Violet SalvatoreNo puedo hacer muchas cosas por mi misma, pero no quiero que Giuliano haga algo por mi. Su presencia me desestabiliza y recuerdo mil cosas que no debo. Me acuerdo cómo se resistía a darme cariño, como se ponía nervioso con cada abrazo o muestra de afecto que le daba y ahora solo quiere obtener eso que se cansó de rechazar. Lo tengo a mis pies, de rodillas poniendo un calzado en mis pies. No quiero verlo, siento ganas de matarlo y también de besarlo, de sentir sus manos en mi piel. Me atacan los recuerdos sin piedad, lo necesito. Ha pasado mucho tiempo desde que me tocó por última vez, pero saber que yo solo era suya mientras que él no solo era mío me hace detestar su cercanía. Dejo de pensar en lo que no debo cuando noto que en mi cuarto hay cosas que han cambiado. Un mueble, sus perfumes y productos de aseo encima es lo primero que noto. En mi sofá, su almohada y las mantas me hacen notar que no podré alejarlo. -Tienes que estarme jodiendo, llévate todo eso. Ahora
Violet SalvatoreMi respiración agitada por tenerlo aquí es normal, pero contrario a lo que mi cuerpo me pide, es porque no deja de sacarme de quicio. Si tuviera un jarrón se lo partiría en la cabeza o le estaría aventando con lo que encontrara pero se que mi madre me mataría por eso. Debo contenerme, contar hasta tres mil. -Déjame sola, ¿Qué más quieres de mi? No sabes lo difícil que es tener que dormir aquí contigo- Ya me había fastidiado lo suficiente, desde que desperté lo tuve metido aquí y ahora tener que dormir con él en boxer mostrando todo su cuerpo que aún me parecía atractivo ¡A quien no le va a gustar, si está como quiere el condenado!- Guardé mi pensamiento para no hacer crecer su ego, que ya es enorme. -¿De verdad quieres saber que más quiero?- Me miró de arriba a abajo y se acercó a mi. Aquí vamos de nuevo pensé -No te acerques más- Cuánto más lejos, mejor. No tiene que aproximarse así con ese aire tan seductor, mi cuerpo corre peligro o tal vez el suyo, malditas ho
Giuliano RizzoTenía planeado despertar a Violet de una manera que se bien cuánto le encanta, ¿Por qué no hacerlo? Tal vez así acabe perdonándome o dejándome entrar en su cuerpo de nuevo. Lo que sucediera lo aceptaría con gusto. Valery me advirtió que por momentos ella se quejaba de dolor, tal vez por los movimientos de la niña y que hubo muchas oportunidades donde se levantó apresurada a verificar que todo estuviera bien. Mi mente tan pervertida lo tomó como un obsequio divino. Aprovecharía su sueño pesado para darle satisfacción. Con desconfianza se durmió y yo esperé el momento justo en el que hice ruido intencionalmente descubriendo que ni se sobresaltaba, así que era momento de actuar. Metí mi cabeza entre sus piernas y busqué su centro. Empecé a tocarla, saborearla por completo, succioné con habilidad cada centímetro alterando la intensidad y la fuerza. La sentí gemir y moverse, abriendo más sus piernas para darme libertad absoluta. Hasta jaló mi cabello perdida en el éxtasis
Violet SalvatoreLa conversación que tuvimos se extendió por lo que me pareció una eternidad, pero no fue aburrida sino una lucha de poderes para saber quién ganaba ésta batalla. Acabé perdiendo y durmiendo con su pecho pegado a mi espalda, totalmente envuelta en el calor que su torso y brazos tatuados me brindaban. Él no había cambiado, seguía siendo la misma bestia de la que me había enamorado y no sabía si eso era malo o bueno. Giuliano no había nacido para ser un príncipe, era más bien un gran desastre. Su vida jamás podría ser estructurada ni organizada como la de cualquier otro hombre, él hacía lo que le venía en gana. Aunque tuviera treinta años por momentos me parecía un adolescente rebelde incorregible. Sus ojos desprovistos de sentimientos no hicieron más que hechizarme cuando nos casamos. Mientras más tiempo pasaba intentando domesticar a la bestia y buscando descifrarlo más me gustaba. Me dejé seducir y envolver con su rudeza. Giuliano no me hizo promesas, no compró mi c
