Cancelación inesperada― ¿Arthur que hacemos aquí? ―le pregunté con una notoria confusión, ahondándome los sentidos en una preocupación que se dejaba saber por la forma intensa en la que pronuncié aquella pregunta.Arthur se encogió de hombros, aunque iba detrás del volante, lo vi reaccionar como quien es cómplice de algo más allá de sus facultades y que no sabe cómo explicar su complicidad en el asunto. Lo realmente sorprendente era la facilidad con la que me habían llevado hasta ese lugar sin que yo hubiese podido reaccionar. Mis sentidos verdaderamente se encontraban embotados de una forma bastante llamativa. Era parte de ese proceso de enajenación en el que me encontraba después de haber vivido todo ese proceso de sacrificio, angustia y sufrimiento.―Lo siento señorita Reyes ―se excusó Arthur sin mirarme mientras estacionaba el coche justo frente a la entrada amplia que yo podía recordar con total claridad. Los pensamientos y los recuerdos comenzaron a arremolinarse de una forma t
La persona equivocadaAquella afirmación del señor Cavill me dejaba con el alma al filo de una revelación que no era inesperada. Yo sabía de antemano su opinión respecto a Rebeca, pero después de verle caminando junto a ella hasta el altar había imaginado que por lo menos tendría la fuerza de voluntad suficiente como para sostener la farsa el tiempo suficiente como para soportarle por lo menos para mantener la imagen de ser una matrimonio medianamente normal, pero ya quedaba en claro que no existía ni la menor intención de parte de él de soportar a la rubia melindrosa y por ello se esforzaba en dejarme en claro su intención de que la situación fuese clara y notoria para mí, como si aun sus esperanzas estuviesen puestas en la posibilidad de algo que iba más allá de lo que yo hubiese podido anticipar.La ventana de vidrio opaco que podía dividir los dos espacios de ese vehículo se levantó por la acción de los motores que comenzaron a trabajar cuando el señor Cavill presionó un botón en
Locura de amor― ¡Es una locura lo que dice, señor! ―le dije con una voz temblorosa y dubitativa. Por supuesto que era una locura, pero era una locura el tener que estar luchando contra un amor que era más que evidente entre nosotros y que debía estar siendo consumado en vez de estar sumiéndonos en la desgracia de esa distancia que nos separaba por culpa de las circunstancias y del destino empeñados en no dejarnos acercar. Era como si el estar junto al señor Cavill fuese un terrible pecado, por lo que ni siquiera después de aquello pude dejarme llevar, sino que tuve que plantarme en contra, a pesar de que contravenía de plano la intención de mi corazón.El señor Cavill sonrió con una determinación apabullante: Si estaba decidido a aquello, lo estaba demostrando al dejar en claro que no había nada que pudiese oponérsele, ni siquiera esa renuencia obstinada que yo me veía obligada a demostrar. Después de lo que había ocurrido estaba quedando en claro que algo había cambiado en su corazó
Sus esperanzasYo no quería correr ningún riesgo, pero parecía ser demasiado tarde para eso. El peligro en la boca del lobo había sido todo lo que podía ser: El señor Cavill me propuso jugar con fuego y al final terminé cediendo sin poder colocar ninguna objeción.― ¿Por qué lo hizo? ―le pregunté con la voz impávida y llena de preocupación, pero muy en el fondo me sentía plena después de tanto tiempo, era como volverá vivir. No había anticipado jamás volver a experimentar algo así, pero ahora que lo sentía sabía que aquel era mi lugar en el mundo, sin dudas debía estar al lado de él.El señor Cavill sonrió de manera desenfadad como si mi pregunta obvia revelase verdades de profunda intensidad. Había tanto que decir que ese beso fue capaz de condensarlo en una sola expresión. Los corazones habían hablado, mentir ya no era una opción.―Necesitaba comprobar que mi corazonada era cierta.― ¿Corazonada?―Esa que comprobaste con ese beso.―Ese beso no cuenta ―me apresuré a decirle con enfad
