Epílogo 1 ¡Vamos a ganar ese premio! Alejandro tiene ya tres años y medio. Mi hijo Alejandro es hermoso, muy feliz, sonriente y conversador. Además, quiere a todas sus abuelas. Adora a Cristina, y le dice Cristi y le da muchos abrazos y besos, ama muchísimo a mami Rosalía, y él le dice así mismo mami, y a Margaret la acompaña en sus compras y le dice Margi y a Alfred le dice abuelo. Hana y Eduardo son sus titis por no decir tíos. Ya tenemos a nuestra Rosa Alexandra de un año. Fue un embarazo diferente al de Alejandro, Valeria tuvo mareos y vomitaba. Posteriormente, el embarazo se estabilizó y continúo sin problemas. El parto muy hermoso, nuestra beba, nació justo al llegar a la clínica. Cuando mi hija nació, le regale otro dije a mi esposa, y ese representaba a mi niña. Alejandro tiene mi tipo de ojos. Que puedo decir mis genes son fuertes. También a mis niños les gusta el cupcakes de chocolate y las galletitas que hace su abuela Rosalía. Rosa Alexandra tienen los ojos azules y A
Epílogo 2 ¡Una vida maravillosa! Diez años después Nuestra vida ha sido fantástica, cuando Alejandro tenía 4 años y Rosa Alexandra 2 años, nos llegó otra sorpresa, Rosa Michelle, la llamamos Michelina, es tan parecida a mi primera niña. Es una niña rubia y de ojos azules, muy vivaces. Ahora mi hijo mayor tiene 14 años, Rosa Alexandra 12 años y Michelina 10 años respectivamente. Mis tres hijos son bastante inteligentes, mi hijo mayor desde pequeño desarma cosas, él quería averiguar el funcionamiento de los trencitos de juguetes y porque ruedan los carritos. En la actualidad es un niño muy cariñoso, maduro para su edad, bastante pícaro y vivaz, y muy estudioso. Mi primera hija dice que cuando sea grande será empresaria y es una dama en su comportamiento, muy elegante y muy fina, también muy pausada, se parece en su comportamiento a su mamá y abuela materna. Ahora bien, mi gran dolor de cabeza se llama Rosa Michelle o como le decimos todos Michelina. Ella quiere saber el porqué de l
Capitulo 1 La riqueza y el poder se notaban a simple vista en aquel enorme despacho; en la opulencia de los paneles de madera, alfombras, grandes ventanales donde se divisaba la ciudad y entraba luz natural. Los grupos económicos me llaman el rey Midas, el hombre de los grandes negocios. Ese soy yo, Michael Dubois, con 37 años, puedo decir que he llegado a la cúspide profesional. Observo mi oficina, soy un empresario e inversionista CEO, creador de tecnología y mi mundo gira alrededor de mi empresa. Soy líder en el diseño de productos, estoy en la lista de las personas con mayor poder en el mundo y me admiran por mis innovaciones. Desde los 15 años, cuando mueren mis padres, he estado inmerso, primero en mis estudios de Economía, informática y mi especialidad en programación. A partir de los 25 años, continúe con la administración y las investigaciones tecnológicas en la empresa fundada por mi padre. Nunca pude ser un niño o un joven alegre, estaba cerca de los integrantes de mi
Capítulo 2 Valeria Rivas tuvo que retirarse al terminar su hora de trabajo, de nuevo la vecina la llamó, Su mamá realmente se sentía mal y su hermana lloraba sin parar cuando la veía así. Pensó en lo injusto de que su querida mamá, que aún era una mujer joven, estuviera enfrentando esta situación, la vida se les había complicado mucho, tenía un excelente empleo pese a su edad y preparación. No obstante, la enfermedad de su mamá se había consumido todos sus ahorros, y ni que decir que tenía que pagar por sus cuidados debido a sus dolencias o había que llevarla al hospital al tratamiento y atención médica. Tenía solo 29 años, pero ya se sentía de 40 y la vida le parecía pesada, muy pesada. Acostumbrada a trabajar desde temprana edad, su tiempo libre lo había dedicado a estudiar, capacitarse, su única meta era contribuir a mejorar con la precaria situación económica familiar. Tuvo que madurar, tenía que ayudar a su mamá, ya que papá había muerto cuando tenía la edad de su hermanita.
