¿Que idea tendrá Brad ahora? Hasta el momento Juliette ha salido bien librada y con la cabeza en alto de cada una de sus locuras. ¿Podrá ahora llevarla al límite? Gracias a mis lectores que toman un minuto de su tiempo para calificar la historia y comentar los capítulos:)
JULIETTE MONTGOMERY Entro a la oficina de mi jefe con una demanda de uno de los clientes. Estoy tan nerviosa que olvido golpear la puerta y la escena frente a mis ojos es desagradable. Mi jefe está desnudo de la cintura hacia abajo y arrodillada a sus pies se encuentra una mujer desnuda con sus manos entrelazadas en su espalda. Lo único que usa ella es un collar y me queda todo más que claro del tipo de relación que tienen. La mujer se pone de pie, le sube el calzoncillo a mi jefe sin permitir que se le vea todo, algo que agradezco, lo abofetea, se pone un tapado que oculta su desnudez y se va. Tengo la leve sospecha de que me tocará pagar por interrumpirlo, ya que según se, el deseo inconcluso en el hombre provoca dolor. Aún así mi esperanza es que él entienda por qué ingrese a la oficina del modo en que lo hice. Él no se preocupa por la demanda, sino todo lo contrario. Se dirige hacia la puerta y le pone seguro. -Voy a explicarte algo Montgomery. El cliente que tant
BRAD ULIBARRI Montgomery es tan agradable como un dolor de oídos. Van dos veces que arruina mí posibilidad de desestresarme y para colmo me baja la calentura arrojandome agua helada en los testículos. El día que se vaya por su propio pie de la empresa será uno muy feliz para mí, pero haga lo que haga ella sigue firme en su puesto. Vuelvo a la empresa de mal humor listo para enfrentar los obstáculos que se presenten porque ayer luego del mal rato con Montgomery debí discutir con mí socio en mí propio negocio y considero que hoy nada puede salir mal. El día se vuelve interesante cuando Montgomery llega y parece a punto de sufrir una crisis nerviosa. ¿Los motivos? Ni ella los sabe, pero disfruto verla de pésimo humor tal como yo vivo por su causa. -Montgomery a mí oficina- La llamo -¿Que necesita?- Pregunta sin poder disimular su estado de ánimo -¿El karma te persigue?- Pregunto sonriendo -¿Karma? Eso es una maldición. ¿Necesitas algo o no?- Se ve decidida pero también enojada
BRAD ULIBARRI En este momento no soy capaz de pensar en lo ocurrido con Montgomery y mucho menos en la visita del tonto que quiere casarse con ella. Saber que mi hermano y cuñada no están atravesando un buen momento solo hacen que desee ir allí al menos por un día o dos. No soy el más afectuoso de la familia, pero si soy alguien que estará incondicionalmente. Llego a la empresa y veo que Montgomery se acerca con dos cafés en sus manos. Abordamos juntos el ascensor en completo silencio. -¿Trajiste uno para mi?- Rompo el silencio permitiendo que descienda primero del ascensor -Solo por lo que ocurrió ayer. Es una ofrenda de paz- Lo recibo sin ánimos de pelear -Quiero viajar a ver a mi hermano y a mi cuñada. Necesito que organicemos mi agenda y el día que sea el más libre de reuniones cancelarás lo pendiente y me iré- Explico y sin pedírselo me sigue a mi oficina para revisar cada día -Creo que podría viajar el jueves, aunque sería mejor el próximo viernes -Que sea
JULIETTE MONTGOMERY Pude ver a Camilo y a Samantha. Es impresionante cuánto ha crecido su vientre y lo demacrada que se ve. Intenté decirle que se veía radiante como siempre, pero ella sólo negó con su cabeza. -Es irónico como funciona la vida, ¿No lo crees Juli? Un día tienes muchos planes que cumplir y al otro solo deseas vivir algunas semanas más para poder traer una vida al mundo- Sus palabras me suenan a despedida -Te vas a poner bien. Cuando la bebé nazca podrás hacer un tratamiento...- Niega acariciando su vientre -Quiero que Sally nazca y poder verla crecer, pero se que no podré hacerlo. Camilo no acepta que voy a morir, ¿Crees que él esté bien cuando yo me haya ido?- Se me rompe el corazón al escucharla decir eso porque parece una despedida -Eres su vida. Tienes que ser fuerte, ellos van a necesitarte- Pido intentando no llorar, pero eso es algo muy difícil porque se que ellos están destinados a estar juntos y de verdad se aman. Temo por Camilo si Samantha falle
