La noche trajo en sus sueños los recuerdos del encuentro carnal entre ellos, cada uno recordaba el cuerpo del otro, cada uno recordaba los besos del otro, ambos amanecieron con sus partes íntimas húmedas del deseo de volver a poseerse.

Marck despertó sudoroso y su mano agarrándose su polla que estaba caliente, húmeda y su pijama mojado en su parte baja, era la primera vez que le sucedía esto, por ninguna mujer había sentido tantas ganas.

Cerro sus ojos otro momento solo para recordar cuando la hizo suya, recordar ese gemido de dolor cuando la desfloro su apretón y rasguños en su espalda, se levantó de la cama para ducharse, cuando abrió la llave y el agua fría toco su espalda sintió el ardor del rasguño en vez de quejarse por el ardor gimió como si sintiera ese momento en que ella se lo hacía.

Espero unos momentos hasta que le paso ese ardor terminándose de bañar con los ojos cerrados, sentía sus caricias, sentía su piel, sus ojos, esa mirada de deseo en sus ojos, jamás había visto