AL LLEGAR A LONDRES viene a mi mente la última vez que estuve aquí. Fue mientras salía con Pablo, me acompañó cuando fui a visitar a unos tíos paternos, me lo pasé muy bien y fue muy divertido salir con él. En ese viaje también nos sirvió para darnos cuenta de que no estábamos enamorados y de que éramos muy buenos amigos.
Llegamos al hotel a las once de la mañana y las primeras cuatro horas las paso sola. Lola tiene que ir con sus compañeros a la agencia para ultimar los detalles del desfile.
La habitación donde pasáremos todo el mes es muy grande, de hecho más que una habitación es un apartamento, en él estaremos con dos de las cinco modelos que junto a Lola forman el grupo que desfilará. A parte de ellas también hay dos chicos.
Durante el vuelo en avión tuve que apagar el móvil y al encenderlo tengo una llamada perdida de Lucas. No quiero pasarme todo el viaje pensando en él, así que decido apagarlo mientras duré el viaje.
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LUCASMIRO PASAR LAS HORAS en el reloj de pared de mi despacho y cuento los segundos que faltan para acabar el trabajo e irme a casa. Una casa vacía donde solo estoy yo con mis demonios.Cuando me fui a Alemania, dejé mi trabajo en la tienda de fotografía para hacer aquel reportaje en la empresa de André. Un buen amigo en común —Rafa—, me ofreció irme a trabajar con él, y como Mia no quería saber nada de mí, me pareció que era lo mejor.Al volver no tenía ni casa ni trabajo, pero André me ofreció su casa y durante un tiempo no estaba mal, pero no podía quedarme para siempre.Llevaba más de cinco años sin hablar con mi padre, él quería que trabajará con él en el negocio familiar y yo me negaba a ello. La última vez que lo vi tuvimos una gran pelea, le dije que no le necesitaba ni a él ni a su dinero, y me fui de su casa para no volver. Y aunque nunca má
ACABAMOS DE LLEGAR a casa, bajo del taxi y Héctor hace lo mismo.—Mia. ¿Podemos hablar un momento? —me pregunta.—Estoy muy cansada. Si no te importa hablamos otro día.—Solo será un minuto.Y antes de que poder decirle que no otra vez, Lola se larga dejándome a solas con él.«¡Maldita sea! ¿Y esta dice ser mi amiga?».Me doy la vuelta para ver como se aleja, y con la mirada que le echo estoy segura de que la habría hecho pedazos, ¡bruja!En ese momento, Lucas sale de mi portal.No puedo creerlo, un mes sin saber nada de él, y ahora lo tengo a unos metros de mí.No tengo otra opción, así que lo utilizo para no enfrentarme a lo ocurrido con el modelo la otra noche.—Lo siento, acabo de ver a un amigo al que hace tiempo que no veo —le digo a Héctor antes de despedirme d
LA BODA ESTÁ SIENDO preciosa, el padre de Lola la lleva del brazo hasta el altar y no puedo evitar emocionarme al verla vestida de novia.Al llegar hasta Tom no puede evitar ponerse a llorar cuando él le dice que la quiere, se cogen de las manos y se mantienen así hasta que el cura les dice que ya son marido y mujer.Aunque intento no mirar a Lucas, no puedo evitar dirigir mi mirada hacía él cuando noto como sus ojos están clavados en mí.Se ha pasado toda la ceremonia sin apartar su mirada y eso me ha puesto muy nerviosa, no sé como lo hace pero aún consigue que mi corazón se acelerase cuando está cerca.Al terminar la boda, todos se acercan para darles la enhorabuena a los recién casados.Lucas se coloca a mi lado, me dice algo pero no logro oírle por culpa de los gritos de los invitados.