Violet SalvatoreUna semana desde que Giuliano llegó para quedarse ha transcurrido, ¿Qué ha pasado? Se ha aprovechado en cada oportunidad para meterme mano, besarme y para ser detallista a su manera. No defino si es la mejor, pero se que el no es tradicional, sino que tiene su propia manera muy particular de ser. Cada día discutimos por diversos motivos. El principal, el nombre que llevará la niña. Giuliano insiste en que se llame Giuliana y no es lo que yo deseo. Cada nombre que he sugerido le ha parecido corriente para su imponente apellido. -¡Me importa una mierda tu puto apellido!, ¿Lo entiendes?- Le grité olvidando hasta que mi madre estaba presente, completamente harta -Eres tan linda cuando maldices e insultas, ¿Te casas de nuevo conmigo?- Mi enojo disminuyó un poco y le dió paso a la sorpresa, muchas veces creo que está completamente loco y otras veces, como ésta, lo confirmo-Ustedes dos están locos. Acepta Violet, son tal para cual- Mi madre tomó su cartera y se fue despu
Violet SalvatoreLe muestro a mi madre los resultados médicos anotados y ella sonríe feliz de que esté todo bien con mi embarazo. -¿Dónde fue Giuliano? ¿Hay algún problema? Espero que no le pase nada- Ella se ve preocupada por la prisa con que Giuliano se fue de aquí y es cuando pienso que tiene motivos para preocuparse, yo también los tengoRecuerdo cuando él salió tan rápido y volvió cubierto de sangre y se me paraliza el corazón de miedo. Espero que no tenga que utilizar un arma para defenderse de nadie. Él está un poco distraído y se que eso puede transformarlo en un blanco más fácil. -¿Crees que le pasó algo? Ahora estoy preocupada y pensando lo peor mamá- Sentía mi corazón golpeando con fuerza en mi pecho y como mis manos sudaban. Tendría que haberle dicho que se quedara aquí, si algo le sucede no voy a perdonármelo -Llámalo, es lo mejor que puedes hacer- Sugirió mi madre y no lo pensé dos veces. Marqué su número y esperé poder saber que todo estaba bien -Amor, ¿Me extrañas?
Giuliano RizzoMe esmero en hacer algo especial y reivindicar mi estúpido error. Me dió más placer masturbarme en la ducha con mis dedos en el coño de Violet de lo que sentí con mi polla en la boca de esa mujer de la cual no se ni como se llama. Se que Violet creyó que el médico prohibiría el sexo, pero no lo haría. Allí comprobé que el no está interesado en ella, aunque no puedo dejar de sentir celos, joder.Llegué a la conclusión de que lo único que puede hacer que gane su perdón es volver a dónde todo comenzó a fallar entre los dos y ser el hombre que ella desea así no tenga idea. Estuve buscando hasta porno de embarazadas para saber cómo demonios podría hacerle el amor a Violet sin lastimarla de algún modo. Que patético saber que debía recurrir a internet para saber que hacer cuando siempre fui súper adicto al sexo. Ahora estoy nervioso y no puedo evitarlo. El miedo me recorre y el temor a ser rechazado no hace más que aumentar. Mi seguridad se fue al carajo cuando ella me aband
Giuliano RizzoMis manos por su cuerpo mientras permanezco entrando y saliendo de su interior. Este es el paraíso en este preciso momento donde solo somos ella y yo, además de la niña que hace algunos movimientos. Su mirada conectada con la mía hace que no pueda mirar nada más. Jamás sentí ésta misma conexión ni tanta satisfacción al ver una mujer disfrutar. Siempre mi ego aumentaba al sentir como llegaban al orgasmo sin necesidad de hacer más que follar como un salvaje. Eso era el sexo para mí, pero con Violet siempre fue distinto y no solo por haber sido el primer hombre en su vida, sino porque con ella hay sentimientos de por medio. Veo como su espalda se arquea mínimamente y como su cabeza se inclina hacia atrás. Sus ojos se cierran y sus piernas me hacen sentir preso mientras tiembla y se corre. Sentí tanto placer y me excitó tanto verla disfrutar así que acabé corriéndome yo también sin haber hecho demasiado. Lo peor no fue terminar así, sino que ella se quedó profundamente do