De inmediato, la complació, haciendo lo que ella le pedía. Merytnert le dio dos besos sonoros, lo estrechó con fuerza por un momento y luego, sin más, tomó a Héctor de la mano y se fue, dejándolo allí, mirando cómo se alejaban felices. Jacking estaba tan feliz de que ella estuviera viva y hubiera regresado a su lado, pero el temor de que le sucediera algo y la volviera a perder lo atormentaba.
Por eso, decidió llamar al segundo al mando de los hombres de Bennu. Les ordenó que la cuidaran, que no la perdieran de vista y que le avisaran ante cualquier eventualidad. ¡No quería que corriera el menor peligro! Suspiró al terminar la llamada y, mientras avanzaba hacia su despacho, se dedicó a pensar en cómo elevar los poderes de Héctor. La mitad de su hermana debía ser muy poderosa. ¡No podía permitir que no fuera capaz de cuidarla cuando se pNo sabía cuánto tiempo había dormido, pero su lobo imaginario, Mat, aún no aparecía. ¿Le habría hecho mucho daño la bruja que había llegado con sus poderes? Ji, ji, ji… poderes. Ay, Isis, ¿quién iba a decir que te convertirías en un ser sobrenatural? Aunque, para ser honesta, ella se sentía igual. Seguramente por eso había podido crear a su lobo. Tendría que imaginárselo de nuevo, muy fuerte y sano. ¡Sí, eso haría! Pero no sabía si funcionaría.La última vez, había estado en una pesadilla y sentía mucho miedo, pero en su cuerpo de humana, ahora estaba dentro del cuerpo de una loba. Eran dos, y no sabía cómo funcionaba eso. Ahora que lo pensaba, tenía el cuerpo humano completo cuando vino esa bruja, lo que quería decir que podía moverse. Déjame ver.
Por fin apareció su beta Amet, y lo vio lleno de felicidad. Le contó que su mitad lo había aceptado como hombre lobo. Eso era bueno, muy bueno. Le dolería mucho si lo hubieran rechazado por eso. Horacio no tenía problemas; la mitad de él también era loba.Amet le explicó que creía que su mitad no era humana, pero no sabía qué podía ser. Teka y él tendrían que averiguarlo, pero ahora ayudar a Isis era lo más importante. Le contó todo lo que había pasado a su beta. Él tomó el libro y se puso a estudiarlo. Jacking estaba impaciente, esperando que él le diera una solución; siempre lo hacía. —Pues, mi Alfa, no hay otra solución que marcar a tu Luna —dijo Amet mirando a Jacking.—Pero ella les tiene fobia a los lobos —dice Jacking desanimado. —¿Cóm
La puerta se abre en aquel momento haciendo que se giren con rapidez para ver entrar a la hermana pequeña del Alfa Supremo. La princesa Merytnert entrando sonriente al despacho al verlos dijo con una gran sonrisa:—¡Vaya! No sabía que a mis hermanos les gustaba despertarme a gritos y jugar a los abrazos tan temprano! —¡Hermanita! —gritó Horacio, levantándola en un abrazo y girando con ella, que reía feliz. Desde niños, se amaban mucho. —¡Meryt, qué hermosa estás! ¡Ven, yo también quiero un abrazo! —dijo Amet, abrazándola. —¡Ven acá, muñeca traviesa! Dame un abrazo como debe ser. El otro día que te vi no pude saludarte bien —la abrazó Bennu. Toda la tensión desapareció con la llegada de su hermana; los transportó a cuando eran
