Kaylee jadeó en aquella lujosa cama negra mientras que la pequeña bala de metal jugaba entre sus piernas. Dante se paseó por la habitación antes de tomar a Kaylee de los tobillos y comenzar a subir lentamente sus manos por las largas piernas de la chica.
—Te enseñare lo que es un buen orgasmo— dijo al mismo tiempo que acercaba su rostro a la entrepierna de Kaylee.
Los músculos del estómago de Kaylee se tensaron con el simple hecho de escuchar su voz.
La voz de Dante comenzaba a jugar con ella de una manera sorprendente, para Kaylee el simple hecho de escuchar a Dante con su voz oscura y llena de deseo la obligaba prácticamente a llegar al orgasmo.
Un fuerte gemido escapo de los labios de Kaylee cuando Dante pasó lentamente su húmeda lengua por el rosado y pequeño clítoris de Kaylee.
Dante posiciono su mano sobre la pequeña balita de metal y comenz
Kaylee se abrazó a ella misma cuando vio el lujoso auto perderse en la esquina de la calle, perdiéndolo por completo de vista. Se mordió el labio a causa del frio y del miedo.—Todo estará bien, todo estará bien— susurraba Kaylee una y otra vez mientras caminaba bajo el cielo nocturno de la ciudad. El frio aire golpeaba con fuerza su pequeño cuerpo. La lluvia comenzaba a hacerse notar en la ciudad, apretando poco a poco mientras ella caminaba por las silenciosas calles de la ciudad. Un auto se acercó a ella cuando se alejó lo suficiente para no poder regresar a la sociedad.— ¿Necesitas que te lleve a casa? — preguntó un hombre de camisa negra con una barba completamente espesa y de color negro. Kaylee retrocedió un paso, alejándose por completo del auto negro que se había detenido a su lado. La mirada de la chica se desvió por completo cuando vio a
Las manos de Kaylee se acercaron como pequeños imanes a las galletas de chocolate que Nicolás había colocado en el pequeño plato a su derecha. Apenada tomó una de las galletas y la llevó a su boca para finalmente masticarla y saborear el delicioso sabor de la pequeña galleta de chocolate que se trozaba con suavidad dentro de su boca.Nicolás la observó saborear una de las galletas que había colocado en el pequeño plato y sin darse cuenta soltó una pequeña sonrisa que paso completamente por desapercibida por parte de Kaylee.—Escuché por ahí que hoy es tú cumpleaños— dijo él en un pequeño susurro.Kaylee pasó la mirada por la cafetería vacía y observó con atención la manera en que la lluvia golpeaba las altas ventanas del lugar. El sonido de la lluvia mantenía un ligero sonido re
Dante soltó una pequeña sonrisa al verla intentar abrir la puerta. Revisó por un momento la hora en su celular de última generación y gruñó antes de voltear a verla una vez más. Ella volteó a verlo por unos momentos y frunció los labios al imaginaren que estaba pensando él.Dante se sentó en el asiento donde había estado sentado hace unos minutos atrás y mostro una imagen completamente despreocupada. Kaylee observó las manos de Dante y se acercó así como él se lo estaba pidiendo. —Tenemos bastante tiempo libre antes de la clase.Ella asintió y jugo nerviosamente con sus manos mientras lo miraba a los ojos, él sonrió ampliamente al saber que la tenía justamente donde la quería tener.— ¿Qué tal si chupas un poco mi polla?— preguntó al mismo tiempo
Los murmullos de los estudiantes se escuchaban por todo el lugar, Kaylee jugaba nerviosamente con sus manos mientras pensaba en lo sucedido. Con su rostro totalmente limpio y con su cabello húmedo que la hacía ver desarreglada decidió levantar la vista.La mirada de Dante se clavó en los claros ojos de la chica y suspiró antes de desviar la mirada y meter las manos en los bolsillos de su pantalón. Caminó tranquilamente por el escenario de la universidad y le sonrió amablemente al director.— ¿Dante te estaba viendo?— preguntó la mejor amiga de Kaylee. Ella frunció los labios y negó mientras desviaba los ojos de aquel chico. —Te juro que yo lo vi, mantuvo la mirada durante unos segundos y la desvió cuando volteaste.—Tal vez… se está preguntando por que luzco de esta manera… tan desalineada. — susurró Kaylee mi
– ¡Ponte tú mejor vestido!— le gritó su madre mientras corría de un lado a otro por toda la casa. Kaylee suspiró y abrió su armario mientras veía la gran cantidad de vestidos que cubrían por completo su cuerpo. Frunció el ceño y observó un vestido de color negro con la pierna un poco abierta.Arriesgándose por completo lo tomó y se dirigió al baño para darse una larga ducha que terminaría por calmar los pocos nervios que sentía. Se desnudó por completo y entró en aquella tina de agua caliente. Tomo un poco de aire y finalmente lo soltó al igual que los nervios que sentía.Los gritos de su madre se podían escuchar por todos los rincones de la casa. Su padre estaba harto y probablemente explotaría en cualquier momento a causa del pánico que le provocaba su mujer.Kaylee estaba completamen
—Señorita, ¿Puede acompañarnos al comedor?— preguntó el padre de Dante.Dante observó a su padre y negó rápidamente.—No es necesario que hables con ella en privado.—Entonces hablare con ella frente a todos. — dijo su padre.Kaylee observó al padre de Dante y tragó saliva nerviosamente mientras se acomodaba su larga cabellera.Dante se levantó de su asiento y caminó directamente a Kaylee. Se paró frente a ella y como todo un caballero le extendió su mano.—Señorita Kaylee, ¿Me permite acompañarla hasta el comedor? — preguntó con suavidad. Kaylee lo miro y sonrió ampliamente antes de asentir y tomar la pálida mano de Dante. Él sostuvo la mano de Kaylee y la llevó hacia el comedor.Dante volteo para asegurarse que nadie pudiera oírlos y suspir
Los padres de Kaylee la observaron caminar mientras Dante la sostenía de la mano como lo había hecho hace unos cuantos minutos.— ¿Qué sucedió?— preguntó la madre de Kaylee. Dante observó a la anciana mientras Kaylee se sentaba y hacia un pequeño gesto de dolor.—He regresado el estómago— susurró totalmente apenada. — pero me encuentro mejor.Dante se sentó a su lado y tomó un poco de agua, totalmente relajado y despreocupado como si no hubiera hecho algo que tuviera que esconder. Los empleados de la casa entraron con los platos de comida y los colocaron frente a cada uno. Los platos eran diferentes para cada uno. Kaylee miró a Dante cuando vio la comida.—Mamá— llam&oa
Los sollozos de la hermosa pelirroja parecía que no terminarían en ningún momento y Dante comenzaba a creer que terminaría abrazándola el resto del día.Las palabras de Nicolás retumbaron en la cabeza de Kaylee y la obligaron a regresar a la realidad. Por años había deseado que Dante la tuviera entre sus brazos de ese modo, había deseado por años poder tener una mínima cercanía con él. Siempre había fantaseado con estúpidas ideas de que él podría quererla y podrían casarse. Por estúpido que fuera, por años había estado enamorado de él y ahora tenía la cercanía que siempre había deseado. Podía tocarlo, hablar con él e incluso tener sexo cuando quisiera. Ya no tenía que observarlo de lejos y apreciar su belleza como