Kainn estaba sentado en su rincón, con media camisa abierta para soportar el calor de aquel sótano. Estaba cansado, hambriento y deshidratado, y aun así necesitaba mantener la fachada porque estaba seguro de que su familia muy pronto descubriría lo que había hecho. —Me diste tu palabra. Una comida
—¡Pues este idiota no necesito veneno ni pagarle a nadie! —espetó Alton—. ¡Solo hizo falta una aguja hipodérmica y aire que nuestro señor dios nos dio de sobra! Ahora a eso le dicen "embolia", ¿no te enteraste? —Rio con desprecio, como si hubiera matado a un animal y no a un ser humano—. Además el v
Era un golpe seco, caliente, punzante. Jamás había recibido un disparo con anterioridad así que realmente no tenía con qué compararlo. Se sostuvo el costado con un gruido de dolor mientras escuchaba a Kainn gritar su nombre y lanzarse hacia él. No parpadeó aturdido. El impacto había lanzado su cuer
—Ella está bien, angustiada igual que nosotros, pero la estamos cuidando, y tus hijos son fuertes, siguen agarraditos esperándote —le dijo su madre—. Pero tú ¿estás bien? ¿No te pasó nada? —preguntó separándose un poco para observarlo de arriba a abajo. —A mí no, mamá, pero Moe está herido. El homb
Escorpión no, dragón, de los que echaba fuego por la boca, hidra de siete cabezas y mirada asesina que se posaba en aquel detective de Scotland Yard. Kainn estaba sentado en aquella silla de la habitación de Elisa, tenso, con los ojos fijos en el hombre frente a él. Había pasado por muchas cosas en
—Es una pregunta trampa —rio Kainn al sentir el cuerpo caliente de la muchacha detrás de él y se dio la vuelta lentamente para atraparla entre sus brazos mientras el agua corría sobre los dos—. Sé que tiene que ser una pregunta trampa porque yo a ti siempre te necesito y mucho, y tú lo sabes. Se mo
Jamás Kainn había probado una sensación más dulce que la de regresar a casa con su familia. Moe estaba recuperándose bien y Barbara se había quedado con él mientras Kainn llevaba a Elisa de regreso a la mansión. Tenían el cuerpo y y la mente cansados y agobiados por todo lo que había sucedido, pero
—Gracias por esto —dijo con la voz temblorosa por la emoción—. Aunque sabes que no era lo que estaba buscando. Kainn asintió con seguridad. —Precisamente porque no lo estabas buscando, porque no lo has buscado nunca, es que te lo mereces. Y ahora todo será mejor... ¡Y solo tengo una condición para