Impresión y desaliento― ¿Qué hace el aquí?―Es su empresa, le respondí bastante apenada y buscando disimular mi incomodidad. Después de haber estado en esa cercanía con el señor Cavill no había forma de estar relajada.Ethan me miró con extrañeza, como si aquella respuesta no fuese precisamente la que él estaba esperando, y de hecho ocasionó que su gesto, que había sido incierto hasta ese entonces, se volcara de golpe a una expresión cruda y severa de molestia y desaliento.―Sí, lo entiendo, esa parte me queda clara ―me respondió con bastante inconformidad, quedaba por ver como procesaba su cerebro todo ese lío―, a lo que me refiero es al hecho de que se suponía que él estaría para estas fechas en su viaje de luna de miel, por lo que no pensé que tendríamos que cruzarnos con él en este lugar, por lo menos no los primeros días.Yo negué enfáticamente con la cabeza al tiempo que me recomponía para dejar atrás la contradicción de ese momento de mucha e intensa confusión. Mi vida parecía
Amenazas y másEl camino a esa oficina fue como el camino de un condenado que solo puede temer por lo que ocurrirá a continuación. Atrás había dejado a Ethan con la esperanza de reencontrarme con él y poder aclarar la situación. Me dolía saber que el pobre estaba confundido por cómo se desarrollaba el que debería ser un primer día para su adaptación en esa nueva experiencia. No solo había tenido que verme llegar en el mismo coche con mi ex, sino que ahora había tenido que dejarlo solo en ese mundo de gente que le miraba como si fuese una criatura extraña.Lo que menos quería era tener que cruzarme con el abogado, pero como si fuese parte de un plan macabro, era justo lo primero que me iba a tocar en ese primer día.El señor Martins todo el tiempo caminó delante de mí sin siquiera mirar a los lados. Las personas a su paso le saludaban con temor reverente, se notaba que su presencia en ese lugar era tenida en alta consideración. Se sabía que su cercanía con el señor Cavill era una influ
Cuentas claras y oscuras― ¿Pero qué más espera de mí? ―le respondí con furia desmedida, cuando sentí que la situación se prestaba para dejar fluir de plena la frustración del corazón.El abogado no se inmutó por mi reacción desenfrenada, sino que al contrario le sirvió para volver a mostrar esa sonrisa sínica que acentuaba la naturaleza controladora y falsa de su personaje.―Resultados, señorita reyes, espero resultados… su distancia solo parece haber tenido el efecto contrario, es como si su nombre en la mente de Cristian se hubiese marcado con fuego por la distancia, como si el deseo de tenerla cerca fuese mayor al orgullo o la dignidad… es algo indescriptible, pero que tiene el potencial de arruinarnos absolutamente todo, por eso necesitamos resultados, señorita.― ¿Pero qué más puedo hacer? Usted mismo me obligó a presentarme en la boda donde él se dirigió a mí para manifestarme sus pretenciones de volver conmigo, yo no tuve nada que ver en eso, al contrario, hice todo lo que est
La mirada severaEn la oficina de recursos humanos me encontré con un rostro diferente, por suerte para mí, recordé que era Rebeca quien hasta entonces había sido designada como responsable del lugar. Ahora estaba otra chica encargada del departamento, una mucho más agradable y que parecía estar de muy buen humor cuando me atendió, aunque también cabía la posibilidad del que el señor Cavill ya le hubiese avisado de mi llegada, por lo que estaría preparada para tratar con buenos animosa quien debía asumir la dirección general.― ¿De verdad ese será mi cargo? ―le pregunté con la impresión de que era algo que me parecía bastante exagerado.La chica de nombre Lili me miró sonriendo y me dejó en claro la explicación:―El mismo señor Cavill en persona lo pidió para usted… nos tocó hacer algunas modificaciones en el organigrama de la dirección para poder incluirla, pero ya está todo listo, usted comenzará a cumplir sus funciones de una vez.Aquella afirmación me dejó saber que no era un jueg