— ¿En serio?

La voz de Javier estaba llena de alegría, y se apresuró a decir: —¡No puedes echarte atrás!

¡Tenía muchas ganas de probar aquel coche!

—No, te invito a cenar esta noche y te doy las llaves.

—Bien, no necesitamos cenar muy lujoso, vamos a Cocina Imperial.

Cocina Imperial era un restaurante de seis estrellas en Imperialia. No sólo era caro, sino que había que reservar con medio mes de antelación.

Los ingredientes se importaban diariamente desde el extranjero y eran de la mejor calidad, por lo que muchos ricos de Imperialia eran muy aficionados.

Sería fácil gastarse al menos 700.000 dólares al entrar en Cocina Imperial.

Natalie puso los ojos en blanco, —¿Crees que no es lujoso? ¿Sabes cuánto gano al mes?

—Claro que tu sueldo no es suficiente, pero sé que has ganado mucho dinero antes en el extranjero diseñando. Y te llevas bien con el dueño de Cocina Imperial.

Natalie se echó a reír, —Vale, ahora reservo una mesa.

—Vale, estaré allí después del trabajo.

Colgando el teléfono,