Mi nombre es Netfis, pero en el mundo de los humanos me llamo Marrí. Así me hice llamar mientras vivía en Francia. Tengo veintitrés años, soy alta, con melena negra ondulada. Mis ojos son negros. Mi cuerpo es atlético, porque hago mucho deporte y baile. Es la única forma que encontré para mantener a mi loba Lía tranquila y en forma.¡Me encanta diseñar ropa! Y soy muy buena en ello, herencia de mi abuela española.Hace más de cuatro años que mi padre me hizo volver. Tuve que dejarlo todo y regresar. Mi manada me necesitaba, según él. Pero yo sé que lo hizo para cuidarme. Sus enemigos todavía nos buscan. Por eso, cuando tenía cinco años, abandonamos todo y, después de rodar de un lado para otro escondiéndonos, nos encontramos con el Alfa Supremo, quien nos invitó a vivir en esta isla que, por cierto, me encanta. Aquí realmente soy libre. Pero extraño a mis amigos, por eso quería volver.Justo el año que regresé, me encontraba paseando por el bosque después de una acalorada discusión co
En la noche, después del desfile, me encontraba con toda la familia en un restaurante comiendo cuando vi aparecer muy sonriente al alfa Nicolás. Mi padre se levantó y lo invitó a sentarse en nuestra mesa. Él lo hizo, justo enfrente de mí, y no apartaba la mirada de mi cuerpo. Cuando pudimos, mi hermano y yo inventamos una excusa para retirarnos.Tengo la suerte de tener un hermano que me adora; solo tuve que decirle por el link que me sacara de allí y lo hizo. Al otro día lo volví a ver junto a mi padre. Parecía que quería impresionarlo, y conociendo a mi padre, no dudo que lo lograra. Pues después de que terminó el festival, mi padre no ha dejado de insistir en que debo casarme, que si no encuentro a mi mitad, él me buscará una pareja. Yo le he dejado claro que no me voy a casar con nadie que no sea mi mitad. Pero sé que al final tendré que obedecerlo, porque
Me levanto sintiendo que mi vida se acaba, mañana será la fiesta. En la noche seguro que llegan los invitados. Toda la semana me la he pasado haciendo los vestidos de mi mamá y el mío. Lo decidí así para mantenerme ocupada en algo. Pero mi loba está muy triste. Ella sabe que al final, si mi padre me presiona por el bien de la manada, yo voy a terminar aceptando.No he salido de mi habitación en todo el día. Lía está muy intranquila. Más tarde saldré a correr por el bosque para que se tranquilice. Escucho a mi hermano que me llama; asomo mi cabeza para saber qué quiere.—Héctor, ¿qué quieres? —le pregunto desde la puerta de mi habitación.—Baja al salón, el Alfa Supremo se acerca —me informa y me lleno de curiosidad; eso nunca antes había sucedido desde que vivimos aquí, a pesar de que somos vecinos.<
Bennu camina llevando de la mano a Netfis, que sonríe feliz. A cada rato lo mira y aprieta su mano como si temiera que él fuera a desaparecer de nuevo. No puede creer que él haya aparecido justo a tiempo para librarla del suplicio de aguantar al alfa Nicolás.—No puedo creer que estuve a punto de perder a mi mitad —habla Bennu mentalmente con su lobo Ben, que también está muy feliz de haber venido justo a tiempo a reclamar a su mitad—. Pero gracias a Dios que llegamos a tiempo.—Yo te lo dije cuando la encontramos que era nuestra mitad —le reprocha Ben.—Disculpa, Ben —está de acuerdo Bennu y cambia el tema—. ¿Verdad que es muy hermosa nuestra mitad, Ben? Ahora que la podemos ver bien, es realmente linda.A pesar de que son dos entidades en un solo cuerpo, se complementan muy bien. El hombre y el humano están muy felices de al fin estar completos. El enc
Netfis ha escuchado muchas historias que creía leyendas de la gran manada La Maat Ra. Pero jamás se imaginó que su pareja destinada fuera a ser de ella. Por eso presta atención a lo que su mitad le está diciendo. Aunque lo observa detenidamente. Hasta ahora podía notar que a Bennu se le hacía difícil expresarse fluidamente. No era algo que le preocupara porque ella es todo lo contrario.—Mi reina, sé que no tienes ni idea de lo poderosos que somos. Pero pronto podré demostrártelo —dice Ben disfrutando de mirarla con sus propios ojos—. Somos semidioses.—¿Semidioses? —pregunta ahora Netfis realmente sorprendida—. ¿Qué quieres decir?Ben la observa con gran placer, detalla cada una de las facciones de la hermosa joven de la cual tiene la dicha de ser su mitad. Pues recordaba con claridad a su loba Lía y le gusta mucho, pero a la hu
Se ha pasado todo el día en compañía de la nana de Jacking, ella le cuenta de la niñez de él y de muchas cosas más. Fueron al jardín a recoger flores. Realmente es muy hermoso. Tiene algunas flores, que jamás había visto. Pero son preciosas.Luego estuvieron en la biblioteca que es inmensa. Ha escogido un libro, sobre la vida de la diosa Isis, de Egipto. Se quedó dormida leyéndolo. Se despierta, al escuchar unos golpes suaves en la puerta. Es la nana, avisándole que la cena está lista. Baja rápido pensando encontrarse con Jacking, pero él no ha regresado.Toma su cena, ve como poco a poco las sombras cubren todo el lugar. Se queda todo lo posible que puede con la nana, pero la ve cabecear, y se da cuenta de que está muy cansada. Se despide de ella, y sube a su habitación. Son las ocho de la noche, Jacking no ha regresado. Entra a darse un baño
Salen de la manada Luna Nueva al atardecer, corren sin hablar lo más rápido que pueden. Mat está desesperado por llegar, y Ben lo mismo, para poder regresar lo antes posible. Se detienen un instante, cerca del borde de la manada. A Ben le llama la atención, unos extraños montículos, que se repiten como un patrón.— Jacking, ¿no sientes algo extraño en el aire? — Le comenta Bennu.— Sí, ya me había dado cuenta hace unos días. Mi pelo de la nuca, no deja de erizarse—. Le contesta percatándose de que por estar concentrados en Isis ha descuidado las señales de peligro.— Me recuerda el ataque a nuestra manada, en nuestra patria, cuando éramos niños —dice Bennu haciendo que su lobo Ben corra más rápido detrás de Mat.— ¿A ti también? Creía que era idea mía &mdash
Aunque Mat y Jacking son una unidad, no tiene el mismo tiempo de vida. Pues las almas de lobos otorgadas por la madre Luna, muchas veces vienen de otras vidas, y en el caso de Mat, tiene una larga historia antes de que habitara en el cuerpo de su humano. Historia que Jacking desconoce.— Sobre todo con nuestra hermana, que era más débil y frágil. Siempre la colocaba en un hueso de esos —sigue contando Mat.— Ésta humana, cada día me llena de nuevas sorpresas—expresa Jacking preocupado.— Jacking— lo llama Mat, al ver que se acerca a Isis tratando de tocarla— no la toques, dejala. Dentro de esa protección, podremos trasladarla junto con toda la manada.— ¿Estás seguro? —pregunta Jacking.— Sí, así fue como nos trasladaron nuestros padres fuera de Egipto —vuelve a recordar Mat.— No recuerdo nada de eso que dices. &