Capitulo 1
La riqueza y el poder se notaban a simple vista en aquel enorme despacho; en la opulencia de los paneles de madera, alfombras, grandes ventanales donde se divisaba la ciudad y entraba luz natural.
Los grupos económicos me llaman el rey Midas, el hombre de los grandes negocios. Ese soy yo, Michael Dubois, con 37 años, puedo decir que he llegado a la cúspide profesional.
Observo mi oficina, soy un empresario e inversionista CEO, creador de tecnología y mi mundo gira alrededor de mi empresa. Soy líder en el diseño de productos, estoy en la lista de las personas con mayor poder en el mundo y me admiran por mis innovaciones.
Desde los 15 años, cuando mueren mis padres, he estado inmerso, primero en mis estudios de Economía, informática y mi especialidad en programación.
A partir de los 25 años, continúe con la administración y las investigaciones tecnológicas en la empresa fundada por mi padre. Nunca pude ser un niño o un joven alegre, estaba cerca de los integrantes de mi indeseada familia materna.
Una vez graduado me enfrente a una empresa que me fue entregada en total bancarrota, producto de los negocios turbios de mi familia materna, mi tío y sus hijos.
A los 15 años, mis padres salieron a una reunión, fueron víctimas de un accidente fatal. El mundo que me rodea no es fácil, mis familiares, solo quieren mi dinero, y aprendí que tenía que desenvolverme solo sin contar con nadie mucho menos con mi familia materna.
Siempre he estado solo y ahora justo como lo planee, por fin he encontrado alguien a quien puedo amar, no lo creí posible pero así ha sido.
Mis únicos amigos Sebastián y Ricardo son ricos empresarios, socios de las mejores empresas a nivel internacional. Por supuesto son herederos, el primero gracias a un padre que amaso una gran fortuna en los medios de comunicación y el otro fue criado por su abuelo, millonario de nacimiento dueño de una cadena de restaurantes y hoteles.
En este momento espero a Sebastián, como siempre cuando lo llamo o ellos me necesitan acudimos de inmediato. Ricardo está fuera del país, es el más parecido a mí mismo, es el sarcástico, un multimillonario dominante cuyas relaciones nunca duran mucho tiempo, porque lo que le interesa en la vida es ganar dinero.
En cuanto a Sebastián, es muy optimista y debe su optimismo y a su crianza. Su familia es unida, alegre, entusiasta, llena de amor, por eso siempre me he sentido bien allí. Sus padres me reciben con afecto, soy uno más de la familia desde que quedé huérfano.
La familia de Ricardo es parecida a la mía, gente fría, sin emociones, a los que les interesa el dinero, y para colmo también sus padres murieron a temprana edad, eso y nuestro carácter rebelde nos unió.
Saco el teléfono móvil del bolsillo de la chaqueta y pulso el número, al instante responden después de dos timbres.
—Hola Michael ¿Cómo estás? —dijo Sebastián
—Sebastián… ¿Dónde vienes?
—Estoy llegando, ya estaciono y subo, no sé qué puede ser tan urgente, que me haces venir, espero sea importante, abandone una cita —Le cuelgo, y sonrió, mi querido amigo se va a sorprender con la noticia.
Mi secretaria anuncia su llegada y lo veo entrar. Lo observo, es de mi estatura, somos hombres altos de 1.86 de estatura, nos hicimos amigos en el colegio jugando basquetbol, a pesar de nuestras diferencias de carácter.
Me da la mano y se sienta. Lo miró fijamente. Sebastián tiene rasgos asiáticos debido al origen de su mamá y eso le da un físico diferente al resto de las personas a mí alrededor.
—Bueno Michael ¿Qué sucede? ¿Qué te preocupa ahora? ——preguntó Sebastián
Mi amigo me conoce, sabe cuándo algo me pasa, así que le cuento a Sebastián, las buenas noticias.
—Como te dije anteriormente ya que he tenido éxito como empresario, toca dedicarme a mis metas personales.
—Eso me dijiste y no te creí, porque eres un poco amargado
—Pues ha pasado— Conocí a la mujer de mis sueños, es tal como la imaginaba
Sebastián se queda mirándome, sus ojos con rasgos asiáticos intentan leer mi mente
—Sigues con esas tonterías ¿Por qué no disfrutas estar soltero?
