Cael

Luego de comer y de que Anita, me diera otro sermón por haber caído por la cascada, le pedí que se sentará y así tratar de convencer de que me acompañe, aunque estaba reacia de salir de la seguridad que le brindaba la cabaña, se preocupaba que saliera en mi estado caminando hacia mi manada.

-¿no entiendo porque debes regresar, acaso una esposa o esposo te espera?-pregunto curiosa y me hizo reír con sus ocurrencias.

-no tengo a nadie, responde algo Anita ¿has visto lobos? ¿brujas?¿vampiros?-algo me decía que mi cuñada una vez más estaba un paso adelante.

-sí, pero nunca se detienen, solo las simpáticas brujas que pasan a tomar té o en ocasiones solo a saludar. Sé que hay una manada cerca y que el alfa no quiere a los humanos, hay historias muy desagradables de ese alfa y espero no cruzármelo nunca-respondía Anita ajena de que ese alfa era yo.

-te puedo asegurar que nadie te lastimara, yo pertenezco a la manada Darkness, soy un lobo, tu cabaña está en su territorio, aún no entiendo