Normalmente puedo escuchar los latidos de mi corazón, tener control sobre mi cuerpo y estar consiente de lo que sucede a mi alrededor, pero no ahora, no en este momento.
Muchas veces pensé que la jaula sería mi único hogar por el resto de mi vida, tal parece que estaba equivocada. Ahora que lo pienso, la vida en ese lugar era más sencilla. Solo debía obedecer y como recompensa obtendría un plato de comida.
No sé cuánto tiempo estuve en ese lugar, pero al final me había acostumbrado y adaptado a mi nueva vida. Solo sé que había pasado años en ese lugar, se había convertido en mi hogar, a pesar de las circunstancias y sinceramente ahora lo extraño.
La vida puede llegar a ser dura cuando nadie te enseñó a estar en un mundo donde convive el bien y el mal en un mismo lugar. Estaba tan acostumbrado a la maldad humana que cuando escapé de ese lu
“Hazlo”Los latidos de Adaeze podían escucharse retumbar en las paredes. Sus manos temblaban al igual que sus piernas mientras que su mirada se encontraba completamente fija en un punto en el infinito.“Eres una cobarde”Su mente jugaba con ella, alentando cada miedo adquirido en los últimos años.El ambiente se sentía tenso, al aire era pesado y el frio que entraba a través de la pequeña ventana en lo alto de la pared comenzaba a llenar la habitación.“Solo hazlo maldita sea”Los pensamientos la abrumaban e impedían que pensara claramente.La sangre que corría por sus venas se había llenado de adrenalina y su mente vagaba por cada recuerdo y cada golpe.“Hazlo y el dolor terminará”Ya no importaba el dolor físico ni las cicatrices en su cuerpo, pero el dolor emocional nublaba sus pensamient
-Niña estúpida te quedarás aquí y cerrarás la boca.Mamá me toma del brazo y me empuja hacia el armario. Antes de que pueda impedirlo, las puertas son cerradas detrás de mí y la oscuridad del mueble me impide distinguir cualquier objeto.-No, mamá. Por favor, no quiero estar aquí.Mis gritos son ignorados y escucho los pasos de mi mamá alejándose apresuradamente.-Lo volviste a hacer niña.El Señor Tylor me empuja hasta que me encuentro dentro del sótano con las rodillas en el piso, al igual que mis manos.-Te quedarás ahí hasta que aprendas que no debes morderme.Uso mis manos como apoyo para poder levantarme y cuando me doy la vuelta, el Señor Tylor cierra la puerta de golpe y segundos después escuc
“Corre”-No.Mi voz a penas y es audible. La boca se me reseca y de pronto… todo desaparece.“Huye”La oscuridad envuelve por completo la habitación, ni una sola luz, tampoco una ráfaga de aire, solo… oscuridad.Mis manos se sienten húmedas, la sensación es extraña, como si todo mi cuerpo se sintiera sucio.Corro en alguna dirección, no puedo ver hacia donde, solo sé que debo correr. Cinco, seis pasos y de inmediato un fuerte dolor que envuelve mi cabeza por completo, se extiende hasta mi pecho y baja hasta mi rodilla izquierda. Caigo al piso sintiendo el gran golpe contra algo, quizá una pared.“Está detrás de ti.”Solo los miedos se encuentran presentes, me observan de cerca con una mirada penetrante, es la primera vez que puedo verlos. Sus alargados rostros frente a mí gritando una y otra vez a
El tiempo transcurre, las horas pasan tan rápido que apenas lo noto y mi mente sigue nublada por los miedos que me han seguido hasta aquí, hasta el lugar que pensé, no volvería y sin embargo aquí me encuentro.Pasé tanto tiempo encerrada, que alguien tuvo que decirme cuantos años había pasado desde la última vez que había visito el mundo en el que crecí, pero al cual ya no pertenezco.A veces pienso en retroceder en el tiempo y volver al momento en el que mi vida solo consistía en vivir en un lugar tan pequeño, encadenada y amenazada. Al finalizar mi encierro había perdido toda capacidad de sufrimiento. Ya no sufría cuando tenía que soportar los maltratos de los clientes, ya no lloraba cuando golpeaban mi cuerpo una y otra vez, ya no sentía nada y sin embargo estaba completamente equivocada. No había dejado de sentir, solo había bloqueado
Durante mucho tiempo he pensado que hablar se convertiría en un pecado que debería ser castigado, pero finalmente me di cuenta de que nadie debería castigarme por expresar con palabras lo que siento.Hace varios días que he planeado lo que diré y como lo diré y sin embargo el miedo se mantiene presente, envolviéndome en sus largas garras y nublando mi vista y mente.Debería correr lejos, sin rumbo fijo, solo correr sin mirar atrás y sin embargo no lo hago, porque hay alguien sosteniendo mi mano que me ancla al suelo para que evite correr como tanto anhelo.He vivo luchando contra mis miedos en un bucle sin fin en donde trato de mejorar, pero ocurre algo que detiene mi progreso. Me he negado a hablar con las personas pensando que alguien me delatará y les dirá a esos hombres donde estoy y lo que hice. Bloqueé mis miedos y sentimientos y sin embargo todavía puedo ver a uno d
Golpeo la puerta desesperadamente hasta que escucho los pasos de Husein desde adentro.Husein abre la puerta y me lanzo a sus brazos. Él me abraza de la cintura y el abrazo se extiende durante un par de minutos.-Te extrañé. – Digo.-También te extrañé.Nos separamos para mirarnos a los ojos y resbalo por su cuerpo hasta volver a tocar el piso con mis pies.-¿Cómo estuvo tu viaje?-Bien. Mamá dice que te extraña.Sonrío y Husein toma mi mano para guiarme hasta su habitación.-Mamá me compró esto para jugar contigo.Husein señala hacia algo en el piso y al seguir su mirada me encuentro con unos rieles de tren de plástico, así como un tren de color rojo sobre los rieles.-&nb
“Cobarde”“Cállate”El césped bajo mi cuerpo incomoda en los dedos de mis manos mientras el frío viento sopla moviendo mi cabello de un lado al otro.Escucho el canto de las aves en el nido en lo alto de una rama del árbol a unos pasos de mí.Se puede oír las voces de las personas disfrutando del hermoso día en el parque. Los niños juegan y los adultos conversan. Una pareja hace ejercicio a mi derecha mientras me observan de reojo de vez en cuando. Noto cuando sus miradas se centran en la mujer recostada en medio del parque con el rostro hinchado por el llanto.“Eres una cobarde, dijiste que dirías la verdad y no lo hiciste.”“No pude hacerlo.”“¿Por qué?”“Porque sabía que todo cambiaría, porque Husein me miraría diferente.”“Eres una cobarde y me
El frío helado de la noche soplaba con fuerza y la oscuridad de la noche era incomparable. Se podía ver la luna en su punto más alto. Las estrellas daban un toque único al hermoso cielo de esta noche. El romántico paisaje podría hipnotizar a cualquiera que levantase la vista, pero hay personas que solo lloran en la oscuridad mientras cientos de sombras los rodean.-911, ¿Cuál es su emergencia?-Hay una adolescente llorando en el piso frente a mi casa, creo que unos hombres la atacaron.-¿Me podría decir su nombre?-Sí, soy Sebastian Jones.-De acuerdo, Sebastian. Tengo una patrulla a cinco minutos de la ubicación que otorga tu teléfono célula. Dime, ¿puedes ver algún golpe visible en la mujer?-Creo que sí, tiene en el cuello manchas negras, pero el resto del cuerpo lo tiene cubierto y no