—Eres rico, atractivo, con dinero, disfrútalo
—No, ya te dije que en mi vida tenía dos metas, la empresarial y la meta personal, ya que nunca he tenido una familia donde haya amor, así como en la tuya y esa es mi meta.
—No será tan importante cuando lo dejaste en segundo lugar— dijo Sebastián
—Tenía que consolidarme, mantener a raya a los buitres que integra mi familia materna y a mis competidores más cercanos.
—Eres un tipo muy serio, nunca te has divertido en verdad, siempre estas a la defensiva, piensas que todo el mundo quiere hacerte algo y ahora tomas lo de tu propia familia como una meta a lograr — señala Sebastián moviendo a ambos lados la cabeza.
—Otras personas dejan que pase, conocen su pareja, y van dejándolo todo que fluya, no es una meta— continúa diciendo.
—No puedo dejar todo al azar, si quiero que salga bien debo intervenir, además no tengo tiempo para estar en una búsqueda permanente y no me parece dejarle todo al destino.
—Estás loco, ya me habías dicho eso, y para repetírmelo me hiciste venir
—No… yo te llame para decirte que ya la conocí —Conocí a mi alma gemela—Sebastián me mira y sonríe, mueve la cabeza hacia los lados y dice:
—¿En serio Michael? —Sonríe — ¡De verdad, estas un poco loco? —Dijo en tono burlón
—Eso dices tú, yo no quiero dejar nada al azar.
— Pensé que bromeabas
—No Señor, hablaba muy en serio, incluso ahora mismo mande a investigar sus antecedentes.
—Es definitivo, ¡Te estás volviendo loco!— dijo Sebastián
— Se lo que piensas, pero he pasado por mucho para dejar algo así al azar
— Y por eso mismo, es que tienes que dejar que suceda naturalmente, que haya atracción, no es algo premeditado, amigo mío— dice moviendo la cabeza hacia ambos lados
—Bien, ahora explícame donde supuestamente la conociste, porque crees que es la indicada, en fin dame detalles
— Está bien amigo, te cuento. Estaba en una cena con un empresario con quien tengo negocios y la vi a lo lejos, vino a cenar con una amiga y mi compañero de mesa le saludo y la llamo, parece que se conocen.
—Tiene una sonrisa impresionante, esta chica es bella y alta, tienen buenos genes, el empresario me la presento y las invitamos a la mesa.
— Hasta aquí bien— dijo Sebastián— y que más.
— Conversamos durante la cena, es ocurrente, positiva, hermosa, con una bella sonrisa, muy alegre, y lo mejor es que es hija de una familia adinerada. Más importante aún, no parece reconocerme y es normal, no me gusta salir en fotos, trato siempre de pasar desapercibido.
— Está bien, a lo mejor no sabes quién eres, hasta este punto, te gusta porque es divertida, tienen una hermosa sonrisa, es bella, alta, y adinerada y que más
— Eso para empezar
— Dime, que edad tiene, y más importante aún… ¿Tiene novio?
— Eso todavía no lo sé. No te apresures, pero ya lo estoy averiguando
—Solo te fijaste en las apariencias y ya la ves casada contigo.
— Así se comienza, ya te contagie mi amargura, ¿Podrías alegrarte por mí?
— Alegrarme de qué, , acabas de conocer a una chica que imagino es joven porque no me has dicho eso y ya crees que es la ideal, como me va a alegrar esa locura— mueve la cabeza— Esto no es un negocio amigo estás hablando de tu vida, ya tuviste mucha infelicidad para crear tú mismo más infelicidad— dijo Sebastián y voltea sus ojos hacia arriba.
— No te preocupes Sebastián, haré todo de forma muy organizada y planificada
Entra mi Secretaria con café, no se lo hemos pedido, pero es su costumbre hacerlo cuando estoy con Sebastián. Valeria pide permiso al entrar y pregunta si queremos algo más, al decirle que no, me solicita permiso para salir del trabajo, ya es casi la hora de salida, dice que si no necesito nada más pues necesita retirarse por algo personal.
