Cambio de planes―Hola ―le dije con voz trémula y triste. El solo verlo sentado en su microcosmos de tristeza y soledad me dejó con el alma hecha trizas.La doctora había sido una inmejorable fuente de confort y de ayuda para revitalizar mi ánimo y darme fuerzas para afrontar ese primer ataque de ansiedad. Las respuestas aún seguían faltando y las dudas aún se contaban por millones, pero por lo menos sentía que podía salir adelante a pesar de aquella noticia, y eso en parte, era gracias al ánimo que la doctora quiso comunicarme.Ethan levantó el rostro apenas y se esforzó por sonreírme de manera apagada. A pesar de todo lo ocurrido, él seguía dispuesto a sonreír para mí y no se atrevía siquiera a darme una cara de desagrado o incomodidad.Yo sabía bien que Ethan no podía reclamarme nada. Entre él y yo nunca había existido nada más allá de una amistad que llegó a ser muy cercana en cuanto a cariño y confianza, pero no más de ahí; sin embargo, yo no podía evitar sentirme una traidora a
Propuesta inesperada y un plato de sopa.―Supongo que puedo contar contigo para volver a casa ―le dije después de que bromeáramos un rato para disipar la terrible incomodidad que se había aproximado a nosotros.Ethan sonrió aun sin ser capaz de hacerlo de una manera sincera, era como si le resultara realmente imposible manifestar felicidad después de lo que había ocurrido.―¿Por qué lo supones? ―me respondió con desparpajo.―Porque creo que el hecho de que se hayan acabado tus esperanzas de cortejarme no es motivo suficiente para que abandones a una amiga embarazada en frente del hospital.Ethan sonrió mientras me abría la puerta y me ayudaba a subir a su enorme camioneta. Luego de que se aseguró de que yo estaba bien acomodada, cerró la puerta con fuerza. Ethan rodeó la camioneta y tomo su lugar al frente del volante. Entonces, antes de siquiera encender el motor del vehículo, giró su rostro y me miró. Por la cercanía que nos ocupaba en el espacio reducido de esa camioneta, me vi en
Después de la tormentaLa mamá de Ana se alegró inmensamente cuando recibió la noticia de mi estado de gravidez. Ella sabía mejor que nadie que yo durante ese tiempo en el pueblo no había tenido ningún tipo de acercamiento romántico o íntimo con ningún chico, por lo cual debió imaginarse de manera obvia, aunque no lo mencionara, que el asunto debía provenir desde tiempo atrás, antes de nuestra vuelta al lugar. Ella me felicitó y asumió la presencia de Ethan a mi lado como una especie de augurio que llegó incluso a incomodar como lo había hecho la enfermera en el hospital, pero en esta ocasión Ethan no había huido, sino que permaneció a mi lado y asumió las consecuencias de la opinión pública ante una situación así.―Ya veremos ―fue la única respuesta que aportó Ethan ante la insinuación de ella sobre la bonita pareja que al parecer formábamos.El nombre del señor Cavill aún lo tenía clavado entre ceja y ceja y sin importar nada de lo que pasara en mi vida, yo estaba segura de que él i
Una extraña sensaciónDavid recibió la noticia de una manera que me dejó bastante emocionada al verlo tan animado y contento por saber que Ethan pasaría la tormenta en nuestra casa. La idea de que un hombre estuviera bajo mi techo no había estado en mis planes durante los últimos meses, pero ahora que estaba pasando no era algo que me molestara del todo, incluso podía sentirme segura de cierta manera, sabiendo que en cualquier ocasión podía apoyarme en él. Yo era una mujer independiente y valiente, pero por nada del mundo iba a negar que siempre podía necesitarse la mano y la ayuda de otra persona, y si se podía que esa mano fuese de un buen amigo como Ethan, entonces era muchísimo mejor.Ethan aún no terminaba de procesar lo que yo le había propuesto y yo aún no sabía cómo había sido capaz de proponerle algo así, lo cierto fue que las cosas se dieron y así terminamos compartiendo como una especie de familia armada de manera accidental, pero que lograba compaginarse de manera bastante
