Kaylee guardo silencio cuando su madre durante minutos se mantuvo gritándole. Nicolás la miró fijamente y suspiró frustrado cuando recordó la gran cantidad de dinero que había pagado por ella, se mordisqueó el labio y comenzó a cuestionarse si realmente había valido la pena haber gastado todo ese dinero por la pelirroja. La pelirroja se llevó una mano al rostro e ignoró por completo las altas ganas de llorar, pegó un ruidoso trago de saliva y se levantó de su asiento.
Su madre seguía gritándole y lo único que ella quería era que todo terminara, quería irse a casa. Ya no le importaba terminar casada con aquel hombre, solo quería terminar con todo y alejarse de sus padres. Un segundo golpe fue recibido por su rostro. Los ojos de Kaylee se abrieron como dos grandes platos planos. Su madre la
Dante se sentó en una de las sillas que se encontraban en el hermoso jardín donde se llevaría a cabo la boda. Todos los invitados habían llegado y estaban completamente ansiosos en sus asientos. Las manos del chico de cabello oscuro cayeron sobre sus piernas, aquellas que estaban completamente cubiertas por el pantalón negro del traje. Wendy se sentó a su lado y lo miró por unos segundos para terminar dándole un pequeño golpe en el hombro. Dante negó levemente y bajó la mirada. Todo parecía una broma.Las palabras de la pelirroja continuaban taladrando su cabeza, su paz mental. Sentía que estaba cayendo poco a poco en un gran abismo. En una oscuridad interminable que parecía querer comerlo por completo. Ella había dicho que no, lo había rechazado y probablemente Dante nunca se perdonaría el hecho de haberla perdido.Tenía tantas ganas de aferrar
Dante intentó permanecer tranquilo cuando la mujer de vestido negro tomó la mano de su hermano con una gran sonrisa. Estaba tan confundido que incluso moverle se le hacía confuso. Todos permanecían aún de pie, completamente paralizados con lo que estaban viendo ante ellos. Los padres de Kaylee parecían querer desaparecer de ese lugar y sus rostros pedían a gritos unos cuantos tiros. Todos lucían tan confundidos, aturdidos. Incluso él. Si sus pensamientos eran ciertos, Kaylee tendría que estar huyendo ya, pero no lo hacía. ¿Por qué?Kaylee lucia completamente segura de ella, parecía estar disfrutando por completo de la situación y su rostro demostraba una cierta maldad que Dante nunca había visto en ella. Wendy en cambio mantenía una gran sonrisa en su rostro, una que al igual que Kaylee demostraba lo mucho que estaba disfrutando de la situación.
Kaylee bajó la ventana para poder sentir el aire fresco que corría por la carretera. Gritó totalmente extasiada y presionó el acelerador mientras sentía la adrenalina de la velocidad del auto. Kaylee gruñó cuando su celular comenzó a vibrar en el asiento de al lado. Volteó por un segundo y observó “Mamá” sobre la pantalla. Maldijo en voz baja y con un rápido movimiento sacó volando el celular del auto.—Que buen tiro — se alagó a ella misma para luego reír y continuar conduciendo por la carretera que parecía no acabar nunca. Sacó con cuidado la mano de su hombro roto y creo falsas olas con ella, saboreando de su libertad.¿Es así cómo se sentía la libertad? Porque ella se sentía viva sin nadie que estuviera siguiendo sus pasos, sin nadie que le dijera que hacer y cómo hacerlo. Era
Dante soltó un fuerte gruñido cuando observó a su demente hermano entrar en su oficina privada. Tras de él venían dos pares de ancianos. Los padres de Kaylee y sus padres, todos con el rostro completamente serio.La madre de Kaylee se abrió paso por la oficina y golpeó con fuerza el escritorio de Dante.— ¿Dónde está mi hija?— gritó la mujer. Dante se llevó ambas manos al cuello y suspiró antes de reír y mirar fijamente a la mujer.— ¿Dónde está mi mujer?— preguntó Nicolás mientras se acercaba a Dante para golpearlo. Dante giró la silla y pateó el abdomen de su hermano antes de que este pudiera tocarlo.— ¿Quién los dejó entrar?— preguntó Dante.—Hijo, esa boda tenía que llevarse a cabo... al no cumplirse con la boda, rompimos r
Ambos caminaron por la calle mientras bebían de sus vasos de cartón. Se habían comprado una bebida nuevamente. Sabían que lo que venía no sería fácil y mucho menos sería rápido. Iniciaba el proyecto “Desaparecer a Kaylee”. Así lo había llamado Ricky cuando ella hacia aceptado.Ricky abrió la puerta del lugar para ella. Kaylee se mordisqueó el labio mientras la mujer de cabello oscuro la veía fijamente. Sus perfectos rizos rojizos llamaban la atención por completo en todo el lugar, no había nadie que tuviera un cabello tan hermoso como el de ella y todas parecían envidiarlo.— ¿En qué puedo ayudarlos?— preguntó una mujer que portaba un mandil y unas largas tijeras en las manos.Kaylee intentó hablar pero terminó tartamudeando.—Venimos a teñirnos el cabello de negro.
Kaylee le sonrió ampliamente a un chico rubio que venía con su novia. Escribió con cuidado sobre su libre y luego miro a la chica que la veía con impresión.— ¿Cometí un error?— preguntó Kaylee mientras veía a la chica. La chica negó rápidamente y sonrió.—Eres muy linda— dijo. — tú actitud es muy linda, hace mucho tiempo que no entraba a trabajar alguien aquí, en especial alguien como tú.— ¿Cómo es alguien como yo?— preguntó Kaylee mientras sonreía.—Alguien con luz, se te nota en tú mirada. —dijo el chico mientras la veía y tomaba un poco de su café.—Bueno, llegué a este lugar en busca de un nuevo comienzo— susurró Kaylee. — espero poderme en este lugar y pasármela bien.—Este lugar es peq
Dante se llevó la mano a la cabeza cuando escuchó gritar a su madre con fuerzas. Golpeó la pared y maldijo para luego lanzar la lámpara por los aires.— ¡Maldita sea!—gritó— ¡Pueden dejarme en paz!—Déjalo—dijo Nicolás. — se quiere ir— ¡Pero se llevará todo lo que tenemos!—gritó su padre.— ¿Lo que tienen?—gritó Dante. — ¡Lo que yo tengo! Lo que he conseguido con trabajo mientras que ustedes lo han obtenido simplemente con estirar la mano—dijo con la voz totalmente gruesa a causa de la ira. — todo el tiempo han tenido lo que han querido gracias a mí, no tienen miedo de perderme, tienen miedo de perder todo lo que les he dado.— ¡Claro que no!—gritó su madre mientras intentaba entrar a la habitación.Dante sacó la
1 AÑO DESPUÉSKaylee se estiró levemente en la cama, soltó un fuerte suspiró y buscó con tranquilidad su celular entre las gruesas cobijas de su cama. El infierno había llegado con fuerza y su pequeño departamento en la cima del edificio parecía congelarse por completo. Le dolía el cuerpo del frío y podía sentir como los pálidos dedos de sus pies eran unas pequeñas barras de hielo.Se obligó a ella misma a levantarse de la cama y estirarse nuevamente. Maldijo levemente y caminó hacia la diminuta cocina, llenó la cafetera y la encendió para poder conseguir su café matutino. Su rutina siempre solía ser la misma, levantarse y tomar una gran taza de café mientras veía las noticias en el viejo televisor que habían abandonado en el departamento. Después se iba al trabajo y pasaba la mayor parte del