La miro, tiene un rostro agradable, aunque no hermoso, no es una belleza despampanante, solo un poco atractiva aunque sin curvas que llamen la atención. El alta y con cabello castaño que lleva en una cola, cuidadosamente pulcra y vestida. Un poco fría para mi gusto.
Si hay algo positivo en ella es que tiene una voz muy dulce y no parece tímida, ni tampoco me baja la mirada a pesar de que sigo siendo más alto.
Trabajamos juntos desde hace 5 años, comenzó bastante joven, comenzó casi sin ninguna preparación, así lo quise, para formarla a mí gusto y evitar sorpresas.
Ella soluciona mis asuntos laborales inmediatos. Es una empleada competente y desde luego no se trata de la clase de mujer que normalmente despertaría mi interés sexual.
Hasta ahora ha sido eficiente y discreta, aparece y sabe cuándo desaparecer y está pendiente de todas mis necesidades incluso antes de que yo.
— Está bien, Valeria, puede retirarse no hay problema
— Gracias, Señor Dubois
Buenas tardes, Señor Sebastián— saluda con la cabeza y su pulcro peinado se mueve un poco, lo dicho no es una belleza, es absolutamente modosa y pulcra, nada fuera de su lugar.
Sebastián la saluda, hablan de algo que no sé qué es, ya que mis pensamientos no me dejaron estar pendiente, pero no me gusta la mirada de apreciación que él le da, no permito a nadie a mí alrededor involucrarse con mis asistentes, es mi regla personal. Al retirarse miro a Sebastián y le digo:
— Ten cuidado le digo a Sebastián, ya sabes de mi regla personal
— ¿De qué hablas?
—Te vi mirando a mi secretaria
— Ahora mirar es peligroso o signo de algo, decididamente te estás volviendo paranoico. Le preguntaba por la mamá, la ha tenido un poco enferma, ha estado entrando y saliendo del hospital una y otra vez
Lo miro — ¿De verdad?
—Tú sólo tiene mente para tus negocios y nada más, te olvidas del mundo que te rodea
Me siento culpable, mi secretaria ha sido buena empleada y la verdad no me ha importado su vida personal, solo su trabajo y como este último es perfecto, bueno poco me importa nada más, llámame egoísta pues sí, vengo aquí a trabajar, nada más.
— ¿Y qué le pasa a la mamá?
— No sé bien, lo supe de casualidad, escuché su conversación por teléfono un día que venía para acá, ella le explicaba a una amiga y no sabía que yo escuchaba, tampoco la quise interrumpir. Es cáncer.
— Yo no sabía eso, y no he notado ninguna falta en su trabajo ¿Estás seguro de eso?
Pues sí, le pregunte y me lo confirmo, le ofrecí ayuda, pero me dijo que no me preocupara, de igual forma le dije que estaba a sus órdenes que no dudara en acudir a mí.
Me siento avergonzado, he vivido en mi burbuja sin ver lo que está viviendo la persona a mí alrededor.
—Voy a tratar de ayudarla
—Esa es una buena actitud —comentó Sebastián.
Michael se puso tenso y avergonzado, no se consideraba un mal hombre, pero siempre se concentraba solo en sus asuntos.
—Ya sabes creo que no es muy comunicativa pero intenta ayudarla, creo que también tiene una hermana, el padre murió y la mama se encuentra enferma—dijo Sebastián.
—Está bien, me aseguraré de hacerlo, es una buena empleada—
Michael reflexionó unos instantes, estaba tan concentrado en sus asuntos que se olvidaba de las personas de su entorno inmediato, incluso sus empleados fieles. Observo a Sebastián quien ya se estaba levantando y le dijo:
—Bueno me retiro, suerte con esa aspirante a novia, y déjame decirte que me parece que estás loco, —le estrecho la mano a Michael. Lo miró de frente y se retiró.
