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—¡Abuelo, no puedes hacerme esto! Soy tu nieto. Andrés bajó la mirada —¡Solo vete! —exclamó con fuerza y rabia. Llamaron a la puerta y un guardia entró Marcus sonrió al ver que su sobrino por fin recibía su buen merecido, luego del daño que les había causado. —Escolten a este hombre hasta la salida de la empresa —exigió Marcus Álvaro sintió que lo tomaban con fuerza del brazo y era sacado, gritó, berreó y pataleó, mas nada pudo hacer, al final fue echado del lugar. Pilar abrió ojos enormes al darse cuenta de lo que ocurría, fue hasta la sala de juntas y cuando vio ahí a Marcus Ford, casi se desmaya —¿Estás bien, Pilar? —¡Marcus, estás vivo! Marcus… —ella se abalanzó a sus brazos, sollozando como una niña Marcus se sintió incómodo y Andrés los miró con extrañeza. Él tenía un objetivo claro, y era despedir a Pilar, luego de confesarle su amor, Marcus tenía claro que ella no podía seguir a su lado, y que generara algún problema con Evana. Mansión Ford. Sabrina se despidió
—¡Sabrina, espera! —gritó Jonathan Grimm al ver que la mujer se iba de su alcance. Ella se alejaba a toda prisa, una lluvia comenzó a caer, se sentía perdida, solo quería ir a casa, hasta que se detuvo. «¡Ni siquiera tengo una casa, ningún hogar en el mundo, mamá ya no está, y mi padre, aunque me ame, tiene a Fátima, esa mujer nunca me dejará volver!», pensó con tristeza. La lluvia fría la empapaba. —¡Sabrina! Escuchó la voz de ese hombre, pero no quería verlo, estaba de espaldas, sintiendo como su corazón se empequeñecía, él intentó tocarla, y ella se deshizo del agarre, recordó cuando lo vio con esa mujer, era como una herida ardiendo en su interior. —¡¿Qué es lo que quieres?! ¡déjame en paz! Vuelve con tu amante, vuelve a tu momento de placer, no regresaré hasta que hayas terminado, ándale, vuelve con ella. —Basta —dijo él mirándola con estupor—. Escúchame, por favor. —No quiero escucharte nada. —¿Por qué te pones así? Sabes perfecto que estamos casados solo por el bebé. E
—¡¿Qué has dicho?! —exclamó Marcus —¡Es mentira, abuela! —gritó Álvaro desesperado Fátima miró a su esposo con absoluta decepción —Juraste nunca decir nada, Andrés. —Lo sé, pero, si la vida de mi hijo está en riesgo, no me importa romper la promesa —dijo Andrés Fátima negó, una lágrima corrió por su mejilla, sintió dolor que su esposo dijera la verdad, que ella no quería que nadie supiera. —Entonces, es cierto, Ismael no es tu hijo… —dijo Marcus con la voz muy apagada —No lo es, pero lo amé como tal, y a ti también Álvaro, incluso ahora te amo, pero, tu maldad me ha sobrepasado, no ha forma de salvarte, más que haciendo esto, echándote de mi lado, para que te hagas hombre. —Te odio, juro que te arrepentirás de esto. Álvaro subió la escalera, Nicol y Stella lo siguieron de inmediato. —Álvaro no es malo, él no pudo hacer nada de lo que lo acusan, debe ser un error. Marcus la miró con dolor. —Es verdad, me creas o no, madre, lo que no puedo creer es… ¿Engañaste a papá? —No vo
Al día siguiente. Cuando Sabrina abrió los ojos, vio a Jonathan a su lado, en la misma cama. «Debió quedarse aquí a velar mi sueño, por no debo confundir esto como si él sintiera algo más por mí, todo lo hace por su bebé, sí, es solo por su hijo, él ama a su hijo, pero no a mí», pensó y acarició delicadamente su rostro, pero al pensar que pudiera despertar decidió alejarse, cuánto antes. Ella se levantó, fue a darse un baño y se cambió de ropa, él abrió los ojos, no la encontró ahí, se levantó apurado, tuvo un temor que quería callar, que huyera de su lado, sin embargo, la encontró saliendo del cuarto de baño, ya vestida. —¿A dónde vas? —exclamó y tocó su rostro, quería saber si tenía fiebre, ella estaba fresca, pero dio un paso atrás, rechazando su cercanía. Eso dolió en el corazón del hombre, ninguna mujer antes lo rechazo, no de una forma tan clara, eso no le gustó. —Estoy bien, quiero visitar a mi padre, a mi hermano. —Te llevaré. Ella no se negó, no tenía su auto, así que
