, pero tampoco puedo hacerme la tonta y aceptar esa cantidad de dinero, sería como las personas que él detesta, una que se aprovecha de él. Me siento muy avergonzada, quizás pueda pedirle prestado a Margaret, pero eso sería como aprovecharme de su amistad también, no sé qué hacer, pero no puedo quedarme sin hacer nada. Llego a la empresa, me siento muy avergonzada, no sé cómo m
Capítulo 35 Michael Siento que algo molesta desde que salí de la oficina, no identifico exactamente qué cosa es, pero creo tiene que ver con esa llamada y por la voz era Manuel Escobar, el españolito. ¿Qué estaría buscando ese tipo al invitar a mi secretaria? Sé que Collins confía en él, y Margaret lo tiene como a su hijo, pero a quien no adopta Margaret, hasta a Sebastián ya lo adopto. No confió en él, allí está mi desconfianza visceral, que busca con mi secretaria, ella no es una de las bellezas a las que está acostumbrado, cierto que ha mejorado en el vestir y en el peinado, pienso que gracias a Margaret, pero no es tan atractiva, como para volverlo loco. La vez pasada le iba a advertir que no confiara en él, pero lo olvide por completo, no sería raro que intente hacerle daño, está muy vulnerable con lo de la mamá, y para un mujeriego como él es el momento propicio. Debería hablar con ella, pero sería seguir cruzando la línea de lo laboral a lo personal. ¿Quién soy yo para mete