—Callen a ese engendro, me duele la cabeza
—No es un engendro Isabella, la niña esta incomoda, si me sueltas podría atenderla
—¿Me crees tonta Harper? Si te suelto puedes escaparte
—Para que lo haría, es solo cuestión de horas o días a más tardar para que te encuentren, no pienso desgastarme por gusto, dinero no podrás sacar de mi parte, ya te dije no tengo nada y Oscar vendrá con todo a ti y no me dejes hablar de Raúl y su familia
—Mientras más dices, más ira me provocas ¿Piensas que tengo miedo a ese imbécil?
—Deberías, el Oscar que conociste ya no existe, quedo una simple maquina sin sentimientos que te matara de la peor manera. Bueno me canse, suéltame me desespera no saber que tiene la niña
—Auto
—A pasado una semana Oscar, sin embargo, mientras más días pasan te veo demasiado tranquilo —No dije nada a Raúl, sabia como él se sentía con este desastre, recordé las palabras de Lind cuando despertó del sedante. —Me estas impidiendo ayudarte, me estas alejando maldita sea ¿Sabes quién soy yo? ¡Soy tu esposa! Un papel lo dice y yo lo confirmo, déjame ayudarte a encontrarla, no me alejes, somos uno ¡lo recuerdas! — Paso ayer en la mañana, los segundos de lucidez pasaron rápido, el sedante que le pusieron la desvaneció en enseguida, la escuché sollozar, inevitablemente puso la mano en su pecho, esto le está causando un gran dolor, en ese lapso diminuto de tiempo pude ver el dolor reflejado en su rostro y era algo que no había podido sacar de mi cabeza, esos orbes grises me miraban con desesperació
—Ver el video de cómo se llevaron a su hija y Harper fue duro, más Raúl no ayudaba se quebró al verlo, él no había podido estar en paz durante días ¿Cómo lo conseguiste Benjamín? Debe ser una puta broma el que hayan podido entrar y drogar a Harper sin que nadie se de cuenta—Fu e algo sencillo un favor aquí, otro por acá, quien dio la orden fue esa mujer loca, la madre de mis sobrinos, de esta manera el que está detrás del telón no saldría develado, pero……—¿Pero qué Benjamín? Habla de una buena vez, estoy muriendo de la angustia—Es el señor Stefano Dore quien actúa atreves de esa estúpida, él quiere que Neptaly mate a Rosalyn o que ustedes lo hagan, quiere deshacerse de ella a como dé lugar, tenie
— Al ver que alguien entraba a la habitación, moví mi cuerpo para cubrir a Luciana que aun dormía, estos dos últimos días han sido el infierno, los locos que llegaron nos movieron de lugar, me golpearon por no querer soltar a la niña, traté de simular mi dolor corporal, tengo terribles y persistentes signos de desesperación, ¡no sé qué le toma tanto tiempo a Raúl y Oscar!—No pensé encontrarte en este pésimo estado muchacho, nadie más te va a tocar siempre y cuando “Cooperes” Solo entrega a la niña y será fácil que te vayas—Lamento contradecirlo señor ¿?—Dore, Stefano Dore y si no quieres morir en mis manos es mejor que me des a esa mocosa y acabemos el lio—Como decía, lamento contradecirlo señor Dor
—Señor tenemos en la mira la casa, está en las afueras de Corea es algo destartalada, no vemos al señor Harper o la niña por ningún lado ¿Cómo procedemos?—Que dicen Oscar, pueden verlo—Tranquilo Raúl, debes estar en calma o no accederé a que nos acompañes—Lo siento, lo siento, los nervios me tienen al filo de una daga, parece que en cualquier momento tendremos una lamentable noticia, no sabes cómo me siento—Quiero ir—Tenía la respuesta para Raúl en la punta de la lengua, escuchar a Lind me hizo un nudo en la garganta ¿Qué haces de pie? Debes descansar y es un no rotundo ¡No iras!—Es mi hija, ¿Por qué no puedo ir? ¡¡¡¡No puedes mantenerme cautiva!!!! No te lo permito
—Marcos, encontré a dos mujeres encerradas en una cuarto, no creo que estén vivas se ven muy lastimadas—¿Dónde las encontraste? ¿Puede enseñarme—Claro que si Rengel, es por aquí, no se preocupe por el “desorden” los del escuadrón estan limpiando el área y terminando de exterminar a las cucarachas—Fue muy efectivo mezclar su escuadrón con mis mercenarios—Es bueno cuando dos fuertes se unen, nadie puede contra una fuerza tan grande, solo Dios. Mire aquí estamos, estas dos son las desafortunadas—Mire de cerca a las mujeres. Era exactamente a la serpiente que andaba buscando, mire bien la cara de una de ellas, solo esta es la que ando buscando, la arrastre por el pelo hasta llegar a la camioneta, yo me encargo de esta víbora&md
—No lo hagas o Lind te matara—¡Harper! No te mueves amor, tus heridas son graves, debes evitar los movimientos bruscos—Qué pena, quería que me dieras como a cajón que no cierra, como bienvenida, tendré que esperar—Tu no cambias Harper, no hables más de la cuenta o te dolerá la herida—No lo hare Raúl tranquilo, respire con dolor—¿A quién le hablabas hace un momento Harper?—A ti idiota, a quien más, Lind no te perdonara que le hagas daño a Isabella, aunque le hizo mucho daño ella aun la ama como a una hermana, Oscar escúchame bien, quiero que mi sobrina crezca con un padre, cof, cof, cof—Toma, le extendí un vaso con un poco de agua tibia. bebe un poco te hará sentir mejor, ya que no me haces
—Porque investigaría a mi exesposa señor Benjamín, ya me había casado una vez con ella no era muy lógico hacerlo—La palabra que no encuentras es ridículo, aunque te parezca ridículo es lo mejor que pudiste haber hecho, pero…… como lo echo, echo esta y no se puede disolver. Vivirás con el remordimiento que casi hace que maten a tu ex pareja y secuestren a tus hijos y de paso se llevan a tu sobrina “de verdad eres una joya, doctor Pee” —No sé de lo que habla señor Benjamín, no entiendo lo que trata de decirme—Es tan tonto, Benjamín, porque gastas saliva en él, déjalo que siga asi, más bien terminemos con esto, agarren a la mujer y llévenla ante Oscar, que él decida que va a hacer con ella—¿Oscar?
—Lo primero que vi al llegar al dormitorio fue como la luz de la luna iluminaba el bello rostro dormido de Lind, parecía la versión mejorada de bella durmiente, eclipsando a todos con esos tentadores labios carnosos, su tez no era muy buen y eso no me gusto—Debes salir Oscar, necesito revisarla por completo y sé que no te va a gustar, ella va a estar bien no te preocupes—Asentí hacia Raúl, bese su frente y camine a la puerta. Has lo que tengas que hacer, no importa que, yo me hago responsable—Lo sé, debes tenerme un poco de fe, ella va a salir de esto como siempre, no va a dejarte solo para que te cojas a la primera que te abra las piernas. Lo vi salir con la decepción a cuesta y la moral hecha pedazos, no sé cuánto va a durar este sufrimiento—Doctor Becker, tiene que venir—&iq