Madilyn deslizó su espalda por la pared hasta quedarse sentada en el suelo. Ya no pudo evitarlo y las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos. Tomó la carpetilla y lo abrió sacando de él el documento del que le había hablado Marcos. No pudo controlarlo y se puso a llorar desconsoladamente. Lloraba porque después de esto ya no podía seguir con Jussie. No podía permitir que por culpa suya él perdiera todo lo que su padre le había dejado, y si por casualidad no firmara significaría que sí estaba jugando con ella, que no la quería lo suficiente y Marcos habría acabado ganando. Pero estaba segura de que lo que habían vivido no había podido ser falso.Conocía el odio que abarcaba Marcos hacia su medio hermano y era capaz de cualquier cosa para destrozarle la vida, ella no podía permitir que se saliera con la suya, solo tenía que rendirse y asumir lo evidente, que ella no estaba destinada a ser feliz.No tenía sentido seguir luchando, aunque eso no quitara que pasaría el resto de su vida su
Marcos la hizo bajarse del auto, había aparcado en un amplio patio, frente a una no muy grande, pero preciosa casa. Madilyn notó que, en la esquina, entre los macizos y matas de flores había una mujer de edad avanzada trabajando las plantas.—Cariño, has vuelto—sonreía la mujer. La vio y dejó lo que estaba haciendo. Se quitó los guantes y se acercó a ellos.—Mamá, te dije que dejaras ese trabajo para otros—le regañaba Marcos.—¿Y qué hago yo, aburrirme en esta enorme casa? —tenía una sonrisa y no apartaba su mirada de Madilyn quien se había sorprendido al escuchar que era su madre. —¿Quién es esta preciosa chica?—¿Recuerdas que te dije que pronto me iba a casar? Te presento a mi prometida, se llama Madilyn. Saluda a mi madre—casi le ordena a la chica.—Buenas tardes señora—saludó educadamente.—Me preguntaba cuándo me presentarías a tu misteriosa prometida, confieso que tenía mis dudas en si sería cierto o no.—Mamá.—¿Qué? Hace meses que hablamos de eso y no me la presentas hasta ah
Llamaron a la puerta del apartamento de Jussie, tuvieron que insistir hasta que al fin se abrió la puerta. Jussie los miró confuso ¿qué hacían los dos allí?—Pensamos que te estabas suicidando—dijo Aron entrando en el apartamento y observando en los alrededores por si encontraba algo sospechoso.—Se lo has contado.—¿Intentabas todavía llamarla? —preguntó Shane al notar que llevaba el móvil en la mano. Cerró la puerta y lo siguió dentro del apartamento.—Justo terminaba de hablar con Alan, quería saber si Madilyn seguía conmigo. Su tía estaba esperándola, habían quedado en que ella la buscaría.—¿Y qué le has dicho? —preguntó Aron quien había tomado asiento. Jussie se frotó la frente, hacía eso siempre que estaba frustrado.—¿Qué iba a decirle? Está Marcos, y es la verdad.Aron y Shane se miraron de inmediato. Shane alcanzó a Jussie quien estaba apoyado contra la pared.—Hay algo que queremos mostrarte—dijo mostrándole el móvil de Madilyn. Jussie lo miró con el ceño confuso.—¿Qué es
El sonido proveniente de la casa la hizo despertarse, no sabía cuánto tiempo exacto llevaba dormida. Se puso en pie, al parecer su pesadilla sí era una realidad, se encontraba realmente en la casa de la madre de Marcos. Se acercó a mirarse frente al espejo, se veía horrible con los ojos hinchados. El ruido de fuera la llamó la atención ¿qué estaba pasando? Se acercó a la ventana y fue entonces que descubrió lo que se temía, se estaba volviendo aún más su pesadilla en realidad. Se estaban realizado los preparativos para su boda. Se sobresaltó cuando escuchó que tocaban a la puerta, se dio la vuelta y enseguida aparecía la madre de Marcos.—Estás despierta—dijo con una sonrisa—hay una amiga tuya que ha venido a acompañarte.¿Amiga? Ella no tenía ninguna amiga, sonaba triste, pero era cierto, y enseguida apareció nada menos que Lady, Madilyn la miró totalmente sorprendida ¿qué tenía que ver ella en todo esto?—Hola amiga—dijo con una sonrisa más falsa que ella misma.—Las dejaré que habl
