“Solo dile”
“No puedo”
“Dile o ese hombre podría venir por ti”
El pánico comienza a nublar mi vista, todos mis sentidos se agudizan y el sonido de una pequeña ave golpeando ligeramente a la ventana me provoca irritación.
“No dejes que el miedo te venza”
Esa frase se repite en mi cabeza una y otra vez, mientras un dolor intenso comienzo a subir por mi garganta. Todo a mi alrededor se vuelve irrelevante mientras tenga la imagen de ese hombre en mi cabeza.
Su cabello oscuro y largo recogido en una coleta, sus grandes ojos me miraban fijamente. Tiene una nariz alargada y sus fosas nasales se encuentran expandidas como si de un toro se tratase. Hablaba, pero mi mente no procesó sus palabras, solo me concentraba en esa mirada tan perversa que me dedico la primera vez que me vio.
“Vendrá por ti”
De nuevo mi mente juega con mis miedos
HuseinVerla de esa manera me destroza, verla tan vulnerable, tan… rendida. Simplemente no soporto verla así. Cada noche me despierto y camino hasta su habitación para verla dormir. Sé que finge dormir, sus ojos se encuentran rojos e hinchados, es evidente que lloraba y finge dormir cuando me escucha abrir la puerta.He tratado de mantenerme fuerte ante ella, pero cada día es más difícil. Todas las veces que he tenido que detener sus ataques de pánico han provocado que cada vez tengas más remordimientos sobre mi papel en su historia.Ya no sé si hubiera podido salvarla, pero tengo la certeza de que podré cambiar su vida y ayudarla a olvidar lo que vivió.-¿Husein?Levanto mi rostro hacia ella y me encuentro con su angelical rostro observándome fijamente. Tiene pequeñas bolsas bajo sus ojos. Ya no puede ocultar el hecho de que no ha dormido
Conozco la sensación que produce cuando el aire escapa de tus pulmones, también recuerdo la mayoría de los golpes que he recibido en mi vida y a veces tengo pesadillas acerca de los tres días que han cambiado por completo mi vida.Uno: El día en que conocí al señor Tylor.Dos: El día en que llegué a esa jaula.Tres: El día en que me rescataron de la jaula.Estoy consciente de que mis miedos han invadido por completo mi cerebro, pero el día en que lo vi llorar. Ese fue, sin duda, el día que jamás quiero volver a recordar.Finalmente, hoy comenzaré a trabajar. Nunca he trabajado, o bueno, más bien nunca he trabajado voluntariamente. Quiero creer que hoy será otro día que cambiará mi vida. Poco a poco reconstruiré mi vida y trataré de olvidar mi pasado y mis miedos.-Adaeze, el desayuno está li
Normalmente puedo escuchar los latidos de mi corazón, tener control sobre mi cuerpo y estar consiente de lo que sucede a mi alrededor, pero no ahora, no en este momento.Muchas veces pensé que la jaula sería mi único hogar por el resto de mi vida, tal parece que estaba equivocada. Ahora que lo pienso, la vida en ese lugar era más sencilla. Solo debía obedecer y como recompensa obtendría un plato de comida.No sé cuánto tiempo estuve en ese lugar, pero al final me había acostumbrado y adaptado a mi nueva vida. Solo sé que había pasado años en ese lugar, se había convertido en mi hogar, a pesar de las circunstancias y sinceramente ahora lo extraño.La vida puede llegar a ser dura cuando nadie te enseñó a estar en un mundo donde convive el bien y el mal en un mismo lugar. Estaba tan acostumbrado a la maldad humana que cuando escapé de ese lu
