Rayo de SolHe tenido una vida muy interesante, dos hermosas hijas, un compañero al que amo y amare por toda la eternidad. Él es un buen macho, aunque en ocasiones se equivoque, pero siempre enmienda sus errores y lo que hace es para el bien general y lo amo por ello. Es por ello que le he estado ocultando un pequeño secreto, porque conociendo a Remo, me dejaría encerrada y el custodiando a todos los que se me acerquen. A veces es tan intenso que me enojo con él. Pero no creo que pueda ocultar por mucho tiempo más este secreto, por suerte Remo jamás ha cuestionado mi vestuario, eso me ayuda a pasar desapercibida, aunque por las noches me abraza, él aún no se de cuenta.Como en ocasiones anteriores estamos visitando una manada, pero a diferencia de las otras manadas, estamos en la manada de Cael, mi descarriado cuñado. Sinceramente me he encariñado con él, pero ha actuado tan mal que no veo un final feliz para él.-¿qué pasa mi rayo de sol? ¿qué te inquieta?-pregunta Remo a mi lado, es
CaelHoy mi pequeña princesa cumple siete años, mis hermanos vendrán con sus compañeras, será la primera vez que nos reunamos todos, desde la muerte de madre.Mi manada a cambiado, como yo. Ahora tenemos omegas, mestizos y algunos humanos emparejados. Hace unos años rescatamos, sin saber, a unos doctores humanos, que estaban siendo perseguidos por lobos, que cazan humanos para ir a venderlos a los vampiros, como alimento. Resulto que luego me pidieron permanecer en la manada y los acepte. Si bien, no todos estaban conformes con esa desición, de apoco se han ganado el respeto de mi manada. Y gracias a Morgan, han podido aprender de nuestros cuerpos con sus sanadores.Aun no la puedo superar, cada vez que la veo siento el dolor de la perdida y me sumo en la oscuridad. Ella tuvo a su cachorro, un alfa, no tuve que esperar mucho para descubrir que era mi cachorro. Él que también había rechazado. Kratos casi se volvio loco, cuando vió a ese chupasangre llevando en sus brazos a mi cachorro.
Morgan Mi vida es una rutina que nunca acabara, a veces ruego a la diosa luna para que me de algo más de emoción, que decidir que vestido ponerme. Odio los vestidos, pero al ser hija de dos alfas se esperan grandes cosas de mi. No asisto al colegio como la mayoría de lobos de mi edad, a los 17 años me estan preparando para ser una luna, aunque nadie me pregunto si eso es lo que quiero. Soy Morgan Rossi, tengo 17 años y para esta manada soy la hija beta del alfa y la luna, ambos alfas, pero en realidad soy una omega. Mis padres me hacen tomar un té asqueroso cada mes, para que mi escencia de omega sea opacada por una de beta. Cada dia esta planeado por mi madre, la luna Sara de la manada Sunrise, nada es mi desición, ni siquiera que comer. Anoche nos llego la invitación de que el alfa Ammos Mcvoy por fin tomaría una luna, o mejor dicho, tomaría a su luna, no a la puta que tenía antes. Que decirles en el mundo de lo lobos abundan los chismes y mas aun cuando el alfa es tan libertino
MorganEstos ultimos cinco días he estado encerrada en mi habitación, ya que mi madre descubrío a Gwen, dandome un pedazo de su pastel de chocolate. No se que le habrán hecho a esa pobre y amable omega, toda la manada sabe que no deben de darme de comer o hablarme, pero ella se negaba a obedecer. Cinco días solo tomando agua del baño y comiendo una galleta seca que le pasan a través de la puerta. Todas las noches madre viene con guardias a revisar mi habitacíon por posibles infracciones, puedo ver la molestía de estos al obedecer a su luna, pero nadie puede hacer nada. Ha sido unos dias para el olvido.He estado pensando en escapar, ya que en unos días cumplo 18 años y me da terror encontrar a mi compañero en esta manada, mi madre no dudaría en exigir que lo rechace o algo mucho peor. Quizas en esta ascención pueda escapar o pedir asilo en la manada del Alfa Ammos.Los vestidos son espantozos, pero soy excelente en enmascarar mi disgusto frente a madre, ella jamás a intentado contact
