Pensamientos y reflexionesY si, lo que menos quería escuchar en esos momentos era la cantaleta de mis preocupaciones y miedos haciendo mella en el ánimo que me había preocupado en controlar durante esos dos meses para no dejar entrever ante David ninguna muesca de ese sufrimiento que arrastraba mi alma desde que se me partió el corazón. Ahora en un santiamén se me había venido todo encima. Pensamientos de aquel pasado venían a mí de forma escalonada, trayéndome a mente lo que era y podía ser la explicación para ese embarazo del que no tenía explicación. El señor Cavill se cuidaba a sí mismo, pues no era capaz de dejar al azar la posibilidad de un embarazo no deseado, por lo que solo podía entenderse aquella concesión bajo dos posibilidades similares, pero contrarias: Error o premeditación. El error siempre forma parte de las posibilidades de cualquier método anticonceptivo, algunos con mayor porcentaje, otros con mayor riesgo, pero siempre era latente la posibilidad de la falencia.
A un paso de distanciaEthan respiraba cansadamente como si aquello hubiese sido para él una labor titánica.Solo entonces pude entender que todo era por culpa de ese autocontrol que le obligaba a mantenerse contenido, a pesar de que mi decisión egoísta no le había preguntado ni pedido su opinión de sí, realmente, él estaba a gusto con la idea de tener que besarme a pesar de que aquello para él resultaría en un reto de proporciones infernales. Ethan quería ser un caballero a como diere lugar, se notaba que había aprendido de aquella primera acometida torpe e impulsiva que termino bastante mal en el balcón de Ana, por eso ahora había desplegado un derroche inigualable de paciencia y comprensión, mostrándose en todo momento como un hombre cabal en todo el sentido de la palabra.Yo di un paso hacia atrás para sopesar el tiempo que ahora tocaba enfrentar.Había sido una decisión arriesgada e impulsiva, ahora solo tocaba tratar de dilucidar si podía entenderlo como una metida de pata o si
¿Y ahora qué?El sonido de la alarma me arrancó del sueño tal como lo hacía todos los días desde que había decidido iniciar en esa rutina por el bien de David. La escuela esperaba por él y yo debía cumplir con responsabilidad como la madre que no era mientras me preparaba para serlo algún día ahora que sabía de mi gravidez.El sol apenas comenzaba a despuntar en el alba y el frío seguía atizonando los huesos de forma cruel. El graznido de algunas aves migratorias se escuchaba ya habiendo desaparecido del todo cualquier rastro de aquella lluvia intensa que había desencadenado aquella situación después de que Ethan, a expensas de mi invitación, pasara la noche con nosotros y el asunto terminara con un beso incluido y una enorme confusión del corazón.Apenas puse un pie fuera dela cama, aun moviéndome como autómata, suplicaba al cielo que todo lo de ese día anterior fuese solo un sueño extraño; no una pesadilla, pues no era algo para temer, y aunque no era un sueño para emocionarse, tamp
Palabras de vidaEl día transcurrió en esa normalidad que había arropado mi vida después de aquel drástico fin de lo que pudo ser y no fue. Quehaceres del hogar y uno que otro detalle con la tienda que en esos tiempos estaba siendo atendida por una chica que era prima de Ana y por la confianza que le tenía no me sentía obligada a ir al lugar. Preparé el almuerzo para esperar la llegada de David por la tarde y mientras lo esperaba busqué ocuparme en cualquier otra menudencia para no darle reposo a mi mente y que así no pudiese pensar. Era algo insano lo que hacía, no había duda de ello, pero procrastinar en ese momento era la vía de escape que había elegido para mantenerme segura y alejada de mis propios demonios que ya me habían atormentado lo suficiente durante esas épocas y ahora tenían mucha más tela para cortar.Sobre el tema de Ethan ya no pensaba ahondar más. Lo que había sido ya no había marcha atrás, yo le había besado y él lo había sabido canalizar. Una propuesta de amistad c