Capítulo 2 Valeria Rivas tuvo que retirarse al terminar su hora de trabajo, de nuevo la vecina la llamó, Su mamá realmente se sentía mal y su hermana lloraba sin parar cuando la veía así. Pensó en lo injusto de que su querida mamá, que aún era una mujer joven, estuviera enfrentando esta situación, la vida se les había complicado mucho, tenía un excelente empleo pese a su edad y preparación. No obstante, la enfermedad de su mamá se había consumido todos sus ahorros, y ni que decir que tenía que pagar por sus cuidados debido a sus dolencias o había que llevarla al hospital al tratamiento y atención médica. Tenía solo 29 años, pero ya se sentía de 40 y la vida le parecía pesada, muy pesada. Acostumbrada a trabajar desde temprana edad, su tiempo libre lo había dedicado a estudiar, capacitarse, su única meta era contribuir a mejorar con la precaria situación económica familiar. Tuvo que madurar, tenía que ayudar a su mamá, ya que papá había muerto cuando tenía la edad de su hermanita.
Capitulo 3 Finalizo un trabajo en el ordenador, y después de mucho pensar me impresionan mis conclusiones, Valeria no se había atrevido a confiar en él, e inventó esa estratagema para que me enterará de la enfermedad de la mamá y le tuviera lastima. No era tan inocente como pensaba, bueno y que se hace, no la culpo, a lo mejor necesitaba que él supiera y no le había brindado el momento para hacerlo, en fin ya eso estaba arreglado. No hay problema que no se supere con dinero. Ya olvidado el asunto, observó la hora en el reloj son las 6 pm, lo pienso y llamo a la chica que me impresionó, habiamos intercambiado números de teléfonos. Su nombre es Daniela Caruso y es un poco joven, debía tener cerca de 24 años, pero eso no importa, es una mujer bellisima. Sería una buena esposa, traería alegría a su vida, ella tenía dinero así que quedaba descartado que estuviera detrás del dinero. Hasta ahora la única mujer de confianza que creía conocer era su secretaria personal y también lo hab
Capitulo 4 Valeria, llamo a su hermanita y comieron juntas en el pequeño comedor. La comprendo perfectamente, ella se sentía más segura una vez que yo llego a casa, vive con temor, ya una vez mama había tenido una reacción estando a solas con Sofí, y eso la puso muy nerviosa. A la hora de la cena, aprovecho de saber cosas de ella, su Liceo, amigos y problemas juveniles que pudiera perjudicarla, así que siempre este era un momento preciado entre hermanas. –Sofí, mi jefe me adelanto un bono lo voy a utilizar en el tratamiento de mama Sofía, le sonrió y le pregunto –¿De verdad? ¿Hablaste con él? –No, parece que el Señor Sebastián se lo menciono, sabes que a mí no me gusta hablarle mucho, es muy desconfiado, quien sabe lo que pensaría de mí. Y a ti ¿Cómo te fue hoy? –Tengo problemas con matemáticas– No le entiendo nada a mi profesor, ha sido difícil seguir su explicación –Entiendo y ¿has hablado con él? o él te ha mencionado algo – Si, pero él dice que traigo mala base de mis año
Capitulo 5 En mi oficina, me encuentro con mi secretaria. Solo ella puede entrar a mi despacho, no me gusta más gente a mí alrededor y su auxiliar es demasiado nerviosa para mi gusto. Valeria me mira con su calma acostumbrada. Su cara tiene la misma frialdad que acostumbra, es imperturbable. Aunque no está aquí para que congeniemos, la respeto y aprecio sus cualidades como secretaria o asistente como se quiera llamar. Y, admiro su inteligencia. Me informa los pendientes del día, las reuniones, toma nota de algunas solicitudes y al finalizar le digo: —Necesito enviar un ramo de rosas blancas a la Señorita Daniela Caruzo. Ya le envió la dirección —Muy bien así lo hare, ¿Desea colocarle un mensaje? —Sí, que le coloquen ¡Gracias por tu maravillosa compañía! —No hay problema. ¿Hay algo más? —Nada más, gracias Valeria se retira, ni asombro demuestra esta mujer, aunque nunca demuestra ningún sentimiento. Espero que a Daniela le guste mi obsequio. Ella parece del tipo romántico,
