Huir

Morgan

He perdido la cuenta del tiempo que he estado encerrada. Cael sale durante las mañanas y en algunas ocasiones en la tarde, lo sé porque la luz de la luna entra por la ventana y es la única conexión que tengo con mi diosa. Todos los días rezo para que me encuentren, algo ha hecho Cael que impide que Milca o yo podamos contactar o enlazar con mi manada. Tengo grilletes y uno de mis tobillos, el cual no me deja avanzar mucho más alla de la cama.

Me baño con él durante las mañanas, desayunamos juntos y luego él desaparece para volver a la hora del almuerzo y vuelve a desaparecer. Me ha traído algunos libros, no hay televisor, no hay radio, no hay nadie, solamente yo, esta cama y una Milca, que está entrando a darse cuenta de que estamos cautivas y hemos sido secuestradas, no es la felicidad conyugal que ella esperaba con nuestro compañero, esto está mal, muy mal y siento que va a empeorar.

-¿cómo estás preciosa? ¿me has extrañado?-dijo Cael, entrando en la habitación y cerrando la
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