Lo que menos esperabaDespués de haber gozado de un momento ameno e inmejorable de sinceridad pura de parte de David, ambos disfrutamos aquel plato que era una muestra de mis avances en las habilidades culinarias. David agradecía cualquier cosa que se le pusiera en la mesa, aunque fuese lo más terrible, él lo disfrutaba siempre que no fuese ese intento de atole y aquel guisado horrible que servían en el internado. Yo lo sabía de primera mano, por eso me esforzaba cada día en mejorar en la cocina pensando en él.David era mi motor y era mi fuerza y aunque él no se daba cuenta, tenía un poder inmenso sobre mi voluntad.― ¿Ethan si vendrá?Aquella pregunta era inocente y calmada, y aunque él lo preguntaba para saber si iba a tener la oportunidad de seguir compartiendo con su amigo, a mí me colocaba en una situación compleja y de confrontación, pues me dejaba saber que a pesar de haber pasado todo el día en la escuela, él seguía pensando en Ethan en los mismos términos que antes.Yo ya ha
Por obvias razones.Por obvias razones mi primer instinto fue el de despotricar en gritos. Quería reaccionar insultándolo y gritándole improperios, pero me conminé a mantener la calma a pesar de que ello me significase una tortura certera que ponía un cuchillo directo sobre mi garganta. No había forma de contener ese vendaval de rabia y frustración, pero yo tenía que conseguir la forma de hacerlo si es que no quería desvelar mi real situación frente a Ethan y mucho menos frente a David, quien había estado de pie a mi lado luego de saludar a su amigo recién llegado cuando se percató del lujo de aquel coche negro. Para David era imposible no emocionarse con los coches que tenían mucho estilo, por eso aún no dejaba de reprocharme el hecho de que yo fuese capaz de intercambiar el coche superdeportivo por la casa, para él resultaba ser una opción emocionante la idea de haber vivido todo ese tiempo dentro de aquel auto de lujo.Mis piernas resintieron el peso de mi decisión de aguantar. No
De parte de él.Mi alma estaba envuelta por el velo de mutismo que sumió el entorno donde nos encerramos para hablar de ese pasado maldito que se empeñaba en volver para atormentarme. No es que yo lo hubiese superado ni mucho menos, y menos que nunca ahora que sabía que llevaba en mi vientre el fruto de su amor, pero si algo necesitaba para apaciguar los embates de mis penas, eso era el poder mantenerme alejada de cualquier cosa que me hablase de él.Algo tan insignificante como recordar su perfume era para mí la más insoportable ignominia. Era una cuestión sin precedentes que me impulsaba a encontrarme suspendida en un trance de dolor ahora que se atrevía ese insulso a presentarse ante mí para decirme que había un mensaje de parte del señor Cavill para mí.―No quiero saberlo ―le dije muy sincera, sin siquiera molestarme en tomar asiento, él, por el contrario, se había acomodado en uno de los muebles, con gesto amistoso y de mucha comodidad.Si algo me había encantado dentro de todo l
Quebranto y rompimientoLas paredes se cerraban a mí alrededor. El piso debajo de mis pies parecía haber estado construido sobre bases de arena que se llevó el tiempo. Alguna campana muy lejana retumbo haciendo estremecer el dolor más sórdido de mi interior. Todo fue silencio, un murmullo que se acalló. La nada ya no fue nada, solo quedó su voz. Esa voz que me destruyó de manera indolente y sin prestar atención a lo que era yo en ese momento: una criatura pasiva que no le hacía daño a nadie cuando respiraba, pero aun así parecía un peligro con solo existir. Como el animal que sucumbe ante el disparo del cazador que casa por deporte y no por necesidad, así me sentí yo en ese momento, en el que no había importado mi cumplimiento de aquel trato injusto al que me sometieron para llegar ahora en esa tarde de invierno gris para darme un castigo con el potencial suficiente para destruirme sin un mínimo de compasión.―El señor Cavill se va a casar.Esas palabras, cinco no más, se repitieron e