—Una lagrima solitaria salió de mis ojos, verla a Lind vestida de novia, era lo más hermoso que mis ojos habían visto, esta imagen se grabaría en mi memoria hasta el final de mis días
Cada paso que daba me costaba tanto, era como si mis piernas fueran gelatina, los nervios me mataban, no podía alzar la mirada, no podía ver a Oscar no pude deleitarme viendo los arreglos que Oscar había hecho para este día
—Lind, Oscar se lució ¡Es una boda de cuento de hadas! No lo imagine de el
—Con el comentario de Harper, alce la vista y no podía creer lo que mis ojos veían, una vez le hice el comentario a Oscar que me encantaría una boda como la de una princesa, en mi niñez tormentosa pensaba casarme con un príncipe azul para que me liberar del hechizo que la malvada bruja impuso en mí, no pensé que me hubie
—¿Que les hiciste?—Aun no les he hecho nada, es más duermen como unos ángeles— Es mejor que sigan asi, no les toques ni un cabello o……—Lamento contradecirte Oscar, pero no estás en posición de amenazar, fui capaz de secuestrar a tu hija y a tu testigo sin que se dieran cuenta, tu seguridad no sirvió de nada—Puede que hayas podido entrar, quiero ver cómo vas a salir si te encuentro o si llegas a tocarle un cabello a mi hija—Ya te dije Oscar, no me amenaces o la niña pagara las consecuencias —Recuerda que tú también tienes hijos y no solo uno, para tu desgracia estan en mi poder—No te atrevas a tocarlos—Tú lo hiciste con la mía, no me vengas con eso a estas alturas
—Callen a ese engendro, me duele la cabeza—No es un engendro Isabella, la niña esta incomoda, si me sueltas podría atenderla—¿Me crees tonta Harper? Si te suelto puedes escaparte—Para que lo haría, es solo cuestión de horas o días a más tardar para que te encuentren, no pienso desgastarme por gusto, dinero no podrás sacar de mi parte, ya te dije no tengo nada y Oscar vendrá con todo a ti y no me dejes hablar de Raúl y su familia—Mientras más dices, más ira me provocas ¿Piensas que tengo miedo a ese imbécil?—Deberías, el Oscar que conociste ya no existe, quedo una simple maquina sin sentimientos que te matara de la peor manera. Bueno me canse, suéltame me desespera no saber que tiene la niña—Auto
—A pasado una semana Oscar, sin embargo, mientras más días pasan te veo demasiado tranquilo —No dije nada a Raúl, sabia como él se sentía con este desastre, recordé las palabras de Lind cuando despertó del sedante. —Me estas impidiendo ayudarte, me estas alejando maldita sea ¿Sabes quién soy yo? ¡Soy tu esposa! Un papel lo dice y yo lo confirmo, déjame ayudarte a encontrarla, no me alejes, somos uno ¡lo recuerdas! — Paso ayer en la mañana, los segundos de lucidez pasaron rápido, el sedante que le pusieron la desvaneció en enseguida, la escuché sollozar, inevitablemente puso la mano en su pecho, esto le está causando un gran dolor, en ese lapso diminuto de tiempo pude ver el dolor reflejado en su rostro y era algo que no había podido sacar de mi cabeza, esos orbes grises me miraban con desesperació
—Ver el video de cómo se llevaron a su hija y Harper fue duro, más Raúl no ayudaba se quebró al verlo, él no había podido estar en paz durante días ¿Cómo lo conseguiste Benjamín? Debe ser una puta broma el que hayan podido entrar y drogar a Harper sin que nadie se de cuenta—Fu e algo sencillo un favor aquí, otro por acá, quien dio la orden fue esa mujer loca, la madre de mis sobrinos, de esta manera el que está detrás del telón no saldría develado, pero……—¿Pero qué Benjamín? Habla de una buena vez, estoy muriendo de la angustia—Es el señor Stefano Dore quien actúa atreves de esa estúpida, él quiere que Neptaly mate a Rosalyn o que ustedes lo hagan, quiere deshacerse de ella a como dé lugar, tenie
— Al ver que alguien entraba a la habitación, moví mi cuerpo para cubrir a Luciana que aun dormía, estos dos últimos días han sido el infierno, los locos que llegaron nos movieron de lugar, me golpearon por no querer soltar a la niña, traté de simular mi dolor corporal, tengo terribles y persistentes signos de desesperación, ¡no sé qué le toma tanto tiempo a Raúl y Oscar!—No pensé encontrarte en este pésimo estado muchacho, nadie más te va a tocar siempre y cuando “Cooperes” Solo entrega a la niña y será fácil que te vayas—Lamento contradecirlo señor ¿?—Dore, Stefano Dore y si no quieres morir en mis manos es mejor que me des a esa mocosa y acabemos el lio—Como decía, lamento contradecirlo señor Dor
—Señor tenemos en la mira la casa, está en las afueras de Corea es algo destartalada, no vemos al señor Harper o la niña por ningún lado ¿Cómo procedemos?—Que dicen Oscar, pueden verlo—Tranquilo Raúl, debes estar en calma o no accederé a que nos acompañes—Lo siento, lo siento, los nervios me tienen al filo de una daga, parece que en cualquier momento tendremos una lamentable noticia, no sabes cómo me siento—Quiero ir—Tenía la respuesta para Raúl en la punta de la lengua, escuchar a Lind me hizo un nudo en la garganta ¿Qué haces de pie? Debes descansar y es un no rotundo ¡No iras!—Es mi hija, ¿Por qué no puedo ir? ¡¡¡¡No puedes mantenerme cautiva!!!! No te lo permito
—Marcos, encontré a dos mujeres encerradas en una cuarto, no creo que estén vivas se ven muy lastimadas—¿Dónde las encontraste? ¿Puede enseñarme—Claro que si Rengel, es por aquí, no se preocupe por el “desorden” los del escuadrón estan limpiando el área y terminando de exterminar a las cucarachas—Fue muy efectivo mezclar su escuadrón con mis mercenarios—Es bueno cuando dos fuertes se unen, nadie puede contra una fuerza tan grande, solo Dios. Mire aquí estamos, estas dos son las desafortunadas—Mire de cerca a las mujeres. Era exactamente a la serpiente que andaba buscando, mire bien la cara de una de ellas, solo esta es la que ando buscando, la arrastre por el pelo hasta llegar a la camioneta, yo me encargo de esta víbora&md
—No lo hagas o Lind te matara—¡Harper! No te mueves amor, tus heridas son graves, debes evitar los movimientos bruscos—Qué pena, quería que me dieras como a cajón que no cierra, como bienvenida, tendré que esperar—Tu no cambias Harper, no hables más de la cuenta o te dolerá la herida—No lo hare Raúl tranquilo, respire con dolor—¿A quién le hablabas hace un momento Harper?—A ti idiota, a quien más, Lind no te perdonara que le hagas daño a Isabella, aunque le hizo mucho daño ella aun la ama como a una hermana, Oscar escúchame bien, quiero que mi sobrina crezca con un padre, cof, cof, cof—Toma, le extendí un vaso con un poco de agua tibia. bebe un poco te hará sentir mejor, ya que no me haces