MorganDespues de comer el delicioso sándwich, oculté todo rastro, me cepillé los dientes, ventilé la habitación, limpie y termine por ordenar todo, luego preparé mis maletas, perdón, mi única maleta. Así me fui a dormir, con una incertidumbre de lo que se me venía, al día siguiente me levanté una hora antes de que todos se despertaran, me preparé y quedé afuera de la casa de la manada, esperando a que mis padres desayunaran y bajaran, una vez que lo hicieron me informaron de que debería de viajar con ellos en el mismo vehículo pero que me sentara adelante, para que mi olor no los afectara en su ropa, así que estaba sentada adelante con el simpático capitán Roger que iba conduciendo, no me dijo nada solamente me quedo mirando.Mis padres iban atrás, subieron la ventana que nos separaba, ellos iban aislados por lo tanto iba feliz, en eso siento que el capitán saca algo de su bolsillo, veo que es un alfajor sin pensarlo dos veces me lo devoro, de ahí el camino fue mucho más amable. Tend
MorganCómo era de esperar mi madre me mandó a dormir sin cenar, se excuso diciendo a los demás de que había comido mucho en el camino y que me sentía mal. Dijo que si seguía comiendo prácticamente iba a tener que entrar rodando a la ceremonia de Asunción de la nueva luna.Fui al dormitorio que compartíria con una de las guerreras, me quedé ahí, tirada sobre la cama, no fui capaz de quitarme la ropa, hasta que apareció mi madre muy molesta diciéndome que me colocara el pijama que habia comprado para mí y que quedara ahí esperando, que era probable que me fueran a buscar, que si alguien iba a verme tenía que abrirle la puerta, cuando le quise preguntar a qué se refería, mi madre me golpeó.... fue la primera vez que sentí su furia en mí, tenía mi labio partido, pude sentir a los guerreros presentes cómo empezaron a tensar sus cuerpos a ver que mi madre me golpeaba. Como no me moví entonces volvió a golpearme, esta vez en mi mejilla, para luego volver a preguntar:-¿por qué haces esto, p
MorganEran las 10:00 de la noche y seguía con mi pijamas de franela rayas, esperando a que vinieran a buscarme. No tenía hambre, porque había comido gracias a todos los guerreros en el camino. Mi madre sospechaba de que estaba prácticamente famelica y no podría hacer mucho, todavía me rondaban las palabras de Milca, donde me explicaba que madre no era mi madre real. Y eso todavía me había dejado aún más confundida, aunque en el fondo siempre supe que el odio de madre hacia mí no era sano y tampoco natural.-¿estás segura de lo que dices?-le pregunté a mi loba.-sí, no siento que ella sea tu madre, puedo sentir que el Alfa es tu padre pero tu madre no es la luna, esa mujer que vino no se siente como tu madre, no está el lazo que te une a tus padres-explicaba Milca.-oh, eso explica algunas cosas-dije recordando las veces que madre se refirio a mi como la bastarda.-la verdad no entiendo mucho, pero nosotros los lobos podemos sentir el vínculo con nuestros padres, pero tú no tienes nin
CaelPudimos salir de la manada rumbo la manada de ese infeliz, yo iba con muy mal genio, con horas de retraso, esto gracias a Verónica la cual no se tomó bien mi rechazo, élla amenazó a cuanta hembra en la manada, de que sí se acercaba a mí iba a ser destarrada. Ya que ella era mi luna.Luego de solucionar ese problema y de aclararle a Verónica que ella era nada para mí, pude salir a mi compromiso. Tanto como Sax como Fred, se burlaban de mí, ya que siempre tuve inclinaciones por tomar a lobas mas conflictivas y tóxicas, como ellos mencionaban, además me dijerón que el día que la diosa luna me otorgara una compañera, sería la más sumisa de todas. Esto me ponía mal, ya que no quería una loba sumisa, quería una loba fuerte, bella, una guerrera, una alfa, eso es lo que yo quería para mi manada y eso es lo que iba a conseguir, no aceptaría nada menos.-¿te has calmado un poco?-pregunto Fred, mi beta.-estoy realmente cabreado con la actitud de Verónica, debería haber terminado mucho ante