EL LUNES POR LA MAÑANA a primera hora, Pierre —mi jefe—, me llama para decirme que vaya a su despacho en cuanto llegue a la oficina.Cuando entro en su despacho lo encuentro acompañado de Anna, la jefa de recursos humanos, y Lluis, el encargado de personal.—Buenos días —digo muy nerviosa. No sé que va a pasar.—Buenos días señorita Stone, siéntese por favor —me dice Pierre que está muy serio al igual que los demás.Llevo seis meses trabajando en la agencia de Lola y Héctor.Después de volver de Londres, Pierre me llamó para ofrecerme un puesto como ajudante de Marisa, la coordinadora de vestuario. Y aunque al principio dude un poco, me pareció que era una buena oportunidad para aprender y acepté.—Sabemos que llevas aquí poco tiempo, pero este último mes te hemos estado evaluando.—¿Ha pasado algo? ¿Hay algún problema con mi trabajo?—Lo siento, ¿t
NO PUEDO DORMIR, no dejo de pensar en él y en lo guapo que estaba esta noche, recordando los buenos momentos que vivimos juntos antes de que todo se estropeara.Sigue siendo el mismo, el chico tan dulce y divertido del que me enamoré, su mirada y como clava sus ojos en mí aún me hacen temblar.Cuando faltan dos minutos para la medianoche recibo un mensaje de Lucas. Una amplia sonrisa recorre mi cara de oreja a oreja, es un mensaje simple pero me hace sonreír como una boba.[[Hola Mia. Solo quería darte las buenas noches. Gracias por el rato que has pasado conmigo. Que descanses. Besos.]]Los días siguientes transcurren como cualquier otro, el día más loco fue ayer en la despedida de Marisa que fue a lo grande, es una mujer muy dulce y que siempre se preocupa por los demás, se notó su falta cuando se fue, todos acabamos llorando de emoción.Una de mis mejores amigas se marcha para seguir s
—TÚ, ¿QUÉ ESTÁS haciendo aquí?Lola está furiosa, si no es por Tom no sé lo que le habría hecho. Mientras la sujeta ella vuelve a la carga:—¿Cómo tienes el valor de venir aquí? No ves que solo le haces daño.—Lola cálmate —le dice Tom pero ella sigue en sus trece.—No Tom, pero mira como está.—Cariño cálmate —levanta un poco la voz—. Nos hemos encontrado por casualidad.La acompañante de Lucas me mira asustada pero creo que no es por la reacción de Lola, parece más bien que está asustada por mí.Sus ojos estan clavados en mí y me mira intensamente, yo no sé quién es, pero parece como si ella me conociera de algo y una lágrima cae por su mejilla.De repente echa a correr y mi corazón se hace pedazos cuando veo a Lucas irse tras ella.—Tom, suéltame amor, va. Ya me estoy quieta —Lola se suelta de él y viene hacía mí—. Mia ¿estás bie
SOBRE LAS DIEZ Y MEDIA entramos al lugar donde se celebra el evento y Pierre nos espera, parece la gala de los Oscar con tanto famoso y coches de lujo. Es una gala benéfica a favor de la lucha contra el Cáncer Infantil.Llevamos dos horas y casi no he visto a mis amigos, estoy con Pierre desde que hemos llegado y me ha presentado a muchos de los diseñadores que le ayudan en sus desfiles.Hay mucha gente importante del mundo de la música, el cine, y Pierre conoce a muchos de ellos. Estoy en una nube con tanto famoso y mi jefe no deja de elogiar mi trabajo a cualquiera que se acerca.—Muchos de estos diseñadores se morían por conocerte.Pierre se porta bien conmigo y encima habla maravillas de mí a toda esta gente, no puedo estar más feliz.—Gracias por venir Mia.—Que va. Gracias a ti por invitarme. Es todo un honor acompañarte —le digo con toda sinceridad.—Ahora si
EL RELOJ MARCA LAS tres cincuenta y ocho, está lloviendo y acabo de despertarme de un sueño, el corazón me late muy deprisa y estoy sudando, además la cabeza me va a estallar.Recordar que le he roto el corazón en mil pedazos me hace daño, duele saber que le he destrozado. Nuestros sueños y planes han desaparecido y ya no hay marcha atrás, la he cagado.Llamo a Lola en mitad de la noche, pero no me contesta. Es normal, debe de estar dormida junto a Tom.—¿Qué pasa nena? ¿Estás bien? —dice preocupada cuando me devuelve la llamada.—Lola, Héctor ha cogido sus cosas y se ha ido —le digo entre lágrimas—. Lo he perdido.—Voy enseguida cariño, no te muevas de ahí.Cuelga y yo empiezo a llorar de nuevo. Doy vueltas por casa sin saber que hacer, le llamo más de veinte veces pero no me contesta. Espero que esté bien, no me perdonaría si le pasará algo por mi culpa.Una hora