CAPITULO 54

_¡Golpear! ¡Golpear! ¡Golpear!_

Después de que Aren llamara a la puerta, un guardia abrió una pequeña rendija y lo fulminó con la mirada.

"¿Quién está ahí?"

"Las sombras ilimitadas están por todas partes", respondió Aren con calma.

La pesada puerta se abrió poco después. El guardia confirmó que estaba solo y luego le permitió entrar. Era un lugar espacioso, con armas por todas partes. La mayoría eran equipos de grado común, pero también había armas prohibidas, como ballestas mejoradas. La mayoría de las armas prohibidas o prohibidas tenían un poder destructivo considerable; era imposible comprarlos en las tiendas ordinarias. Sin embargo, lo que Aren quería era algo aún más poderoso y más estrictamente regulado.

"¿Todo lo que quieras?" Preguntó un hombre que tenía una mirada fría y sombría.

Aren miró a su alrededor y respondió: “Veneno de wyvern. Dame una ballesta mejorada, y también quiero virotes venenosos.

El hombre cruzó las piernas mientras se sentaba en una silla, luego miró a Ar
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