Isis se despierta, rodeada de oscuridad y silencio. No comprende nada; intenta recordar lo sucedido en los últimos tiempos: el accidente, los días de inconsciencia y todo lo relacionado con Jacking.
—¡Oh Dios, he vuelto a entrar en una pesadilla! —piensa aterrada. Sin embargo, siente que esta vez hay algo diferente. No está en una cama y percibe una presencia a su lado, aunque parece estar dormida. Intenta moverse, pero no puede. Todo su cuerpo le duele terriblemente. Y es entonces cuando recuerda algo importante: —Cielos, ¡soy una mujer loba! ¡Sí, soy una loba! ¡Ast, Ast, mi loba despierta! —la llama en su mente—. ¿Qué pasó con mamá? ¿Y papá? ¿Cómo está, papá? Ast, Ast… Pero no obtiene respuesta. Debe haberse desmayado, igual que ella, piensa. Tal vez sea como ella, que cuandoAmet no puede aguantar más ante las ocurrencias de su linda mitad, suelta una carcajada estruendosa. Le encanta su mitad, es increíblemente hermosa e inocente.— ¡Es lo más tierno y hermoso que he visto en toda mi vida! — escucha a Ammyt en su cabeza— ¡vamos a marcarla ahora mismo Amet! No podemos dejar que se marche a ese país tan lejano.— No Ammyt, recuerda que es humana. Tenemos que hacer que nos acepte primero. Pero no la dejaremos marcharse. La enamoraremos como humanos primero y después le diremos todo —conversa con su lobo en su mente.— ¿Por qué tus ojos cambian de color? —pregunta de pronto Antoni.Amet se pone serio, no se acordaba, que cuando conversaba con su lobo, le cambiaba el color de sus ojos. No quiere que ella se asuste y lo rechace al inicio. Pero cuando está pensando una excusa creíble, la oye decir:— A m&iac
Angelina, o Merytnert como era su verdadero nombre, caminaba bajo el cielo estrellado junto a Héctor, su pareja destinada. Su corazón latía con una mezcla de nerviosismo y emoción mientras se acercaban a la casa del Alfa, su hermano. Cada paso la acercaba más a su pasado, a sus raíces, a todo lo que había perdido hace tanto tiempo.La nana, al verla en el umbral, dejó escapar un grito ahogado. Sus manos temblorosas cubrieron su boca mientras las lágrimas rodaban libremente por sus mejillas arrugadas. Se abalanzó hacia Merytnert, envolviéndola en un abrazo que transmitía años de anhelo y preocupación contenida. Su cuerpo entero temblaba mientras sollozaba, murmurando oraciones de agradecimiento a los dioses por haberla mantenido a salvo y traerla de vuelta a casa.Con manos temblorosas y gentiles, la nana guió a Merytnert hasta su habitación, junto a la de J
Merynert se pone de pie y comienza a contar que hacía treinta años una pareja de arqueólogos encontró unos asentamientos prehistóricos en Rumanía. Dentro de ellos, encontraron un huevo de energía. En ese huevo, estaba ella en posición fetal, tenía cinco años. Ellos no abrieron el huevo, pues cada vez que intentaban hacerlo, una fuerte energía roja los rechazaba.—Eran personas muy dulces y buenas —se detiene delante de su hermano. ¡Jamás le dijeron a nadie de mí! No deseaban que me tomaran para experimentos, y me cuidaron como si fuera su propia hija.—¿De veras, Mert? ¿Solo has estado despierta treinta años? —preguntó Jacking, esforzándose por recordar si había sentido su despertar.—No treinta, sino veinticinco años. Déjame continuar —le pidió, acomod&aacu