En la oscuridadCada paso que daba para volver la cocina me significaba un reto enorme, pues de alguna manera podía intuir que aquello a lo que me enfrentaría sería algo rudo y difícil, aun así seguí caminando sin detenerme, quería salir de dudas y de preocupaciones solo quería mirar adelante y ver lo que la vida me iba a deparar, ya no estaba para metidas de pata más allá de la que había cometido comprometiendo mi vida de manera tan drástica, por lo que ahora tenía que considerar a cabalidad cualquier decisión o propuesta que se me presentase, sabiendo que ya no solo debía pensar en mí, ni siquiera en David, ahora debía tener también presente aquella vida que se estaba formando en mi vientre y de la que ni siquiera había tenido la oportunidad de reflexionar. Un embarazo no había estado ni en mis planes más remotos, por lo que aquella noticia no había sido ni de lejos algo que yo esperase. No sabía como sentirme respecto a ello. No sabía si estar feliz, triste o enojad
Un latido a la vezLa tormenta estaba empecinada en darle a esa noche un matiz de emotividad sin precedentes. Era un verdadero vendaval el que se estaba precipitando desde el cielo para cubrir la tierra con ese baño de vida y de teatralidad. Si algún poeta estuviese inspirado en esa noche, de seguro que podría despertar desde lo más profundo de su alma la musa de la genialidad; sin embargo, en mi momento de extensión agobiante, aquel golpeteo de las gotas sobre el techo solo servía para disimular el palpitar descarriado de mi descontrolado corazón.Ethan había sido muy elocuente al dejar en claro que toda la responsabilidad pesaba sobre mí. Al decirme que no quería darme ninguna responsabilidad extra, solo había cargado mis hombros con un peso extra, pues sabía que me estaba enfrentando a un corazón considerado y eso solo servía para consternarme aún más.Él se movió para dejar la vela sobre la mesa y dejar sus manos libres en el proceso. Nos separaba la distancia de la mesa, pero Eth
De vuelta a la camaDavid se había despertado justo como ya lo había imaginado. El descubrirse en una habitación sumida plenamente en la oscuridad, cuando normalmente se encontraba iluminada por una lámpara de noche que iluminaba tenuemente el espacio, le ocasionó una reacción sin control que irrumpió con un grito estridente que cortó el rumor candoroso de esa lluvia hasta que Ethan y yo corrimos a su habitación.Fue necesaria la presencia de Ethan, quien le aseguró que todo estaba bien y que no había nada que temer, que David volvió a recuperar la calma y al poco tiempo se logró dormir una vez más; sin embargo, antes entregarse al abrazo del sueño profundo, David hizo un par de comentarios que nos dejaron a Ethan y a mí con las mejillas sonrojadas y con ganas de no mirarnos más.―Pensé que tu presencia en la casa había sido solo un sueño… pero me alegra que ustedes sean novios.―No, David, nosotros no… ―Ethan por decencia intentó corregir el equívoco, pero yo me llevé el dedo índice
Pensamientos y reflexionesY si, lo que menos quería escuchar en esos momentos era la cantaleta de mis preocupaciones y miedos haciendo mella en el ánimo que me había preocupado en controlar durante esos dos meses para no dejar entrever ante David ninguna muesca de ese sufrimiento que arrastraba mi alma desde que se me partió el corazón. Ahora en un santiamén se me había venido todo encima. Pensamientos de aquel pasado venían a mí de forma escalonada, trayéndome a mente lo que era y podía ser la explicación para ese embarazo del que no tenía explicación. El señor Cavill se cuidaba a sí mismo, pues no era capaz de dejar al azar la posibilidad de un embarazo no deseado, por lo que solo podía entenderse aquella concesión bajo dos posibilidades similares, pero contrarias: Error o premeditación. El error siempre forma parte de las posibilidades de cualquier método anticonceptivo, algunos con mayor porcentaje, otros con mayor riesgo, pero siempre era latente la posibilidad de la falencia.