Después de la boda de Netfis, todas las chicas han estado ocupadas con sus respectivos mates, al igual que los chicos. Paul y Alexis decidieron quedarse en el hotel. Marcus no se deja ver, ya que se la pasa con Neiti. Angelina está tan feliz por encontrar a su hermano, sus amigos y su mate, que no ha tenido tiempo de reunirse con sus amigas. Julieta está enfrascada en castigar a Horacio; aunque se queda en su casa, apenas deja que se le acerque. Antonieta es tan feliz que casi camina por las nubes. No quiere separarse de Amet ni un solo instante.Netfis, que se ha quedado sola en la cueva después de terminar el entrenamiento, les manda un mensaje para encontrarse. Tienen un grupo en WhatsApp:—Hola, chicas, ¿qué hacen? —¡Hola, Net! —Antonieta es la primera en contestar—. ¿Cómo va el viaje de luna de miel? —Antonieta, parece que no recuerdas que dije que no me
Merytnert se pone a explicarle a Antonieta lo que significa ostentar ese título. En el lenguaje de los humanos, sería como el rey de todos los hombres lobo. —Entonces, Angie, ¿tú eres una princesa? —pregunta Antonieta, que ahora, al descubrir que su chico soñado es un hombre lobo, quiere conocer todo sobre ellos. Ante la pregunta, Merytnert no sabe qué contestar; se queda pensativa y, al final, asiente. Aún no conoce cómo funciona ese mundo de lobos, pero por ser la hermana del Alfa Supremo, seguramente ese es el título que le darán. —¡Sí, creo que sí! ¡Soy hermana del Alfa Supremo! —termina por contestar—. Pero, Antoni, tu mitad es el Beta de mi hermano. —Ya me lo dijo —responde Antonieta, como si nada. Las tres ríen al ver su actitud; ella no le daba importancia por descono
Merytnert, decidida a ayudar a quien considera su hermano a llevarse bien con su pareja destinada, espera que se quede en la manada con ella. —Yo solo te digo que lo cuides —prosiguió—. Ayer mismo vinieron dos lobas hermosísimas con la excusa de preguntar algo. Pero yo las vi, cómo se desvivían cuando Amet y Horacio salieron del despacho. —¡¿Qué?! ¿A mi chico también lo persiguen? —salta Antonieta—. Yo no seré loba, pero si me encuentro con una cerca de mi chico, la mato. ¡Es mío, solo mío! ¡No lo comparto con nadie! —Ja, ja, ja... —ríen todas, como siempre, ante las reacciones de Antonieta—. ¡Pero sí que se te han desatado los celos, Antoni! Ja, ja, ja... La situación es divertida; todas se sienten felices de estar juntas y de haber encontrado a sus parejas dest
Después de que vino el Alfa Supremo ayer, Isis se sintió mejor. Sabía que él tenía mucho poder y que la ayudaría a salir de allí. Estaba segura de ello. Durmió en la habitación de Jacking, y al menos podía ver a su Mat. Ese lobo malo no había regresado, pero lo peor era que no sabía qué le había sucedido. Tampoco había podido volver a crearlo, y lo extrañaba tanto. Sería más fácil si estuviera allí con ella.Esperaba con ansias la llegada del Alfa para tener noticias de su madre. No había podido volver a hablar con su padre. Sentía su olor, sus caricias y sus besos, pero no podía comunicarse con él.—Isis, ¿dónde estás? Soy el Alfa Supremo, acércate —la llamó con alegría.—¡Hola! Qué bueno que vino —respondió con
El Alfa Supremo vio que su Luna estaba a punto de entrar en pánico y pensó que sería muy difícil que ella aceptara ser una loba. Todo se estaba complicando mucho; si ella no se reconocía como loba, ¿cómo iban a impedir que se convirtiera en humana antes de que Ast estuviera lista?—No llores, Isis, no llores. Cálmate, por favor —pero Isis no lo hacía; se había agachado, con las manos en su rostro, llorando aterrorizada mientras se estremecía por completo. El Alfa quería correr a consolarla, pero sabía que no podía. Sin embargo, se le ocurrió algo—. ¿Isis, quieres ver a Mat?—¡Sí, señor! ¿Puede prestármelo? ¡Lo necesito mucho ahora! —dijo, llorando desconsoladamente.No comprendía por qué, a pesar de que había pasado tanto tiempo, ella segu&iac