Hola, chicos. Primero quiero disculparme por el error de que se han publicado dos veces el capítulo ocho. Lamento mucho que eso haya pasado y que pudieran haberse confundido o molestado por tal error. No volverá a pasar, lo prometo. Ya lo edite y coloque el capítulo correspondiente; solo hay que esperar a que se edite.
El pequeño pueblo Hypnos Creed es muy lindo y pintoresco a pesar de que es pequeño y alejado de la civilización más cercana. Por lo que sabía estaba en el estado de Oregón, Estados unidos. Al menos no estaba en un país desconocido ni nada por el estilo, debía darle crédito a mi tío por no irnos muy lejos de casa; siempre fue un hombre inteligente pero muy irritante con su ego de superioridad.Yo, en cambio, siempre dijo que era inteligente pero no muy lista.Las calles estaban casi vacías, haciendo de la noche deprimente para mí, no esperaba una fiesta ni nada solo no creí que este lugar fuera tan aburrido. Macaria me explico que el pueblo es un lugar turístico gracias a sus paisajes naturales; pero que siempre parecía apagarse cuando cae la noche y que solo los jóvenes son los que pasean por las calles nocturnas hacia la taberna, el único lugar lo bastante parecido a una discoteca para ellos.Macaria estaciona la camioneta cerca de la estación de buses. Todos bajamos sin ningún contr
Había pasado solo cuarenta y ocho horas desde nuestro encuentro con esa cosa. Todos estábamos tensos y paranoicos. Y no era de para menos, prácticamente nos atacó una criatura sacada de nuestras peores pesadillas o del mismísimo infierno. Macaria no había parado de saltar ni de estremecerse apenas escucha un ruido fuerte, Michael ha intentado de todo para distraerla pero sus intentos fueron en vano y Shane… bueno, ahora estaba más alerta que nunca. Aún recuerdo cuando llegamos a la casa. Todos estábamos pálidos y temblorosos, pero lo suficientemente estables como para darle una excusa a la señora Agatha.–Mis padres llamaron al último minuto. Me podre quedar por más tiempo, incluso, me atrevería a decir, que me quedare durante todo el verano –mentí con la voz más dulce, feliz y convincente que pude evocar. Logrando que me creyese.Macaria apenas pudo soportar la presión. Se lanzó a los brazos de su madre y empezó a llorar y, entre hipidos le preguntó si estaba bien. Agatha nos miró in
Si existiera el premio a la más tonta. A la más confiada. O a la más idiota de la faz de la tierra, sin duda lo ganaría con todos los honores. Quizás esté siendo muy dura conmigo misma, pero me es difícil pensarlo de otra forma cuando acabo de seguir una melodía cual niña persiguiendo una mariposa. ¿En que estaba pensado? Claro, en nada. Estaba tan embelesada que no pensé en nada más que seguir esa preciosa melodía.La idea de atacar a la persona extraña a mis espaldas me tentó, pero sé que no debo hacerlo, no debo revelar mi verdadera naturaleza a si a la ligera. Sería demasiado imprudente. Lo cual es irónico. Soy la reina de la imprudencia.– ¿Estas sorda, acaso? Te pregunte quien eres.Su voz estaba teñida de impaciencia.Mis dedos hormigueaban, ansiosos por usar mi poder contra él, pero aprieto mis manos y me obligo a calmarme. ¿Cómo era que decía Macaria? Ah sí, inhala y exhala.–No, no estoy sorda –digo aun dándole la espalda –. Es solo que no me gusta hablar con extraños.–No e
ShaneAdmito que estos días fueron muy movidos e intensos. Pensar que mi madre nos envió aquí para alejarnos del divorcio y estar tranquilos es algo irónico, puesto que, casi morimos. Y no, no es broma. Mientras mi hermano este bien por mi está bien. Conocer a Nereida es algo completamente alucinante, ¿una chica con poderes? Ridículo, pero muy real. Además; admito que esto me intriga un poco y quiero saber el desenlace final de todo esto, pese a estar en una situación que claramente podría ser peligrosa y mortal para nosotros no puedo dejarla a su suerte por mucho que lo quiera, sin contar que Macaria y Michael se negaran seguramente a dejar de ayudarla.Suspiro.Nereida se encontraba practicando su puntería. Esta mejorado. Aunque no quiera sonar presumido, pero es gracias a mi instrucción que lo está logrando.–Oye, amargado –vuelco mi mirada oscura en la chica cuya sonrisa sigue siendo burlona pese a su pasado –. ¿Acaso estas prestando atención? ¡Te perdiste el gran tiro que hice! ¡
