Emily.
Algunos amigos de Aroa se sumaron al círculo, Dafne había aparecido de vez en cuando y de repente se hizo la media noche cuando mis padres se despidieron preguntando si iría con ellos.
Ammm no, no me fui.
Andrés los acompañó hasta el auto, a pesar de la tensión entre Alex y yo, la estaba pasando muy bien. Alex estuvo por todos los lugares hablando con sus demás amigos, compartiendo un rato en cada grupo, pero no obviaba que Sara parecía estar caminando detrás de su sombra. Me irritaba muchísimo su actitud, y lo que más me irritaba es que él parecía contento en la manera como Sara se le acercaba.
Entonces vacié la copa en mi boca y le di un tirón a Aroa para que se acercara hacia mí.
—Hagamos Karaoke —le susurré mientras ella abría los ojos extasiados.
Emily.Alex se une a mí, y todas mis emociones estallan en pequeñas partículas, las sensaciones son tan grandes que no las puedo tolerar sin hacer lo que el cuerpo me pide, doy besos rudos a Alex por su cuello mientras de su boca salen sonidos y nuestros cuerpos danzan en sincronía y movimiento.Mi amigo también besa mi cuello de forma ruda y de la pura sensación pellizco su espalda deslizando mis uñas por toda ella. Las embestidas comienzan a ser rápidas y duras mientras el cuerpo se me tensa. Muerdo su barbilla, cuello y clavícula mientras él desliza sus manos por mi rostro tocándome los labios.No podré soportar esto por mucho tiempo más, el molino de sensación se va galopando dentro de mi vientre estremeciéndome entera, y aun cuando reprimo mi boca esta se abre para soltar los gemidos que me producen el clíma
Emily.Su grito había despertado a la pareja de inmediato. Ambos cayeron de bruces al despertar y nos encontramos de frente a ellos en la habitación.Mi hermano tenía un bóxer puesto, pero Aroa estaba completamente desnuda, lo que hizo reprimir mis ojos en tono de súplica y que esto no se saliera de control.Siempre supe el eterno amor de Aroa por mi hermano, pero sabía que él no era buen partido para ella, mi hermano era un mujeriego que no sabía amar, ellos sostuvieron una relación corta, pero no duró mucho tiempo debido a la desconfianza que Aroa le tenía y la inestabilidad de ambos.Ahora estaba metido en la cama con ella. Y Alex estaba justo frente a ellos.Aroa se enredó en una toalla rápidamente mientras se interpuso entre mi hermano y Alex gritándole que se calmara.—¡M
Narrador…Alex estaba consternado, por más que trataba de entenderlo, no podía encontrar una explicación para la conducta de Dafne. Ella definitivamente estaba muy extraña, ella no solía realizar ese tipo de acciones, al menos no con él.Aparcó su auto algo torpe y marcó a su teléfono varias veces, pero parecía que tenía apagado su móvil, ya que una y otra vez entraba en contestadora.Desistió algo hastiado, ¿Por qué estaba jodiendose la vida en Él constantemente? Se preguntó.Entonces llegó a su casa, y su exasperación aumentó cuando vio a Sara tomando los portarretratos de la sala y sonreía.Tomó toda la aspiración posible mientras caminó hacia ella.—Sara —dijo bajo y muy serio—. Acaba d
Emily.—Hello baby —dije con una sonrisa.—Hola —respondió como si su voz estuviese apagada.—¿Qué ocurre? —pregunté con el ceño pronunciado.—No es nada… ¿Qué harás ahora?Estaba extremamente cansada, lo que más deseaba era ir a casa y acostarme para comenzar a destilar babas en la almohada, de hecho, solo pensarlo me estremecía el cuerpo de la deliciosura. Pero sabía que Mad no estaba bien.—Pues podemos ir a tomar algo —le respondí—. Así me cuentas qué pasa contigo.—Pues está bien el plan —dijo aún con su voz baja.—Bien, te espero en Harriest—Bien, ¿puedes esperarme unos veinte minutos más?—¿Veinte minutos? ¿No estás saliendo ah
Emily.La universidad de Cambridge está a reventar, muchos reporteros y estudiantes se conglomeraban en el auditorio principal donde el escritor Dominic Black se presentará en unos minutos, no he parado de caminar y de hacer tareas que Jeremy me dispuso desde el momento que llegué al auditorio. Ahora mismo tengo un pase que cuelga por mi cuello que les dice a todos, que puedo danzar libremente por todo el lugar.Jeremy tenía razón, no lo vería casi nunca, y así había sido, me presentó un montón de gente que al cabo de una hora parecían mi familia, todos trabajamos para que se dieran muy bien las cosas y la verdad tenía los nervios de punta cuando estuviera al frente de uno de los autores más famosos del reino unido.La convención comenzó unos minutos más tardes mientras muchos peleaban por obtener un puesto, nues
Emily.La vibración de mi celular y el nombre de Mad, aparece en la pantalla sacándome de mis pensamientos miserables.—Amiga —respondí con una sonrisa.—Emi, ¿crees que pueda quedarme hoy en tu casa? —mi ceño se arrugó y luego un largo silencio prosigue.—Claro —respondí con miles de dudas en la cabeza—. ¿Está todo bien?—N-no… —la voz quebrada, y temblorosa de Mad puso mi piel de gallina—. No quiero hablar ahora Emi, nos vemos en tu casa…—Si por supuesto…. ¿Mad?Cuando ella no me respondió, me quité el auricular de la oreja para revisar la pantalla y la llamada se canceló. Sentí un poco de aprensión en el pecho, revisé el reloj y decidí que seguiría trabajando rápido para pedi
Emily.—Emily… —escuché muy en el fondo de mi cabeza. Y quería reaccionar, quería parecer que esto no era nada para mí, pero el cuerpo me temblaba. Estaba… furiosa, nerviosa hasta la mierda y con una invasión de celos que me estaba comiendo el alma.Intenté desviar la mirada, y hacer caso a la voz que estaba llamándome por mi nombre. Pero mi cabeza no se movía. Yo solo podía ver como las manos de Sara, paseaban por el cuerpo de Alex cada vez que quería, se tomaban de la mano, ella reía y él correspondía a todo. A todo…—¡Señorita Baker! —ese fue el recurso que Jeremy utilizó finalmente para llamar mi atención. Giré de golpe y él estaba entre molesto y confundido.—L-lo… lo siento mucho Señor William &mdas
Emily.“La recompensa por la conformidad es que le gustes a todo el mundo, excepto a ti mismo.” — Rita Mae Brown.Tomé un suspiro fuerte, y me giré de golpe para enfrentarlo—Estoy trabajando —dije como por decir cualquier cosa.—¡Me importa una mierda!Mi rostro se transformó e iba a gritarle de todo en la cara, cuando tomo mis brazos me giró y me frenó en seco hacia la pared arrinconándome con su cuerpo.—¿A qué estás jugando? —preguntó muy molesto, estrellando su aliento en mí a la vez que el pecho subía y bajaba.—No sé de qué hablas, pero por supuesto nada de lo que hago, para ti es importante…Su sonrisa salió cínica.—Tú no sabes nada, cara,