Capitulo 119

— Al ver que alguien entraba a la habitación, moví mi cuerpo para cubrir a Luciana que aun dormía, estos dos últimos días han sido el infierno, los locos que llegaron nos movieron de lugar, me golpearon por no querer soltar a la niña, traté de simular mi dolor corporal, tengo terribles y persistentes signos de desesperación, ¡no sé qué le toma tanto tiempo a Raúl y Oscar! 

—No pensé encontrarte en este pésimo estado muchacho, nadie más te va a tocar siempre y cuando “Cooperes” Solo entrega a la niña y será fácil que te vayas

—Lamento contradecirlo señor ¿?

—Dore, Stefano Dore y si no quieres morir en mis manos es mejor que me des a esa mocosa y acabemos el lio

—Como decía, lamento contradecirlo señor Dor

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