Capítulo 6 Al ver llegar a mi jefe lo sigo hasta su despacho, su oficina es hermosa, Por la ventana que había detrás de su mesa de trabajo se observa la gran ciudad, tanto de día como de noche la vista es impresionante. Había escuchado decir antes, que cuando el señor Dubois se había encargado de la empresa de su padre, renovó casi toda la planta de arriba y debajo de aquella planta había otras tres plantas de fabricación. En el cuarto piso trabajaban los diseñadores, el departamento de administración y donde estaba el despacho del nuestro jefe. Dubois, mi jefe, siempre me mira con aquellos ojos color penetrantes que tenía, y yo le sostengo la mirada, tratando de mantener la calma todo el tiempo. Es casi como un juego, a ver quién es más frío. Pienso que en realidad era casi que imposible no enamorarse de él nada más verlo. Era un sueño como hombre. Tenía mucho parecido con el actor irlandés Pierce Borsman de joven y al actor estadounidense Matt Bomer. Acostumbraba a vestir trajes
Capítulo 7 Hoy es el sábado de mi cita con Daniela, ya le informé por video llamada a dónde vamos. No he podido dormir bien durante la noche, tengo varias preocupaciones aparte de lo de mi vida personal. Me acosan las interrogantes sobre si estoy haciendo bien. Cuando finalmente veo que comienza a amanecer afuera, me levanto cansado, voy al ventanal y abro las cortinas. Tenía que cortejar a Daniela, convencerla de que era digno de su confianza y su estima, y de su amor. ¿Pero cómo? Lo que estaba en juego era muy importante. Había que conseguir que se sintiese cómoda, para que pudieran ser amigos, luego si todo salía bien y había la suficiente atracción podrían llegar a ser una pareja de novios, y por último podrían casarse, si había compatibilidad, ella era una mujer para el matrimonio. ¡No hay dudas! Me coloco una camiseta, unos pantalones cortos y zapatos deportivos bajó las escaleras en silencio y salgo al jardín para correr y despejar mi mente. Al volver a casa ya estoy más s
Capítulo 8 Varios días después…. Era viernes por la tarde, Se había saltado el almuerzo, dentro de poco estaría en casa, ya que mis deberes terminaban en un par de horas más tarde. Así fue y sin contratiempos llegué a casa, me sentía con mucho ánimo por lo que le dije a Sofí apenas entre a casa —Necesitamos hacer un pastel exquisito para nosotras tres y poner a prueba nuestro magnífico horno una vez más. — ¿Quieres hacer un pastel? Pregunto Sofí —Sí, es muy divertido —respondí—. Tenemos una piña muy madura en la cocina y lo podemos hacer para celebrar la mejoría en los últimos exámenes de nuestra mamá — ¿Pastel de piña? Pues tendrás que decirme lo que hay que hacer, todavía no manejo muy bien esa receta —Es muy fácil —afirmó Valeria mientras se dirigía hacia la cocina. — Déjame invitar a mami, y lo haremos entre las tres, dijo Sofí — Está bien No hizo falta buscar a mama, al escuchar las voces se asomó a la cocina — ¿Qué pasa aquí, cuál es la algarabía? —Haremos un paste
Capítulo 9 Aquí estoy, otra noche larga, tengo que terminar hoy si quiero el fin de semana libre, había estado pendiente de eso durante todo el día y precisamente a esta mujer se le olvida dejarme el diseño, es un contratiempo y claro es extraño porque nunca ha sido tan ineficiente, en fin toca esperar a ver si solucionamos esto hoy mismo. La escucho llegar, toca suavemente la puerta y entra anunciando su llegada y dándome las buenas noches. — ‘Voy a imprimir de nuevo el archivo Señor Dubois, me disculpo no sé qué paso. Sé lo importante que es este contrato es para usted. —No volverá a pasar se lo prometo. —Sí, es muy relevante para mí— No podía negarlo. ¿Alguien más entro a mi despacho esta tarde? — No, por supuesto que no — Imprímalo y después búsquelo aquí, necesitamos conseguir esa nueva copia — Está bien, vuelvo enseguida— va hacia la puerta, pero de inmediato se devuelve — ¿Señor Dubois, ya ceno?, mi mamá pensó que no lo habría hecho y le envió, algo de comida y un post