Oliver acariciaba las mejillas de Amanda mirándola enamorado, pero estaba muy nervioso y quería decirle algo, se acomodó bien y hablo.

—Amanda, yo… creo que nos dejamos llevar del deseo, o sea, nos apresuramos a hacer esto, lo lógico es que te enamore, que te corteje, que te trajera flores, invitarte a salir, te amo, no lo niego, pero me siento como si hubiese aprovechado tus sentimientos que están vulnerables por todo lo que está pasando, lo de tu esposo lo que debes llevar ahora en tus hombros dirigir las empresas, yo quería primero verte tranquila porque la verdad que te a…

No lo dejo terminar la palabra porque lo beso con hambre, con premura, con ardor, con pasión y Él correspondió su beso, fue tan largo que tuvieron que dejar de hacerlo para buscar oxígeno, se miraron a los ojos y se rieron, pero ella lo miró a los ojos y comento muy segura.

—Oliver te entiendo todo lo que me dijiste, sin embargo, te aseguro que estoy hastiada de esas cosas, Luiggi siempre lo hacía, era muy det