Recuerdo, que sus ojos son celestes, como el color del cielo...iguales a los tuyos...su cabello es negro como la noche...igual al tuyo...su rostro es hermoso, como lo es el tuyo...y un día ella volverá a nosotros.
El golpeteo constante y molesto que hacían las gotas de lluvia que chocaban en su ventana comenzaba a sacarlo de quicio, el rugir de los fuertes vientos azotaba con ferocidad los viejos ventanales de sus aposentos, formas abstractas, indefinidas, se dibujaban en los cristales con el agresivo resbalar del agua constante sobre ellos...el fuego en la chimenea danzaba violentamente estallando en mil colores de tonalidades rojizas que destellaban en cada dirección de su habitación demasiado intensas y hermosas...era una fría madrugada, el viento de la tormenta clamaba su ira y asolaba con furia las copas de los árboles, una furia tan temible que obligaba a los majestuosos y orgullosos ébanos de sus jardines
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Lujos, era todo cuanto lo rodeaba en aquella esplendorosa habitación, sábanas de la más fina seda se deslizaban acariciando su cuerpo regalándole sensaciones placenteras...tan suaves....como recordaba era la cremosa piel de porcelana de Madison...la oscuridad, acentuaba más la soledad que sentía invadir una vez más su alma, aún con el ardiente cuerpo que dormía a su lado por esa noche, estaba solo...los relámpagos brillaban iluminando en ocasiones los oscuros rincones de su alcoba, tanta opulencia, tanto esplendor...todo aquello era suyo, incluyendo a la bella durmiente que sabía, estaba allí por la misma razón que cada mujer de ocasión. Levantándose de la comodidad que ofrecía su cama, Kyle camino hasta el balcón de sus aposentos, abriendo el ventanal para sentir la helada lluvia caer sobre su cuerpo. Tantos años habían pasado desde entonces, tantos fracasos experimentados hasta ahora...pero el triunfo había valido cada uno de ellos, el sabor del poder era adictivo,
La luz que se colaba por su ventana anunciaba el sol del mediodía, las pocas nubes que había en el cielo, adornaban el celeste que reinaba sobre todo y todos, el frio que se dejaba sentir, le recordaba la tormentosa noche anterior...y con ello los recuerdos de aquel apasionado beso que se atrevió a darle a Jason Singh logrando sonrojarla de vuelta...apenas si había alcanzado a dormir unas horas desde que Jason se había marchado poco después del amanecer, sentía un profundo dolor de cabeza y un apetito voraz atacaba su estómago vacío, el olor a tocino y huevos revueltos inundaba sus fosas nasales haciéndola caminar de prisa hacia la cocina de donde provenía el delicioso aroma, Maddox se encontraba jugando en su tablet, absorto en los muchos colores del curioso juego que parecía disfrutar mucho. - Buenas tardes bella durmiente - dijo Eimy entre risitas, entregando los platos a Stefany para que los acomodara en el modesto comedorcito frente a ellas. - ¿Eimy? ¿Stefany? ¿
El ambiente en el apartamento de Madison, se habia tornado insoportablemente pesado. - Vamos Madi ¡Es muy pronto para llorar!, mira el otro documento - dijo con emoción Michael. Madison casi logra impactarse con el suelo de no ser por Eimy y Manuel que habían logrado sostenerla a tiempo, en sus manos estaba la prueba de que todo lo que su gemelo decía era verdad, la "justicia" le había otorgado la custodia legal de Maddox, las lágrimas resbalaban por sus hermosos ojos...era cierto, todo lo que Jason le dijo era verdad, su hermano tenía el poder para comprar y ajustar la justicia a su propia conveniencia...eso era todo. - No llores hermanita...te prometo que cuidare bien de nuestro pequeño hermanito...no le hará falta nada, podre pagar los mejores médicos para su "problema especial" - decía con un deje de burla Michael. - Eres un monstruo - dijo Eimy directo a la cara del líder Chadburn. - No es así querida...solo hago esto porqu