Las distintas luces corrían a enfocarse sobre él una tras otra, se encontraba en medio del club, de pie, ignorando al resto de gente que había a su alrededor moviéndose al ritmo de la música, y de igual forma a aquella gente que se acercaba a hablarle.—Cariño, ¿bailas con nosotras? —escuchó que gritaban dos mujeres, reaccionó y las miró, parecían felices con aquellas diademas llamativas sobre la cabeza.Mujeres, siempre se veían encantadoras, pero eran capaces de hundirte si te dejabas llevar. ¿Qué hacía él allí? Abandonó la zona y caminó hacia las escaleras para encontrarse en la zona vip, Aron se encontraba allí con alguna gente, cuando le vio se puso en pie y les pidió que salieran. Jussie se acercó y se sentó en el sofá silenciosamente apoyándose contra éste. Aron le hizo una llamada a Shane y luego se puso de pie frente a su amigo.—Lo siento amigo, supongo que ya leíste el periódico. —Jussie lo miró confuso.—¿Qué periódico?—¿No estás aquí por eso?—¿De qué me hablas…? Ah, ent
Los tres atravesaron el pasillo para conseguir asientos, la mirada de todos estaba sobre ellos, Marcos también los vio. Al principio sintió furia en su interior, tal vez por costumbre, nunca se acostumbraba a verlos a los tres juntos, pero entonces se calmó, él mismo le había invitado a su medio hermano solo para que comprobara que se casaba de verdad, simplemente se olvidó de que no podía salir sin sus sombras.De pronto alguien los detuvo deteniéndose frente a Jussie, era Alan, se veía claramente enfadado.—Me pediste que confiara en ti, —murmuró—que la querías y que harías lo posible porque ella no tenga que pasar por esto, ahora explícame por qué estamos es esta boda que no debió realizarse, solo querías jugar con ella ¿verdad? Dime ¿conseguiste lo que querías?—Cálmate Alan—intentó tranquilizarlo Shane, pero entonces lo enfrentó a él también.—¿Que me calme? Los tres sois iguales, le convencen a la gente que no son de su clase para que confíen en vosotros para luego divertiros a
Jussie caminó hacia la salida, pero la madre de Marcos se colocó frente a él. Lo estaba mirando llena de desilusión.—¿Por qué? — dijo la mujer con la voz rota que de alguna manera le afectó. —¿Qué más tienes que quitarle a mi hijo? ¿Él no se merece nada bueno en la vida porque se lo arrebatarás?—Rachel, créeme, no era mi intensión que esto ocurriera. Dejaré que su hijo se lo explique…lo siento.Se apartó de la mujer para continuar su camino, pero no pudo avanzar mucho, Alan y su madre estaban allí de pie esperándole.—Jussie…—por su expresión parecía lamentar la escena que había montado hacía unos minutos.—Prometí que cuidaría de tu prima, y eso pienso hacer—le tranquilizó. Miró a su madre. —Usted debe de ser la tía de Madilyn, un placer—le tendió la mano con educación. La mujer se la estrechó, no dejaba de observarlo.—Es en verdad bello—comentó.—Mamá—le codeó su hijo sintiéndose avergonzado.—Gracias. Si me disculpan iré a ver cómo está Madilyn.Caminó hacia la salida, se subió
Ella se había quedado dormida acurrucada contra su pecho. Se vía tranquila, él quería que lo estuviera realmente. En ningún momento había dejado de observarla, parecía proteger su sueño. Acariciaba suavemente su cabello, su ricitos. Sonrió al acordarse de cómo se conocieron, una loca que soltaba lo primero que se le venía a la cabeza, lo que en un principio lo sacaba de quicio, pero que acabó gustándole de ella. Se preguntaba cuándo fue que empezó a sentirse atraído hacia ella, ¿será aquella noche cuando volvió a verla en la fiesta, o mucho antes cuando decidió recompensarla llevándola a comer a su restaurante? No podía recordar cuándo fue exactamente. Admiraba lo que había conseguido hacerle, había logrado cautivarle fácilmente después de pensar que no iba superar su plantón en el altar, y agradecía que se hubiera metido en su vida justo a tiempo para no tener que lamentar su fracaso matrimonial.—Adonis—murmuró ella todavía en sueños, él le acarició la mejilla. —¡Jussie! —exclamó de