Capitulo 3 Finalizo un trabajo en el ordenador, y después de mucho pensar me impresionan mis conclusiones, Valeria no se había atrevido a confiar en él, e inventó esa estratagema para que me enterará de la enfermedad de la mamá y le tuviera lastima. No era tan inocente como pensaba, bueno y que se hace, no la culpo, a lo mejor necesitaba que él supiera y no le había brindado el momento para hacerlo, en fin ya eso estaba arreglado. No hay problema que no se supere con dinero. Ya olvidado el asunto, observó la hora en el reloj son las 6 pm, lo pienso y llamo a la chica que me impresionó, habiamos intercambiado números de teléfonos. Su nombre es Daniela Caruso y es un poco joven, debía tener cerca de 24 años, pero eso no importa, es una mujer bellisima. Sería una buena esposa, traería alegría a su vida, ella tenía dinero así que quedaba descartado que estuviera detrás del dinero. Hasta ahora la única mujer de confianza que creía conocer era su secretaria personal y también lo hab
Capitulo 4 Valeria, llamo a su hermanita y comieron juntas en el pequeño comedor. La comprendo perfectamente, ella se sentía más segura una vez que yo llego a casa, vive con temor, ya una vez mama había tenido una reacción estando a solas con Sofí, y eso la puso muy nerviosa. A la hora de la cena, aprovecho de saber cosas de ella, su Liceo, amigos y problemas juveniles que pudiera perjudicarla, así que siempre este era un momento preciado entre hermanas. –Sofí, mi jefe me adelanto un bono lo voy a utilizar en el tratamiento de mama Sofía, le sonrió y le pregunto –¿De verdad? ¿Hablaste con él? –No, parece que el Señor Sebastián se lo menciono, sabes que a mí no me gusta hablarle mucho, es muy desconfiado, quien sabe lo que pensaría de mí. Y a ti ¿Cómo te fue hoy? –Tengo problemas con matemáticas– No le entiendo nada a mi profesor, ha sido difícil seguir su explicación –Entiendo y ¿has hablado con él? o él te ha mencionado algo – Si, pero él dice que traigo mala base de mis año
Capitulo 5 En mi oficina, me encuentro con mi secretaria. Solo ella puede entrar a mi despacho, no me gusta más gente a mí alrededor y su auxiliar es demasiado nerviosa para mi gusto. Valeria me mira con su calma acostumbrada. Su cara tiene la misma frialdad que acostumbra, es imperturbable. Aunque no está aquí para que congeniemos, la respeto y aprecio sus cualidades como secretaria o asistente como se quiera llamar. Y, admiro su inteligencia. Me informa los pendientes del día, las reuniones, toma nota de algunas solicitudes y al finalizar le digo: —Necesito enviar un ramo de rosas blancas a la Señorita Daniela Caruzo. Ya le envió la dirección —Muy bien así lo hare, ¿Desea colocarle un mensaje? —Sí, que le coloquen ¡Gracias por tu maravillosa compañía! —No hay problema. ¿Hay algo más? —Nada más, gracias Valeria se retira, ni asombro demuestra esta mujer, aunque nunca demuestra ningún sentimiento. Espero que a Daniela le guste mi obsequio. Ella parece del tipo romántico,
Capítulo 6 Al ver llegar a mi jefe lo sigo hasta su despacho, su oficina es hermosa, Por la ventana que había detrás de su mesa de trabajo se observa la gran ciudad, tanto de día como de noche la vista es impresionante. Había escuchado decir antes, que cuando el señor Dubois se había encargado de la empresa de su padre, renovó casi toda la planta de arriba y debajo de aquella planta había otras tres plantas de fabricación. En el cuarto piso trabajaban los diseñadores, el departamento de administración y donde estaba el despacho del nuestro jefe. Dubois, mi jefe, siempre me mira con aquellos ojos color penetrantes que tenía, y yo le sostengo la mirada, tratando de mantener la calma todo el tiempo. Es casi como un juego, a ver quién es más frío. Pienso que en realidad era casi que imposible no enamorarse de él nada más verlo. Era un sueño como hombre. Tenía mucho parecido con el actor irlandés Pierce Borsman de joven y al actor estadounidense Matt Bomer. Acostumbraba a vestir trajes