Llega la hora de asignarle la prueba y hacer que los engranajes avancen.

Hoy he puesto atención especial en mi atuendo, normalmente no me esmero tanto, compro mis trajes completos, así que no tengo que pensar en combinar, pero el día de hoy amerita un poco de atención.

El hombre que me observa desde el espejo, está arreglado para una reunión de negocios, no para ver a la mujer que le gusta en una galería de arte, ese lugar es algo así como un punto intermedio entre lo formal y lo relajado. Necesito quitar formalismo a mi imagen y opto por eliminar la corbata, aflojar un poco el cuello y como la pelea con mi cabello ya la tengo perdida, no le pongo mente a eso e inicio camino.

Las instalaciones son amplias, elegantes e iluminadas. La encuentro con la atención centrada en un gran y colorido cuadro y aunque es una obra realmente llamativa, mi vista prefiere, por mucho, acariciarla a ella.

Es la primera vez que la veo arreglada de forma tan sobria, se ve elegante y aun así, demasiado