¿Qué se le habrá ocurrido a Giuliano? Algo está tramando...
Violet Salvatore Mi madre llegó a casa después de que Giuliano se fue. Vi que tenía bolsas de compras y eso me daba a entender que había escogido ir de shopping para matar el tiempo y darnos la posibilidad de solucionar o de empeorar la situación sin su presencia. Ella se veía preocupada, pero intentaba disimularlo. -¿Cómo te fue? ¿Cómo se encuentra ella? Necesito saberlo todo- Pensar en lo grande que estaba mi pequeña me distrajo de todo lo demás. Era cada vez más real que pronto la tendría en mis brazos -Está muy grande mamá, hermosa. Ella está bien- Sonreí pero fue más que evidente que la única que estaba bien era mi niña, yo no lo estaba tanto. Mi peso no había subido como debía aunque había intentando ser fuerte para que nada me afectara, no lo había logrado -¿Qué es lo que no me estás diciendo Violet? Quiero saberlo todo- Me miró con total seriedad dejando de preparar leche con chocolate para las dos No tomé más cafeína, tampoco te, mucho menos alcohol. Lo más saludable er
Giuliano RizzoSabía que Violet no era una chica fácil y eso era lo que más me gustaba de ella, fuera o no masoquista hasta sus maltratos e insultos me resultaban atractivos. Creo que lo primero que me encantó de ella fue que me odiaba. Sabía que sería mi esposa, pero ella no y me desafiaba constantemente. Luego los besos que le robé y todo lo que pasó después fue algo que hizo que más me gustara. Fue Violet la mujer que me cuidó sin pedir nada a cambio solo porque así quería hacerlo y quién guardó sus lágrimas buscando ser fuerte solo para mí. Fui tan estúpido de perder lo único real que tenía en mi vida y por una mujer con quién nada sucedió. Jamás supe ni su nombre, no me interesó ni saber quién era. Violet era mucho mejor en todos los sentidos y totalmente natural. Ella no fingía nada solo porque soy millonario y poderoso. No siente ni miedo de mi, aunque en este momento soy yo quien siente miedo por ser rechazado, por no poder arreglar esta estupidez que cometí por imbécil. Mi a
Giuliano RizzoSiempre mi abuelo dijo que nadie ve todo lo bueno que haces, sino que te juzgan por el mínimo error que puedas cometer. También que la confianza se pierde muy fácil, pero que recuperarla no siempre es posible, y viendo la desconfianza con que me mira Violet cada vez que le hablo me demuestra que no estaba equivocado. Sus palabras siempre son sabias. Apenas es el primer día que comenzaré a convivir con Violet de nuevo, pero se siente muy diferente ahora. Ella desconfía más de mi que antes cuando era poco más que un extraño en su vida. No sé que hacer para ganar su perdón y por más que pensé hacer mil y una cosas distintas no se si sea suficiente. Estoy algo nervioso, pero también emocionado y un poco decaído a la vez, ya no se que sentimiento predomina de todos los que estoy experimentando ahora mismo. Fuimos a distintas tiendas y yo no tenía idea de que tamaño de ropa comprar para un bebé, ni siquiera he sostenido uno en toda mi vida, la primera será nuestra hija y e
Violet SalvatoreNo puedo hacer muchas cosas por mi misma, pero no quiero que Giuliano haga algo por mi. Su presencia me desestabiliza y recuerdo mil cosas que no debo. Me acuerdo cómo se resistía a darme cariño, como se ponía nervioso con cada abrazo o muestra de afecto que le daba y ahora solo quiere obtener eso que se cansó de rechazar. Lo tengo a mis pies, de rodillas poniendo un calzado en mis pies. No quiero verlo, siento ganas de matarlo y también de besarlo, de sentir sus manos en mi piel. Me atacan los recuerdos sin piedad, lo necesito. Ha pasado mucho tiempo desde que me tocó por última vez, pero saber que yo solo era suya mientras que él no solo era mío me hace detestar su cercanía. Dejo de pensar en lo que no debo cuando noto que en mi cuarto hay cosas que han cambiado. Un mueble, sus perfumes y productos de aseo encima es lo primero que noto. En mi sofá, su almohada y las mantas me hacen notar que no podré alejarlo. -Tienes que estarme jodiendo, llévate todo eso. Ahora
