Amir y Matt, bajaron del vehículo y se dirigieron a la casa, mientras Melody, interrogaba al chófer.— ¿Hace cuando que Candy está dentro de la casa?— Una hora aproximadamente, ¿qué sucede señorita Melody?— Espero que nada grave, pero debes tener en cuenta que Candy nunca debe estar sola cuando salga contigo, tú serás responsable de ella.— Lo entiendo.El chófer descendió del automóvil y miro en dirección a la pequeña casa, estaba preocupado que su jefa estuviera en problemas más que por si él pudiera recibir algún castigo por dejarla sola. Miguel había entendido que le debía su vida a Candy, y eso jamás lo olvidaría. Mientras los dos hombres ingresaron en la casa, de forma sigilosa ya que no sabían que podía estar pasando. La sala estaba vacía, pero escucharon voces que provenían de la cocina y se dirigieron allí.— Si pudiera volver el tiempo atrás, mi pequeña niña... no sabes cuánto me arrepiento de todo el daño que te cause, soy el peor de los padres.— El pasado es eso, pasad
Todas las miradas quedaron sobre la mejor asesina de Europa, quien se mostró calmada, como si nada grave sucediera, pero Matt la conocía a la perfección, sabía que bajo esa mascara de serenidad el mismo caos la movía. — Doctor Rocha, asegúrese que Candy esté bien, tanto ella como el bebé, procure que pueda llegar a las 37 semanas, con el menor peligro posible, como si su vida dependa de ello. Esas fueron sus palabras y el doctor entendió porque de todos, su paciente la había elegido a ella como responsable de su salud. — Será así, pasará esta noche en observación, podrán verla solo si se comprometen a no alterarla, de lo contrario será mejor que se retiren.Rocha conocía a Amir, desde que nació, sabia el carácter del hombre, sintió un poco de pena por la joven peli negra, quien ahora debería aguantar el humor del hombre dueño de un imperio de joyas.— Melody...— No me importa lo que puedas decirme Amir, ni tu Matt, no puedo creer que pudieran pedir la interrupción del embarazo, ¡¿
Amir llevo a Candy a su hogar, según el doctor Rocha todo estaba bien, siempre y cuando ella estuviera tranquila no sucedería nada. Eso era algo que Amir podía controlar, si la mujer que amaba necesitaba tranquilidad, él se la daría.— Amir.— Mmm.Este hombre corpulento se comportaba como un cachorro alrededor de la pequeña rubia, desde que regresó del hospital, ella le pidió quedarse en el sofá de la sala, y obviamente él cumplió su pedido, la recostó allí, y luego se sentó en la alfombra, colocó su cabeza al lado del vientre de Candy, donde se dejó patear por su hijo y donde la mujer que amaba le acariciaba el cabello. Esto era su propio paraíso, cuando estaba cerca de Candy, no tenía ganas de ir a trabajar, solo disfrutar de su perfume, de sus caricias, de su amor tan puro.— Deberías ir a descansar. — No te dejaré.— Si no descansas me preocupare, además Mel y Matt, ya deben estar por venir, es más, me parece raro que no lleguen aún.La joven estaba preocupada por Amir, pasó tod
Así fue como Candy se esforzó día a día, en estudiar, y trabajar, porque ella comenzó a diseñar las joyas para el imperio de su futuro marido, claro que lo hacía desde la comodidad de su hogar, y bajo la atenta mirada y cuidado de Matt y Melody, que últimamente estaban muy cariñosos, tanto que a veces costaba creer que ese par eran asesinos.La joven rubia trataba de mantenerse al margen, pero no podía, incitaba a su hermano a proponerle matrimonio a Melody y a ella a tratar de cambiar de trabajo, algo que últimamente rondaba la cabeza de la pelinegra y es que ella guardaba un secreto, pero Candy la descubrió. — Melody, irás conmigo a mi cita médica.— Wou Candy, has cambiado mucho ¿o solo das órdenes con nosotros?— ¿Por qué dices eso?— “Matt deja de molestarme estoy trabajando, ve mejor a ver qué hace Amir en la empresa”, “Amir cuando regreses a casa compra helado de cereza”, “Melody irás conmigo” ….A medida que Mel hablaba Candy se dio cuenta que era verdad, ella ya no tenía mie