“Hazlo”Los latidos de Adaeze podían escucharse retumbar en las paredes. Sus manos temblaban al igual que sus piernas mientras que su mirada se encontraba completamente fija en un punto en el infinito.“Eres una cobarde”Su mente jugaba con ella, alentando cada miedo adquirido en los últimos años.El ambiente se sentía tenso, al aire era pesado y el frio que entraba a través de la pequeña ventana en lo alto de la pared comenzaba a llenar la habitación.“Solo hazlo maldita sea”Los pensamientos la abrumaban e impedían que pensara claramente.La sangre que corría por sus venas se había llenado de adrenalina y su mente vagaba por cada recuerdo y cada golpe.“Hazlo y el dolor terminará”Ya no importaba el dolor físico ni las cicatrices en su cuerpo, pero el dolor emocional nublaba sus pensamient
-Niña estúpida te quedarás aquí y cerrarás la boca.Mamá me toma del brazo y me empuja hacia el armario. Antes de que pueda impedirlo, las puertas son cerradas detrás de mí y la oscuridad del mueble me impide distinguir cualquier objeto.-No, mamá. Por favor, no quiero estar aquí.Mis gritos son ignorados y escucho los pasos de mi mamá alejándose apresuradamente.-Lo volviste a hacer niña.El Señor Tylor me empuja hasta que me encuentro dentro del sótano con las rodillas en el piso, al igual que mis manos.-Te quedarás ahí hasta que aprendas que no debes morderme.Uso mis manos como apoyo para poder levantarme y cuando me doy la vuelta, el Señor Tylor cierra la puerta de golpe y segundos después escuc
“Corre”-No.Mi voz a penas y es audible. La boca se me reseca y de pronto… todo desaparece.“Huye”La oscuridad envuelve por completo la habitación, ni una sola luz, tampoco una ráfaga de aire, solo… oscuridad.Mis manos se sienten húmedas, la sensación es extraña, como si todo mi cuerpo se sintiera sucio.Corro en alguna dirección, no puedo ver hacia donde, solo sé que debo correr. Cinco, seis pasos y de inmediato un fuerte dolor que envuelve mi cabeza por completo, se extiende hasta mi pecho y baja hasta mi rodilla izquierda. Caigo al piso sintiendo el gran golpe contra algo, quizá una pared.“Está detrás de ti.”Solo los miedos se encuentran presentes, me observan de cerca con una mirada penetrante, es la primera vez que puedo verlos. Sus alargados rostros frente a mí gritando una y otra vez a
El tiempo transcurre, las horas pasan tan rápido que apenas lo noto y mi mente sigue nublada por los miedos que me han seguido hasta aquí, hasta el lugar que pensé, no volvería y sin embargo aquí me encuentro.Pasé tanto tiempo encerrada, que alguien tuvo que decirme cuantos años había pasado desde la última vez que había visito el mundo en el que crecí, pero al cual ya no pertenezco.A veces pienso en retroceder en el tiempo y volver al momento en el que mi vida solo consistía en vivir en un lugar tan pequeño, encadenada y amenazada. Al finalizar mi encierro había perdido toda capacidad de sufrimiento. Ya no sufría cuando tenía que soportar los maltratos de los clientes, ya no lloraba cuando golpeaban mi cuerpo una y otra vez, ya no sentía nada y sin embargo estaba completamente equivocada. No había dejado de sentir, solo había bloqueado
Durante mucho tiempo he pensado que hablar se convertiría en un pecado que debería ser castigado, pero finalmente me di cuenta de que nadie debería castigarme por expresar con palabras lo que siento.Hace varios días que he planeado lo que diré y como lo diré y sin embargo el miedo se mantiene presente, envolviéndome en sus largas garras y nublando mi vista y mente.Debería correr lejos, sin rumbo fijo, solo correr sin mirar atrás y sin embargo no lo hago, porque hay alguien sosteniendo mi mano que me ancla al suelo para que evite correr como tanto anhelo.He vivo luchando contra mis miedos en un bucle sin fin en donde trato de mejorar, pero ocurre algo que detiene mi progreso. Me he negado a hablar con las personas pensando que alguien me delatará y les dirá a esos hombres donde estoy y lo que hice. Bloqueé mis miedos y sentimientos y sin embargo todavía puedo ver a uno d