Evana lanzó la prueba al cesto de basura, limpió sus lágrimas, respiró profundo. «Pronto sé que tendré un bebé, pronto será el día, no debo entristecerme», pensó. Empresa Ford. La mayoría de los empleados estaban muy felices de ver a Marcus Ford de vuelta, excepto por los tres socios aliados de Álvaro, pero a Marcus poco le importaba. Estaba por entrar al despacho, cuando sintió el abrazo de Pilar, fue inútil resistirse porque la mujer se abrazó a él como si fuera un salvavidas, aferrándose con fuerzas. Fue una situación incómoda, todos pudieron verlo. Él se alejó un poco. —Controla tu frenesí, Pilar, estoy bien, gracias por alegrarte. —¡Es que estaba tan triste! Sentí que me volvería loca. Él la miró con incredulidad, el señor Swift lo miró, luego Marcus solo sonrió y entró en la oficina, seguido por Swift. —¿Ves ahora a lo que me refería sobre Pilar? —Sí, señor Ford, ahora puedo verlo, no la despedí antes, porque sucedieron tantas cosas. —Lo sé, me encargaré yo mismo, le
—¡Maldita loca Pilar! Evana, ¡Juro que yo no hice algo así! Solo la despedí, le expliqué los motivos, debes creerme —dijo Marcus desesperado y furioso —¿Qué motivos? —exclamó Evana —El día de la boda, no te lo dije, pero… ella… —Te besó y te dijo que te amaba —dijo ella Marcus la miró con desconcierto, sin entender porque lo sabía todo. —¿Cómo lo sabes? —Lo siento, Marcus, lo vi y escuché todo, luego, olvidé decírtelo, pero, tuve un enfrentamiento con Pilar, me dijo que te amaba, que iba a luchar por ti, fui bastante cruel con ella, pensé que entendería, nunca imaginé que se vengaría de ti, amor, lo siento —dijo Evana pensando que ella tuvo que ver en el loco actuar de Pilar. —No es tu culpa, cariño, es solo culpa de ella misma, es una mala persona, al final, cuando alguien tiene el mal dentro de sí, terminará emergiendo, no importa cuánto intente cambiar. —¿Qué vamos a hacer? Esto te va a perjudicar muchísimo —dijo Evana con angustia. Marcus asintió. —Lo sé, pero, saldré ade
Marcus daba vueltas por el jardín, se sentía tan fastidiado, recordaba las palabras de su madre, su golpe, sentía rabia. Pensó en lo que le dijo Evana, decidió poner manos a la obra. Tomó su teléfono y llamó, o tardó ni dos sonidos, cuando la mujer respondió, su voz parecía ansiosa —¿Qué es lo que quiere? Supongo que, va a maldecirme y a odiarme. —Dijiste cosas horribles sobre mí, ¿Qué puedo pensar al respecto, Pilar, ¿Qué puedo decirte? —Lo acusé porque es verdad, usted me hizo daño, abusó de su poder, lo usó contra mí, soy una víctima suya, no quiera juzgarme, no revictimizarme. Marcus sonrió, la mujer parecía estar jugando un juego, una doble cara, como si pensara que él pudiera grabar la llamada, estaba muy a la defensiva, Marcus supo que mientras ella tuviera esa postura, no iba a poder obtener lo que quería, debía suavizarla, recordó las palabras de Evana, una mujer despechada puede ser el peor enemigo de un hombre, pero una mujer enamorada daría el mundo por él. —No quier
Pilar subió a su auto, condujo a toda prisa, alejándose del lugar. Marcus estaba feliz, llamó a Evana y le contó todo. —Estaré ahí en poco tiempo, amor, celebraremos. Ella colgó la llamada, lo esperaba con ansias. Álvaro estaba enfurecido, miró a su madre. —¡No debiste dejarle ir de casa! Lo arruinaste. —Hijo, no pude retenerla. Álvaro no soportaba siquiera verla. Se alejó e hizo una llamada. —¿Cuándo me dará el dinero para comprar las acciones? —Espera un poco, nieto querido, no quieras correr, cuando apenas puedes gatear, pronto comprarás esas acciones, volverás a la empresa como el caballo de troya, directo a destruirla —dijo el hombre Álvaro colgó la llamada. Evana bajó la escalera, encontró a Fátima ahí, recibió llamadas al respecto del caso de Marcus, y miró el video donde se probaba la inocencia de su hijo. Colgó la llamada, estaba tan petrificada. —¡Mi hijo es inocente! Evana le miró con desdén —Eso es obvio, Marcus siempre ha sido inocente, él es el mejor de lo