Amir comenzó el día muy emocionado, cuando llego a la empresa se encontró con la grata sorpresa, que al fin las alianzas que Candy había diseñado estaban listas, y el empresario ya las tenía en su bolsillo, solo que no sabía en qué momento dárselas, o que planear para que fuera una propuesta única e inolvidable. Estaba parado mirando por la gran ventana de su oficina, pensando en si sería más apropiado esperar a que su hijo naciera, para hacer su movimiento, cuando la puerta se abrió y dejo ver a Matt, entrar por ella. El hombre se veía muy contento y Amir cayo en cuenta que desde el día anterior no sabía nada de él o Melody, ni si llegaron a algún acuerdo, ya que cuando quedo solo con Candy y le hizo el amor, su mente se olvidó de todo, ese es el efecto que la pequeña rubia tenía sobre él, era tanta la felicidad que le brindaba que cualquier inquietud o preocupación, desaparecían de la mente del empresario, pero no solo por horas, el olvidaba todo lo malo por tiempo indefinido, y
Candy había llevado a los límites a su futuro suegro que era aún más orgulloso que su hijo, y de pronto ella se vio de pie levantada casi en el aire, Emir la sujetaba del brazo y estaba a punto de darle una bofetada, por el atrevimiento de hablarle de esa forma, cuando sintió el frio del metal de un arma en su sien. —Le voy a pedir que deje a la señora tranquila. — la voz grave del chofer lo hizo girar levemente. — ¿Miguel? — Emir no podía creer que el muchacho que él trato tantas veces al venir a esta casa lo estuviera apuntando, Miguel sabía perfectamente quien era. — ¿Qué rayos haces? ¡Quieres que mi hijo te mate! — Emir sabia el lugar tan importante que tenía en el corazón de Amir. Lo que no sabía era cuanto cambio el corazón de su hijo en este último tiempo. —Señor, créame, si el señor Amir viera lo que le hizo a la señora ya estaría muerto. — el frio recorrió la columna vertebral del hombre, Miguel sería incapaz de mentirle, y él lo sabía. —Miguel, gracias por tu ayuda, per
—Yo no. —y eso sonó como lo que era, una amenaza, él debía cuidar su vida, porque Candy lo seguiría al cielo o al infierno, no lo dejaría jamás. —Candy, relájate o Eros se pondrá nervioso también. — la joven suavizo su rostro de inmediato, le encantaba cuando Amir decía el nombre de su hijo con tanto amor. —Tienes razón, disculpa. Iré a preparar la cena. — ¿Cocinas? — Emir no pudo evitar preguntar y es que su exesposa jamás cocino nada, decía que para eso estaban los empleados. —Así es, Candy se ocupa de la cocina, y también estaría limpiando la mansión si no fuera porque Rosa le suplico que no lo hiciera o perdería el trabajo. —Eso está bien, Candy ¿podría hacerte una pregunta? —Creo que quedo claro que sí, con la pequeña conversación que tuvimos. —Es precisamente por eso, me gustaría saber porque te presentaste como una… — ¿Prostituta? — ¡Candy! — ¿Qué Amir? Por más que tú no la aceptes y que tu hayas sido el único, fuiste mi cliente, pagaste por mí, no es como que lo voy
Los días transcurrían alegres llenos de amor y alegría, para todos y Candy se puso como reto, tratar de que su futuro suegro pudiera disfrutar del amor y lo logro, en menos de dos meses Emir anunciaba con bombos y platillos que María le había dado una nueva oportunidad, ahora solo debía conseguirle una pareja a Charly, a pesar de que su relación no era la misma que antes, ella le guardaba un gran aprecio a aquel muchacho que la había ayudado, y eso despertaba los celos de Amir. — ¡¿Me quieres decir para que quieres saber si Charly está interesado en alguien de la empresa?! — ¿Por qué me gritas? — estaban en su recamara y su pequeña rubia estaba cruzada de brazos mirándolo con las cejas fruncidas y su labio haciendo un mohín, hermosa pensó Amir. —Pareces un gatito enojado. — se burló en voz alta el hombre. —No contestaste, ¿por qué me gritas? — el hombre descubrió que fue mala idea burlarse de la joven, ahora su rostro no parecía el de un gatito enojado, más bien parecía un león fu