Conocer a las amigas de Macaria fue de lo más interesante. Admito que, dada mi poca experiencia a la hora de socializar, pude manejar la situación mejor de lo que Macaria y yo creíamos. Quizás porque molestaba a los guardias, o porque antes del encierro inhumano por parte de Joshua, tenía niñeras que me cuidaban hasta que cumplí los dieciséis. Quizá no tenga sentido, pero para mí si lo tiene.Al terminar con los batidos y las anécdotas (aunque claro, no dije mi verdadera situación), fuimos hacia un pequeño centro comercial.Decir que no estaba emocionada por mi primera salida de chicas sería una mentira.Una de las chicas jadeó. Creo que se trata de Cecile, la rubia del grupo, empezó a zarandear a Macaria con insistencia mientras soltaba balbuceos emocionados. Las otras dos chicas, las gemelas Scarleth y Wanda, observaron a su amiga con gesto interrogante, incluyéndome. Deje de observar un collar bonito para prestarles atención.– ¿Qué pasa, Cecile? –preguntó Wanda o Scarleth (no se d
Los rostros incrédulos, consternados y desconfiados de los hermanos Makris no se hicieron esperar. De hecho, hasta yo no me lo creería en primera instancia, pero esa es mi historia; y sí, sé que suena surrealista sacada de una mala imitación de un libro o novela fantástica con un dejo de modernidad. Eros buscó la mirada de Macaria como si buscara su verificación a mi historia, mi amiga asiente lentamente, confirmando mis palabras. Ambos hermanos compartieron una mirada. No sé lo que significa, pero esperaba que me creyese. –Si es cierto lo que dices –empezó Maximiliano, el más diplomático de los dos –. Entonces, ¿por qué nos atacaste? –No los conozco. Respondí. Así sin más. –Díganme, ¿ustedes en mi lugar no hubieran hecho lo mismo? ¿Disparar y luego preguntar? Además, ustedes no son gente común ¿quiénes son, y que clase de gente son? –proseguí. Ambos hermanos compartieron una mirada. Maximiliano movió la cabeza ligeramente, Eros apretó los labios, inconforme. Mientras esto pasaba
Sé que Macaria me está hablando, sus labios se mueven al igual que sus manos, pero no escucho ni atiendo a ninguna de sus palabras. Han pasado días desde mi encuentro con Sebastián y su propuesta. Esa maldita propuesta ha estado rondando en mi cabeza sin descanso como una canción súper pegadiza, de esas que aparecen en tu mente y no te dejan pensar en otra cosa, es fastidioso.Las cejas de Macaria se fruncen, de seguro habrá notado que no le he prestado la más mínima atención.Enderezo mi espalda y me preparo para su sermón.– ¿Por qué tan distraída? –pregunta –. Has estado rara estos días… más de lo normal.–Estaba pensando en mi canción favorita –miento. Macaria se encoge de hombros, aceptando esa respuesta.–Nereida –dice al caco de un rato –, he estado pensando en ayudarte a encontrar a tu familia; de hecho, he estado navegando en las web y cada red social disponible –mis ojos se abren con interés, ahora, ella tiene toda mi atención –. Aun no hay nada seguro. Pero creo que encontr
El señor Makris nos guio hasta el sótano de su casa que, al parecer, es una especie de altar para la triple diosa. En las paredes hay símbolos asociados a ella, también, diferentes ofrendas como: pasteles de huevo, queso, pan y carne, que se prendían con antorchas en miniatura. Macaria respingo un poco al ver la carne e hizo una mueca, entre asqueada y molesta.–No te preocupes, Macaria. Ya no sacrificamos perros ni cachorros para ella –aseguro el hombre, sin dedicarnos una mirada mientras preparaba algunas cosas.Pero mi amiga no parecía muy convencida, por lo que solo contesto un “mhm”.Macaria había investigado un poco sobre la diosa de la hechicería y, sobra decir, que quedó horrorizada ante las ofrendas que antes recibía la diosa. Matar cachorros para una deidad debe hacerlo alguien que no le da pena aniquilar a tales animalitos. Hago una mueca, la imagen que recrea mi cabeza hace que me dé arcadas y que quiera volver sobre mis pasos e irme a mi habitación, pero sé que no puedo r