Merynert se pone de pie y comienza a contar que hacía treinta años una pareja de arqueólogos encontró unos asentamientos prehistóricos en Rumanía. Dentro de ellos, encontraron un huevo de energía. En ese huevo, estaba ella en posición fetal, tenía cinco años. Ellos no abrieron el huevo, pues cada vez que intentaban hacerlo, una fuerte energía roja los rechazaba.
—Eran personas muy dulces y buenas —se detiene delante de su hermano. ¡Jamás le dijeron a nadie de mí! No deseaban que me tomaran para experimentos, y me cuidaron como si fuera su propia hija.—¿De veras, Mert? ¿Solo has estado despierta treinta años? —preguntó Jacking, esforzándose por recordar si había sentido su despertar.—No treinta, sino veinticinco años. Déjame continuar —le pidió, acomod&aacuMertynert se abrazó de su hermano sintiendo como él la estrechaba con fuerza. Luego volvieron a concentrarse en la lectura uno al lado del otro."Querido hijo, cuida de tu hermana. La hemos protegido bien, y aunque te tome siglos encontrarla, ella estará a salvo.Horus, hijo mío, debes memorizar el libro sagrado de la sabiduría de los Alfas Supremos que he ordenado a Amet resguardar en las cuevas milagrosas. Implementa todas las medidas de seguridad. Las cuevas, hijo mío, son tu fortaleza y, sobre todo, nunca desconfíes de tus instintos como lo hice yo.Deberás desbloquear los poderes de Merytnert y de su loba Nert en cuanto la encuentres. En ella hallarás una igual para ayudarte a defender a los nuestros. Tu hermana menor posee el poder de la guerra y la caza. Es una niña muy sabia, con el don de crear grandes cosas. Junto a tu primo y Beta Amet, lograrás hazañas extraor
La bruja de la manada, La Maat Ra, ha estado al servicio de la realeza desde que el padre de Jacking, el antiguo Alfa, era un niño. Cuando huyeron de Egipto, ella logró escapar a España, siempre acompañada de Aha, su esposo. Fue allí donde se encontró con casi todos los niños y jóvenes de la antigua manada, incluyendo a Bennu, un joven en aquel entonces, y a Jacking, que apenas contaba con diez años.La manada fue teletransportada a esta isla, convirtiéndola en la más poderosa de todas. Su poder aumenta cada día, acercándose casi al nivel del Alfa Supremo. La Maat Ra siempre ha contribuido a mantener la paz en el Duat y es la protectora de la cámara oculta donde descansa el dios Osiris. Junto al Alfa Supremo, tiene la capacidad de abrir la cuarta puerta de la cámara oculta. Además, tiene una hija, Neithotep, mitad bruja y mitad loba, fruto de su unión con el gr
Ambos se miran entre sí y luego observan lo que está haciendo la diosa bruja Isfet, tratando de encontrar la manera de despertar a Isis. Sin embargo, son interrumpidos por la voz de Mat.— Jacking, Isis me está llamando —informa Mat—. La puedo escuchar en mi cabeza.— Jacking, es mejor que te separes de Mat ahora —sugiere Teka, dirigiéndose al lobo—. Mat, haz exactamente lo que hiciste en la pesadilla de Isis. No mires a Isfet ni una sola vez.Se ponen de pie, retomando la figura del Alfa Supremo. Jacking recita el conjuro de separación y dualidad, y se convierten en dos. El lobo y el humano se separan. Mat avanza rápidamente hacia donde está siendo torturada Isis, que se encuentra en una cama gritando. Isfet sonríe al ver a Mat.— ¡Sabía que ibas a aparecer, Mat! ¡Nunca podrás escapar de mí! ¡Me apoderaré de tu Luna y ac
