Observé como Bastian se dirigía sin ser visto a uno de los vestidores del fondo, yo le pedí ayuda a una señorita que estaba por ese lugar y le pedí que me mostrara aquel vestido en mi talla, cuando me lo dio me dirigí al mismo vestidor y me encontré con Bastian esperándome, sentado en una de las bancas largas de aquel sitio, en cuanto me vio cerré la puerta y él se dio la vuelta, comencé a desvestirme y me coloqué aquel vestido sin ropa interior, era muy corto, con un escote de muerte y como estaba muy dotada de mi pecho, hacía que me viera más sexy.
—Ya puedes voltear —le sugiero a Bastian.
Cuando Bastian volteó a verme, un brillo que significaba lujuria, se colocó en sus ojos, me observaba de arriba abajo y cuand
La sangre se me va a la cabeza cuando observo como los hermanos Ferrer se acercan a nosotros, de inmediato Bastian me pone detrás de él, y mis amigos esperan a que ellos se acerquen y den el primer paso. Cuando lo hacen, logro ver como Martin me busca con la mirada, cosa que me pone muy nerviosa.—¿Se te perdió algo? —pregunta Bastian con voz hostil.—Solo buscaba a la presidenta del consejo estudiantil —contesta Martin en tono burlón—. Me dijeron que en cuanto llegara a su Universidad buscara a alguno de los presidentes.—Yo soy el presidente del consejo —Chuck le da una última fumada a su cigarrillo y lo apaga en el suelo, da un paso al frente y lo reta con la mirada—. Tienes suerte, yo puedo at
Cuando Bastian dejó ir a Crys con los hermanos Ferrer, una parte de él se sintió tranquila al saber que no estaría sola, Chuck se encargaría de cuidarla de esos dos, pero otra parte de él lo hizo sentirse impotente, entonces recordó que normalmente los presidentes estudiantiles pertenecían a los mejores promedios de la Universidad, y aunque fuera un año mayor que el año que estaba ella cursando, había una vieja regla del plantel, en la que si había alguien con mejor promedio que uno de los presidentes, o si se demostraba que aquel era incompetente para llevar a cabo las obligaciones que conlleva ese cargo, podía alegar la otra parte y quitarle el puesto, por lo que en cuanto la vio entrar en aquella oficina tomó la decisión de ser el nuevo presidente.Salió a toda velocidad y b
Cuando vi a Bastian encima de Martín fue entonces que reaccioné, todo pasó tan rápido que por segundos pensé que tal vez se trataba de alguna especie de sueño, pero al ver mi realidad, mi corazón se aceleró de manera considerable. Bastian estaba como loco.— ¡Creo que te dejé muy claro que no te acercaras a mí chica! —le gritaba Bastian dándole un puñetazo certero en el rostro, lo que provocó que Martín comenzara a sangrar de la boca.— ¡Alguien como tú, no me va a decir que debo o no hacer! —esta vez fue el turno de Martín, que con un movimiento rápido volteó los papeles, ahora era él quien estaba encima de Bastian y lo golpeaba con más saña.
La luna estaba por lo más alto, alumbrando con su luz cada rincón del bosque, el cantar de los grillos se escuchaba como música de fondo, y algunos búhos observaban inquietos la figura de una chica que se escondía detrás de un enorme árbol, no hacía mucho frío pero era algo fresca la noche, y todo pasaba tan lento, que por momentos aquella chica pensó en irse, pero tenía un plan, se lo debía a ella, estaba en complicidad con cierto grupo de chicos para vengarse por lo que le hicieron a su amada, la chica que más amaba en la vida. En ese momento siente la vibración de su celular y de inmediato se da cuenta de que se trata de un mensaje de texto de una de sus mejores amigas, lo leyó de inmediato y estaba a punto de contestarlo, cuando de pronto escuchó el crujir de una rama rota, entonces lo silenció y guardó, respir
Pensar en un futuro con Bastian hacía que mil mariposas revolotearan en mi estómago, ya habíamos arreglado nuestras diferencias y estábamos de nuevo bien, al parecer Bastian estaba furioso ya que no podía defenderme cuando nos tocaran salidas o convivencias con las otras Universidades.— ¿Entonces estamos bien? —le pregunto mientras lo abrazo colocando mis brazos en su cuello y él me abraza por la cintura estrechándome contra su cuerpo, la calidez era una delicia y me hacía desearlo aún más.— ¿Aún lo dudas? —me contesta con voz ronca— si pudiera te haría el amor en este mismo momento, pero me temo que escucharían y no es buena idea.—Concuerdo co
Me amarro bien la toalla y me dirijo a mi habitación, saco un pijama simple que consiste en un pantalón rosa pastel, con una blusa de tirantes blanca, me aseo y termino por secarme el cabello y hacerme una coleta. Al bajar para cenar me encuentro con Brandon, quien está jugando con mi hermanita, me acerco a saludarlo.— ¿Qué tal van las cosas con Woodwryn? —me pregunta Brandon sin quitarle la vista a mi hermana, quien se ríe cada vez que Brandon la levanta y la mueve de una manera tierna.—Bien, la verdad es que vamos bien, todo ha estado normal entre los dos —encojo los hombros.—Pues eso me alegra, porque si te rompe el corazón me temo que tendré que meterlo preso muchos años.
Las cosas eran simples, Bastian únicamente quería estar cerca de Crys, no le importaba nada más en esos momentos, después de haberle pedido ayuda a Eithan para que le ayudara a subir sus calificaciones y que de esa manera el director y padre de Chuck, no tuviera excusa alguna para hacerlo presidente, no era que Chuck fuera un burro en la escuela, lo que tenía él era que la vagancia y la flojera lo desanimaban, eso sin contar que su padre constantemente lo comparaba con sus amigos o incluso con su hermanastro. Cuando salió de la ducha al día siguiente después de despedirse de Crys y de hacerle el amor, no pudo evitar mandarle un mensaje para decirle que la vería en la escuela y que estaba ansioso por estar a su lado, pero antes de enviar todo eso, lo pensó dos veces y decidió borrar eso y dejar las cosas por la paz.
No podía creer lo que estaba ocurriendo, todo transcurría como si fuera en cámara lenta, Bastian estaba golpeando a Milan delante de casi media escuela, pero Erick y Alan los separaron a tiempo, observo con desesperación a Bastian y recorro el cuerpo de Milan para ver los daños que había sufrido, tenía el labio partido, y la mirada confundida.—Vayamos afuera para que arreglen esto —propone Romel— aquí hay demasiada gente.Bastian me mira con enfado y después cruza una breve mirada con Milan, que hasta ese momento estaba tan sorprendido como yo.—Bien —responde Milan con sangre en la boca.Todos se dan la media vuelta y yo los sigo, cuando en