Llevaban cerca de 30 minutos sin hablarse recostados en la cama, ninguno querìa romper el momento que acababan de tener y tampoco sabìan sobrellevar la situaciòn porque habìan cruzado una frontera mucho màs allà de sus manos y en terreno desconocido nigun viajero se orienta. Miguel fue el primero en levantarse y como si no hubiese sucedido nada y le tendiò la mano mostràndo una sonrisa que le removiò las mariposas a Alexa.La ayudò a incorporarse y le dio un beso en la frente. Era como si fuese algo normal, como si llevaran tiempo haciendo eso, cosa que descolocò un poco a la chica, quizàs era porque en eso consistìa el infame dèjate llevar que la estaba volviendo loca. -Vamos, vìstete, se està haciendo tarde y todavìa quiero ver como te emborrachas primero. Su tono seguía siendo dulce, como si todo fuera producto de una ensoñaciòn y en realidad no tenìa ganas de despertar.En cambio estaba paralizada, no pensò en que pasarìa cuando sucediera, tampoco pensò en como podìa reaccionar
-Vamos ya les toca. -Dijo la joven mientras tomaba de la mano a los chicos y los dirigìa al cìrculo de lo que parecìa una escarcha blanca azucarada para luego ir a sentarse con su novio.Miguel llevaba la chaqueta blanca por encima de la camiseta que previamente el traìa por debajo y el novio de la chica que los habìa metido en este embrollo llevaba en una mano su camisa azul, al igual que ella el vestido de Alexa.La ceremonia empezò con una especie de baño en humo y continuò mientras supuestamente los presentaban a las siete direcciones, arriba, abajo, a los cuatro puntos cardinales y al Ser Superior. Quemaban flores mientras el chamán pronunciaba una palabras que ninguno de los dos supo identificar, hasta que comenzaron a cantar y a tocar instrumentos y fue entonces donde los ojos de Alexa chocaron con los de Miguel y de repente todo a su alrededor desapareciò, fue un momento màgico porque no escuchò màs nada que la voz de Miguel cuando le susurrò que era perfecta.Literalmente lo
Amanecìa el dìa siguiente al regreso de la familia Sandoval y Alexa de Cancùn y a pesar del cansancio del viaje y las caras largas que le dedicaba Elías a Miguel, el ànimo estaba bastante repuesto, se encontraban todos en el desayunador junto con Lorena degustando unos ricos panqueques que preparaba Melissa junto con batido de frutas. Para sorpresa de todos, Lilith todavìa no habìa aparecido ese día, a pesar de que le indicò a su novio delante de todos que temprano lo irìa a buscar para sabrà Dios que cosa. -Por fin ¿comienzas a estudiar en mi Universidad el pròximo Lunes? -Pregunta la morena rompiendo el silencio que ya comenzaba a ser incòmodo. -Mmju. -Respondiò la pelirroja sin ganas a penas de hablar del tema, se encontraba pensativa moviendo con una cuchara su jugo. Resulta que para ella era provechozo que su tìa fuese la decana de la facultad de la Universidad en la que estudiaba, siempre habìa tenido màs beneficios que los otros jòvenes, excepto en las notas, ya que estas s
Los pròximos 3 dìas despuès de ese se hicieron eternos para Alexa, a penas veìa a Miguel, Lilith lo buscaba demasiado temprano y se lo llevaba sabrà Dios a donde y luego lo regresaba escoltado como si estuviese preso a las tantas de la madrugada.Pero eso no le sabìa extraño, lo que le extrañò a Alexa en realidad fue que no se escabuyera para estar con ella ni siquiera un dìa ¿acaso lo que vivieron en Cancùn no fue suficiente? Ni ella misma sabìa como, pero se habìa acostumbrado tanto a su compañìa que se contradecìa con todo lo que sus preceptos morales dictaban, estaba en serios problemas con su yo interno. Tampoco habìa sabido màs que pasaba con Lucas y Anna, hasta donde tenìa entendido segùn un segundo correo de su antigua amiga Wen, èl llegò al psiquiàtrico y se la llevò a algùn lado y su abuela estaba como loca buscàndola, porque la chica en serio estaba desquisiada mental y no sabìa que rayos le podìa hacer Lucas.Pero ya eso no era de su interès, ella sabìa que él era incapàs