Mertynert se abrazó de su hermano sintiendo como él la estrechaba con fuerza. Luego volvieron a concentrarse en la lectura uno al lado del otro."Querido hijo, cuida de tu hermana. La hemos protegido bien, y aunque te tome siglos encontrarla, ella estará a salvo.Horus, hijo mío, debes memorizar el libro sagrado de la sabiduría de los Alfas Supremos que he ordenado a Amet resguardar en las cuevas milagrosas. Implementa todas las medidas de seguridad. Las cuevas, hijo mío, son tu fortaleza y, sobre todo, nunca desconfíes de tus instintos como lo hice yo.Deberás desbloquear los poderes de Merytnert y de su loba Nert en cuanto la encuentres. En ella hallarás una igual para ayudarte a defender a los nuestros. Tu hermana menor posee el poder de la guerra y la caza. Es una niña muy sabia, con el don de crear grandes cosas. Junto a tu primo y Beta Amet, lograrás hazañas extraor
La bruja de la manada, La Maat Ra, ha estado al servicio de la realeza desde que el padre de Jacking, el antiguo Alfa, era un niño. Cuando huyeron de Egipto, ella logró escapar a España, siempre acompañada de Aha, su esposo. Fue allí donde se encontró con casi todos los niños y jóvenes de la antigua manada, incluyendo a Bennu, un joven en aquel entonces, y a Jacking, que apenas contaba con diez años.La manada fue teletransportada a esta isla, convirtiéndola en la más poderosa de todas. Su poder aumenta cada día, acercándose casi al nivel del Alfa Supremo. La Maat Ra siempre ha contribuido a mantener la paz en el Duat y es la protectora de la cámara oculta donde descansa el dios Osiris. Junto al Alfa Supremo, tiene la capacidad de abrir la cuarta puerta de la cámara oculta. Además, tiene una hija, Neithotep, mitad bruja y mitad loba, fruto de su unión con el gr
Ambos se miran entre sí y luego observan lo que está haciendo la diosa bruja Isfet, tratando de encontrar la manera de despertar a Isis. Sin embargo, son interrumpidos por la voz de Mat.— Jacking, Isis me está llamando —informa Mat—. La puedo escuchar en mi cabeza.— Jacking, es mejor que te separes de Mat ahora —sugiere Teka, dirigiéndose al lobo—. Mat, haz exactamente lo que hiciste en la pesadilla de Isis. No mires a Isfet ni una sola vez.Se ponen de pie, retomando la figura del Alfa Supremo. Jacking recita el conjuro de separación y dualidad, y se convierten en dos. El lobo y el humano se separan. Mat avanza rápidamente hacia donde está siendo torturada Isis, que se encuentra en una cama gritando. Isfet sonríe al ver a Mat.— ¡Sabía que ibas a aparecer, Mat! ¡Nunca podrás escapar de mí! ¡Me apoderaré de tu Luna y ac
Isis no sabía cuánto tiempo había transcurrido desde que estaba atrapada en el cuerpo de su loba, Ast, sin poder comunicarse con nadie. Menos mal que podía escuchar y sentir a Mat. Pero quería saber cómo estaba su mamá; ¿habría dado resultado lo que hizo Ast? También quería saber de su papá. Sin olvidar que se moría por preguntarle a su padre qué fue lo que le dijo a Jacking. Seguro que ahora la rechazaría cuando supiera que era una loba. Por muy linda que fuera, él no la aceptaría. Sentía que alguien se acercaba. ¿Sería Ast?— Ast, Ast, ¿eres tú? ¿Despertaste? ¿Ya me vas a enseñar cómo salir de aquí? — Pero escuchó una voz desconocida para ella.— No, querida —respondió una mujer extraña—. Soy Isfet, una amiga.— No conozco a
La diosa bruja Isfet desapareció en un instante, pero también lo hizo su lobo Mat. Isis lo buscó por todas partes, pero no lo encontró. Se detuvo al escuchar voces, se concentró hasta lograr definirlas bien y comenzó a escuchar la inconfundible voz de su papá, que hablaba con alguien. Lo escuchó preguntar:— ¿Resultó, Teka?— ¡No sabemos, mi amigo! ¡Al menos logramos sacar a Isfet de su cabeza! Aunque no logramos hablar con ella para enseñarle qué hacer —respondió Teka.Isis no entendía de qué hablaban, su mente estaba llena de preguntas: ¿Quién era Isfet? ¿Era la bruja que le había hecho daño a su lobo? ¿Qué hacía en su cabeza? Pero quiso seguir escuchando de qué hablaban para ver si entendía lo que estaba sucediendo.— ¿Ast, está bien? &mda