Violet SalvatoreMi respiración agitada por tenerlo aquí es normal, pero contrario a lo que mi cuerpo me pide, es porque no deja de sacarme de quicio. Si tuviera un jarrón se lo partiría en la cabeza o le estaría aventando con lo que encontrara pero se que mi madre me mataría por eso. Debo contenerme, contar hasta tres mil. -Déjame sola, ¿Qué más quieres de mi? No sabes lo difícil que es tener que dormir aquí contigo- Ya me había fastidiado lo suficiente, desde que desperté lo tuve metido aquí y ahora tener que dormir con él en boxer mostrando todo su cuerpo que aún me parecía atractivo ¡A quien no le va a gustar, si está como quiere el condenado!- Guardé mi pensamiento para no hacer crecer su ego, que ya es enorme. -¿De verdad quieres saber que más quiero?- Me miró de arriba a abajo y se acercó a mi. Aquí vamos de nuevo pensé -No te acerques más- Cuánto más lejos, mejor. No tiene que aproximarse así con ese aire tan seductor, mi cuerpo corre peligro o tal vez el suyo, malditas ho
Giuliano RizzoTenía planeado despertar a Violet de una manera que se bien cuánto le encanta, ¿Por qué no hacerlo? Tal vez así acabe perdonándome o dejándome entrar en su cuerpo de nuevo. Lo que sucediera lo aceptaría con gusto. Valery me advirtió que por momentos ella se quejaba de dolor, tal vez por los movimientos de la niña y que hubo muchas oportunidades donde se levantó apresurada a verificar que todo estuviera bien. Mi mente tan pervertida lo tomó como un obsequio divino. Aprovecharía su sueño pesado para darle satisfacción. Con desconfianza se durmió y yo esperé el momento justo en el que hice ruido intencionalmente descubriendo que ni se sobresaltaba, así que era momento de actuar. Metí mi cabeza entre sus piernas y busqué su centro. Empecé a tocarla, saborearla por completo, succioné con habilidad cada centímetro alterando la intensidad y la fuerza. La sentí gemir y moverse, abriendo más sus piernas para darme libertad absoluta. Hasta jaló mi cabello perdida en el éxtasis
Violet SalvatoreLa conversación que tuvimos se extendió por lo que me pareció una eternidad, pero no fue aburrida sino una lucha de poderes para saber quién ganaba ésta batalla. Acabé perdiendo y durmiendo con su pecho pegado a mi espalda, totalmente envuelta en el calor que su torso y brazos tatuados me brindaban. Él no había cambiado, seguía siendo la misma bestia de la que me había enamorado y no sabía si eso era malo o bueno. Giuliano no había nacido para ser un príncipe, era más bien un gran desastre. Su vida jamás podría ser estructurada ni organizada como la de cualquier otro hombre, él hacía lo que le venía en gana. Aunque tuviera treinta años por momentos me parecía un adolescente rebelde incorregible. Sus ojos desprovistos de sentimientos no hicieron más que hechizarme cuando nos casamos. Mientras más tiempo pasaba intentando domesticar a la bestia y buscando descifrarlo más me gustaba. Me dejé seducir y envolver con su rudeza. Giuliano no me hizo promesas, no compró mi c
Violet SalvatoreUna semana desde que Giuliano llegó para quedarse ha transcurrido, ¿Qué ha pasado? Se ha aprovechado en cada oportunidad para meterme mano, besarme y para ser detallista a su manera. No defino si es la mejor, pero se que el no es tradicional, sino que tiene su propia manera muy particular de ser. Cada día discutimos por diversos motivos. El principal, el nombre que llevará la niña. Giuliano insiste en que se llame Giuliana y no es lo que yo deseo. Cada nombre que he sugerido le ha parecido corriente para su imponente apellido. -¡Me importa una mierda tu puto apellido!, ¿Lo entiendes?- Le grité olvidando hasta que mi madre estaba presente, completamente harta -Eres tan linda cuando maldices e insultas, ¿Te casas de nuevo conmigo?- Mi enojo disminuyó un poco y le dió paso a la sorpresa, muchas veces creo que está completamente loco y otras veces, como ésta, lo confirmo-Ustedes dos están locos. Acepta Violet, son tal para cual- Mi madre tomó su cartera y se fue despu