Habìan pasado dos dìas desde la partida de Miguel, dos dìas que Lorena habìa dormido con su amiga para consolarla y dos dìas que llevaba sintièndose mal entre vòmitos y dèbil del estòmago, aunque para lo poco que comìa en la escuela y en la tarde encerrada en la habitaciòn con su amiga viendo pelis, nadie màs en la casa lo habìa notado. Todos tenìan algo de que preocuparse, ejemplo de ello Elìas que no le bajaba la presiòn ni con los remedios de la abuela, tenìa un humor de mala muerte y a penas se ocupaba de sus negocios por estar encerrado en casa bajo los mimos y los cuidados que Melissa le daba, la cual ya no hallaba que hacer para subirles el ànimo a todos, incluyèndose. Alexa les habìa hecho creer que estaba bien, que Lorena era la que tenìa problemas amorosos y por eso venìa a refugiarse con ella, y tampoco estaba apartada de la realidad, su amiga era todo un caos en el amor, resulta que Christian, despuès de tenerla babeando varios años detràs de èl, por fin decidiò tener un
Nada en la vida sale como lo planeas, incluso la muerte es incierta, escuchaba repetir una y otra vez en casa cuando las cosas no salìan como lo planeaba su abuela, para ella era extremadamente sabia y agradecìa sus consejos y sus charlas, pero esa mañana junto con el dolor la despertò la llamada de esta, pero no para consolarla, ni mucho menos darle una buena noticia, sino para contarle una bastante cruel y desgarradora. -Tienes que ser fuerte Alexa-, le habìa dicho y ella se esperò lo peor.Resultaba que la abuela de Anna la habìa llamado esa madrugada para contarle que habìan encontrado de nuevo a su nieta, pero èsta vez, no estaba ni siquiera en las condiciones que ella la habìa dejado, estaba atada a una cama, ensangrentada hasta los cabellos y con un micro feto a sus pies. La policìa buscaba a Lucas por todos lados y aunque por suerte la habìa dejado viva, dèbil, pero todavìa respirando, la señora Adela no tenìa consuelo y eso la hizo entristecer todavìa màs. Ella no odiaba a
Las semanas pasaban lentamente y como Alexa previó su embarazo se notaba cada vez màs, si no fuera por la ropa holgada y las constantes distracciones de Lorena para que nadie se diera cuenta, de seguro su madre ya la hubiese descubierto.Ambas se imaginaban que ya llegaba el momento de decirle al mundo, pero Alexa se seguía oponiendo por miedo, ¿acaso hay algo peor que eso? Esa semana cumplirìa tres meses exactos y sus dos pequeños bultitos ya comenzaban a notarse bastante en su ya no tan aplanado vientre.Por otro lado nadie en casa tenìa noticias aún de Miguel, y Elìas seguìa destrozado.Por suerte o desgracia esos días había abandonado la cama y casi todo el tiempo salìa, supuestamente a encargarse de los negocios, y estaba bien que lo hiciera y que regresara a la normalidad, pero el problema es que volvía a las tantas de la noche con aliento etìlico y el bolsillo vacìo.Melissa lo consintiò las primeras noches por pena, pero ya luego se cansò. Él había llegado hasta el punto en q
Elìas abrìa los ojos recién a las 12 del medio dìa, no recordaba nada de la noche anterior porque a pesar de haber llegado borracho a la casa, despuès de su discusiòn con Melissa continuò bebiendo para ahogar todavìa màs la poca cordura que le quedaba en el alcohol. Luego de despertarse a parte de eso ni siquiera recordaba como habìa llegado a la cama y por què tenìa la ropa intacta. El sol que se colaba por la ventana le molestaba a tal punto que no lo dejaba a penas despegar los ojos.-Cariño, traème el desayuno a la cama por favor, que me duele la cabeza -En cambio a lo que pensò, nadie a su lado respondiò y luego de unos instantes de pereza, se levantò y viò que el otro lado de la cama estaba vacìo. Saliò de mala gana de la recàmara y se extrañò de que todo estaba cerrado en los pasillos y no habìa olor a cafè como todos los amaneceres¿Acaso Melissa habìa salido a algùn lado sin decirle? Continuò recorriendo la casa y las cosas seguìan intactas a su paso, no se explicaba como