Isis no sabía cuánto tiempo había transcurrido desde que estaba atrapada en el cuerpo de su loba, Ast, sin poder comunicarse con nadie. Menos mal que podía escuchar y sentir a Mat. Pero quería saber cómo estaba su mamá; ¿habría dado resultado lo que hizo Ast? También quería saber de su papá. Sin olvidar que se moría por preguntarle a su padre qué fue lo que le dijo a Jacking. Seguro que ahora la rechazaría cuando supiera que era una loba. Por muy linda que fuera, él no la aceptaría. Sentía que alguien se acercaba. ¿Sería Ast?— Ast, Ast, ¿eres tú? ¿Despertaste? ¿Ya me vas a enseñar cómo salir de aquí? — Pero escuchó una voz desconocida para ella.— No, querida —respondió una mujer extraña—. Soy Isfet, una amiga.— No conozco a
La diosa bruja Isfet desapareció en un instante, pero también lo hizo su lobo Mat. Isis lo buscó por todas partes, pero no lo encontró. Se detuvo al escuchar voces, se concentró hasta lograr definirlas bien y comenzó a escuchar la inconfundible voz de su papá, que hablaba con alguien. Lo escuchó preguntar:— ¿Resultó, Teka?— ¡No sabemos, mi amigo! ¡Al menos logramos sacar a Isfet de su cabeza! Aunque no logramos hablar con ella para enseñarle qué hacer —respondió Teka.Isis no entendía de qué hablaban, su mente estaba llena de preguntas: ¿Quién era Isfet? ¿Era la bruja que le había hecho daño a su lobo? ¿Qué hacía en su cabeza? Pero quiso seguir escuchando de qué hablaban para ver si entendía lo que estaba sucediendo.— ¿Ast, está bien? &mda
Se comunica con Jacking por el link, pero no le responde, es como si estuviera en otra dimensión. Sabe que no puede contar con Bennu. Probaría con Horacio no respondió tampoco.— ¿Qué haremos Ammyt, no me contesta? —preguntó preocupado.— ¡Vamos nosotros! Seguro al Alfa no le va a molestar, cuando se entere de por qué lo hicimos—dice Ammyt.— Ya sé que haremos —dice con una sonrisa Amet. — Le vendaremos los ojos a Antoni. así ella no verá ni sabrá donde se encuentra.— Muy buena idea, si hagamos eso— está de acuerdo Ammyt.Amet observa a Antonieta salir del baño. Le parece preciosa. Lleva un juego de pantalones verde claro. Su pelo le cae en rizos por el rostro. ¡Es realmente hermosa mi mitad!, piensa. ¡Vaya, ahora entiendo lo que me dijo sobre el cambio de color de sus ojos, los tiene de un
Es el Beta de la manada de lobos semidioses de la gran manada La Maat Ra. Conocido por ser muy sabio y de interpretar todas las interrogantes que le traen, y ahí está con su mitad, confundido y sin poder descifrar que tipo de ser es su pareja destinada. Antonieta lo mira sintiendo el cambio en el tono de su voz, la desconfianza en ella.— ¿Por qué preguntas eso? ¡Soy Antonieta del Castillo, como te dije! —le toma las manos y continúa. —¡Por favor, no me encuentres rara! No me rechaces, Amet.Y de pronto comienza a llorar desconsoladamente como si fuera una niña pequeña asustada, tapándose la cara. Amet corrió a estrecharla entre sus brazos besando su cabeza.— Cálmate amor, yo no te encuentro rara —le asegura sin dejar de besarla y acariciarla. — Pero, ¿puedes explicarme por qué me pides eso? ¿Quién más te
Mat sufrió mucho con Isfet, pero, por suerte, se iba a recuperar. Lo llevó y lo dejó con Isis. Se durmió junto a ella. El poder de la mitad haría que se recuperara más rápido. Isis estaba dormida. Debían esperar para ver si Mat podía comunicarse con ella. Estaba muy preocupado. No entendía por qué Isis no podía tomar el control de la loba. Normalmente, esto se hacía de manera automática. Cuando uno de los dos perdía el control, el otro ser lo asumía al instante. Entonces, ¿por qué no lo hacía Isis?Teka estaba averiguando con los antiguos. Iba a buscar en su libro sagrado; seguro que algún indicio le daría. No quería contactar con Amet y Horacio. Deseaba que disfrutaran de la compañía de sus mitades sin preocupaciones. Al llegar a su casa, lo estaba esperando Héctor.—Buenos días, mi Alfa