El sonido del claxon que sonaba con insistencia comenzaba a desesperarlo, el barullo inconfundible de la ciudad mezclado con sirenas y uno que otro insulto casual entre conductores que de alguna manera parecían creer fervientemente que sonar su bocina u ofender a otros les ganaría alas a sus vehículos para salir del molesto tráfico era algo que definitivamente no había extrañado para nada, las luces de los faroles y los grandes anuncios comerciales saturaban y cansaban su vista, ya no tenía paciencia para estar en la urbe de concreto, por eso es que hacía años se había retirado a vivir de manera pacífica en Golden Hill, Inglaterra, aun cuando a su ya casi ex mujer, Briana, no le había caído muy en gracia el gran cambio, el por otra parte se había descubierto adorando la serenidad y silencio del pintoresco pueblito y ansiaba poder regresar lo antes posible hacia él, los ojos dorad
Dolor, era todo lo que a ella regresaba con aquellas memorias contra las que aun luchaba en sus pesadillas, aquello dicho por el patriarca Singh, la habia devuelto con violencia a aquella horrida noche.Madison se estremeció con violencia al escuchar esto último de los labios del gran señor, ¿Como es posible que lo supiera? nadie salvo ella misma y el infame de Kyle lo sabían...a menos que el maldito lo divulgara...y si era así, entonces Michael lo sabía y no le importaba, ¿Aun así planeaba casarla con el hombre que arruino su vida? abrazándose a sí misma peleaba por no permitir que aquellos atroces recuerdos volvieran a ella...no de nuevo.- ¿Cómo es que usted lo sabe...acaso él? - cuestiono la chica intentando contener sin éxito las lágrimas que comenzaban a brotar de sus ojos.- No, O´Brien nunca menciono nada en sus cí
El sol resplandecía tenuemente, el cielo despejado, tan limpio y del más bello celeste, hablaba de los días lluviosos que habían caído sobre la ciudad y las praderas cercanas, limpiando todo a su paso, Madison desayunaba en el pequeño balconcito de su habitación en la mansión Singh, Adam le había dado una catedra del porque debía comer más y le hacia la observación de lo delgada que se había puesto por no comer adecuadamente aquellos días, sin embargo, no sentía deseos de salir de su alcoba, había conocido a la prometida de Johan y la mujer, cinco años mayor que ella, había resultado bastante desagradable, sentía recorrer con su mirada cada centímetro de ella y mirarle de manera desdeñosa, le habían contado que la pálida chica era la sobrina de Briana Singh, la madre del más joven de la familia y casi ex esposa del pa
Los imponentes ébanos que se levantaban orgullosos en los terrenos de los Chadburn, lucían más resplandecientes después de las lluvias pasadas, el olor del almuerzo no lograba despertar su apetito, Kyle se había negado a bajar, hasta el momento en que su amada azabache de ojos celestes llegará hasta ellos, Michael y Maddox parecían emocionados por la visita de la hermosa ojos celestes, pero él, lo estaba aún más...y al mismo tiempo...estaba aterrado... O´Neill sabía bien que el odio que Madison sentía hacia él, era genuino y justificable...pero no podía perdonarla por creer que el jamás la había amado, la amaba, con tanta fuerza que moriría por ella, pero no siempre podía tener el control del monstruo que habitaba secretamente en su interior.Aquellos recuerdos, memorias de un amor perdido, de tiempos en que Madison lo amaba tanto con él a
El ruido de las aves rompía el sepulcral silencio de la mañana, los hermosos ébanos en los jardines se mecían con suavidad en un vaivén lento y pasmoso, el ambiente se percibía tenso, la rigidez de la bella azabache y su ceño fruncido delataban lo mucho que odiaba estar ante la presencia de O´Brien, miradas incomodas sin saber que decir se distraían en cualquier cosa que tuviese movimiento con tal de no tener que ver la asfixiante atmosfera que juraban, podría tocarse, entre la bella ojiazul y el apuesto rubio, Michael observaba con cierta curiosidad el palpable odio de su gemela hacia su querido hermano, aquello era bastante curioso, pero lo atribuyo a posible envenenamiento mental de parte de la familia Singh hacia ellos, celeste y ámbar se miraban fijamente sin dejar un momento que la duda o incertidumbre se reflejara en su mirada, fuego y fuego se desafiaban en una guerra de poderes silenciosa. - Me alegra que hayas llegado con bien Madi, pasa, hay mucho de lo que