BRAD ULIBARRI Nuevamente estamos tomando Montgomery y yo, pero es para celebrar que la supuesta demanda está más que desestimada. No sé si logre hacer que ella renuncie, pero la beso y no me aparta, aunque me desconcentra porque mantiene los ojos abiertos y una expresión de susto que es capaz de quitarle el ánimo a cualquiera. -¿No sabes cerrar los ojos? Pareces una estatua- Me río sin poderlo evitar -No entiendo por qué lo haces. No voy a tener sexo contigo por un beso, ¿Es esa tu intención por haberte interrumpido o tal vez comiences a sufrir demencia?- Me sirvo otra copa y relleno la suya -¿Te pedí que te acuestes conmigo?- Puedo haber bebido pero se que jamás le dije que tengamos sexo -¿Que buscas entonces?- Deja la copa y se cruza de brazos- Me acuesto, me besas y me despierto contigo en mí cama. No pasa ni un día y nuevamente estás en mi habitación besándome -Divertirme, pero contigo eso es imposible- Voy a su cama, me acuesto y enciendo el televisor -¿Por qué n
BRAD ULIBARRI Tigre me responde y me pregunta si estaba aburrido cuando le escribí. Ella me dice que estaba durmiendo después de un día largo. No hemos podido jugar demasiado y todo se lo atribuyo a Montgomery. Si no me hubiese acompañado todo sería más simple, pero con ella aquí y con el drama de mí familia se que solo puedo hablar con ella. Además intento avanzar para que ella renuncie, pero no lo hace. Sinceramente ya no se que hacer y comienzo a perder la esperanza de que se vaya por su propia cuenta. -Quiero verte Tigre- Soy directo. No creo que se asuste por eso luego de haber intercambiado muchísimos correos -También me gustaría conocerte. ¿Cómo sabría quién eres?- Jamás le di una descripción mía y es momento de hacerlo -Soy alto, musculoso, tengo el cabello castaño a la altura de los hombros- Si quiere más descripciones tendrá que verme y si con eso no es suficiente desnudarme -¿Recuerdas como soy yo? -Cabello largo, negro, lacio, delgada. ¿De que manera podrí
BRAD ULIBARRI Es lunes y llego a la oficina furioso con la gran sospecha de que Montgomery, esa rubia endemoniada, envió a su amigo a proponerme algo indecente. La veo de pie tomando su café mientras escucha música en su teléfono y ríe. No puedo creer que este escuchando una de las canciones que bailó en el club dejando a todos babear por ella, incluido mí socio que no ha dejado de pedirme su número de teléfono. -Montgomery a mí oficina ya- Me mira y me sigue aún con su teléfono en la mano -¿Se le ofrece algo?- Pregunta bebiendo su café -Fuiste tu y no te atrevas a negarlo- Deja el café sobre su escritorio luciendo imperturbable -¿De que me acusa? Llegué hace diez minutos y aún no estoy en horario laboral- Mira su reloj- Faltan exactamente cuatro minutos para que comience mi jornada Respiro agitado. No me explico cómo es capaz de hacerse la desentendida de tal manera que cualquier persona podría creerle. -Enviaste a tu amigo para seducirme, ¿En qué pensabas?- Se
JULIETTE MONTGOMERY Mauricio es mí confidente y también mí cómplice. Mentí dando una descripción que no me pertenece, pero yo no pensaba aceptar un encuentro con Dragón Rojo. En un inicio fue divertido cada ataque, cada correo y dejarlo fantasear con conocerme, pero después... me dejé enredar en su juego, en el que despertó mí curiosidad por conocerlo. Su descripción, parecida a la del demonio me hizo pensar si debía conocerlo o no, pero ¿Que probabilidad existía de que él y mí jefe fueran la misma persona? Llegó el día de vernos y luego de consultarlo con Mauricio y convencerlo de ponerme una peluca natural que corresponde a la descripción que le di a Dragón Rojo, fue que estuve lista para conocerlo. Fue la primera vez que enseñé con orgullo el lugar donde antes había una horrible cicatriz. Jamás pensé que podría ser reconocida por él cuando llegue al club. Al ver a alguien en la barra con su pelo suelto que se ajustaba a su descripción quise irme, pero él me detuvo. No