No dejo de mirar el teléfono, no he recibido ni siquiera un mensaje de Mónica, ni tan siquiera un hola. Me parece tan raro…a no ser, que apareciera su querido marido en escena y se vea acorralada.Pienso en lo raro del mensaje de anoche, ella parecía hoy en la mañana, que no sabía de que le hablaba. Me da que Carlos entra en su habitación cuando ella duerme, no eso no puede ser, me dijo que echaba el seguro y tiene otra cerradura de más.Me vuelvo loco de pensar en tantas teorías. Mi querida secretaria, no consigo convencerla de que venga a trabajar a mi nuevo bufete, dice que va a vivir la vida, con su marido recién jubilado.Nos queda una semana en este maldito bufete, sí habéis escuchado bien, a los dos, entregué mi renuncia, mi padre puso el grito en el cielo, mi madre fue dramática como siempre y mi suegro…a ese vamos a dejarlo, porque ya tiene bastante con su malcriada hija.Hasta que mi asesora inmobiliaria particular, me encuentre algo que encaje con lo que busque y me guste,
No me muevo de mi sitio, estoy esperando a que Fran se revele, lo único que hago es acercarme a la madre de Mónica.-Es mi hija, tengo todo el derecho de estar en esta habitación, tanto o más que tú -dice Fran todo alterado y queriendo enfrentarse -no voy a descansar, hasta que pagues todo lo que le has hecho a mi hija, bastardo.Carlos se ríe, camina hacia la cama de mi morena, con las manos en los bolsillos, se la queda mirando, veo como una de las manos va hacia el brazo derecho y la acaricia, intento moverme, pero Elena niega con la cabeza y me agarra más fuerte.-A tu hija, solamente le hice, lo que le gusta y lo que me pedía a gritos que la hiciera -sigue mirándola mientras habla, coge la ficha médica y la lee, como si entendiera -pobrecita, perdió el bebé.Se gira y me mira. Sonríe. Tocan a la puerta de la habitación y entra un mensajero, pregunta por Fran y le da un sobre judicial. Ahora, el que sonríe mirando a ese cabrón soy yo.Fran lee y sonríe. Llama a seguridad del hospi
Ver como sale de mi habitación, como su espalda se va separando de mí, me está matando. Necesito que salga cuanto antes, para poder llorar sin que él me vea. Necesito mantenerlo a salvo.Cierro los ojos y aparto la cabeza para no tener la imagen de él, saliendo de mi vida. Quiero gritar que no se valla, que no se aleje de mí, pero por su bien, no debo.Oigo la puerta cerrar, se acabó, se fue. Dejo que las lágrimas broten por mi cara, abro los ojos y veo a mi padre, con cara enfadado pero al verme en ese estado, cambia por completo.-No puedo… -empiezo a decir, pero el llanto me ahoga -no puedo tenerlo a mi lado -me tapo la cara con las manos -no puedo…-Mónica, tienes que tranquilizarte y contarnos -me dice Fernando, cogiendo una silla y sentándose al lado de mi cama.Miro a mis padres y asiento. Pido un poco de agua, después de un par de minutos, ya más tranquila, empiezo a hablarles.-Cuando el impacto del coche, ví a Gerard lleno de sangre, Marta lo mismo, inconscientes -respiro pr
Pasados cuatro meses…En cuanto sonó mi móvil, sabía que era para darme esa noticia, mi princesa consentida, ya nació.Me doy una ducha ultra rápida, unos vaqueros, playeros y camiseta, me peino en el ascensor, sé que se me olvida algo, pero ya me daré cuenta más tarde.Llego al garaje del edificio y al entrar en el coche…-Mierda, la llave -pues el mismo recorrido hacia atrás, a la misma velocidad que antes -lo mío no es normal, un día dejo mi cabeza en la almohada.Camino del hospital, me llama mi madre para decirme que también estaban de llegando. Que me esperan en la entrada, para ir juntos. Aparco el coche y veo a mis padres hablando con mi abogado.Saludo a todos, las preguntas de rigor, estamos todos bien, nos alegramos, pero yo quiero ver a esa muñeca. Subimos a la planta de la habitación de Marta.Hace un mes, que la trasladaron a la planta de maternidad, como predijeron los médicos, un día despertó, sin secuelas, bueno eso dicen ellos, pero yo la noto más cascarrabias que an
Lo que iba a ser una semana, se convirtió en un mes más. Pregunté a Fran y Elena, no sabían nada. Marcos y Marta tampoco tenían noticias. La seguridad que tiene, sin que ella lo sepa, nos dijeron que en ningún momento salió del centro.Intenté hablar con Nico, pero por alguna razón, nunca estaba disponible, no me cogía el teléfono, ni contestaba los mensajes.Hoy vuelve a casa Marta y la pequeña Mónica, sus padres le van a hacer una pequeña recepción de bienvenida y estaremos todos, lo que incluye al tan ocupado Nico.Marta está feliz de estar en su casa, pero le falta su amiga, su hermana. A media tarde, acorralé a Nico, me pidió paciencia y cinco minutos.Soy benevolente y le voy a dar ese tiempo, según él luego lo entenderemos todos.Le veo hablar con Marta, cuando a ella se le ilumina la cara con una sonrisa, no debe de ser grave lo que le dice. Nico con una copa en la mano, coge una cucharilla de postre y le da dos golpes al vidrio.-Pueden ponerme un poco de atención -nos mira a
Llevo esperando a Nico diez minutos de reloj, si pudiera lo estrangulaba con mis propias manos.-Sr Méndez? -me pregunta una chica, asiento con la cabeza, no tiene ropa de enfermera, pero sé que trabaja aquí -puede acompañarme. Venga detrás de mí, por favor -pensaba que me llevaba a la oficina de Nico, pero cuando la pasamos de largo me doy cuenta de que no -es aquí -abre una puerta y me deja entrar -ahora viene el Dr y habla con usted.Me fijo en la sala, es amplia aunque fría, nada de cuadros, ni fotos. Hay un ventanal, que se ve la sala de al lado, algo me dice que la persona que esté en esa parte, no puede ni oírme, ni verme. Se abre la puerta y aparece Nico.-Lo siento tio, una complicación de última hora. Y no, no fue tu chica -me mira investigándome -te gusta como quedó el centro? Con dinero ajeno es más fácil -dice riéndose -es una broma Juanjo, quiero que te relajes, te noto tenso.No hablo, no estoy tenso, estoy nervioso por verla.-Voy a tener una sesión con ella, en esa sa
Nico me entrega los papeles del alta, me ayuda a guardar la poca ropa que me traje.-Gracias -le digo dejando sobre la maleta el último leggins -sin ti, no lo hubiera conseguido.-No cariño -me dice negando con la cabeza -necesitabas esto, desde hace mucho tiempo, llevas años tapando a ese imbécil.-Hay una pregunta, pero no mal interpretes, solo quiero saber -me mira intrigado -se sabe algo de Carlos?-No -cierro los ojos -cuando se le echó del hospital, bueno, después de que le curaron de la golpiza que le dio tu chico, salió y se esfumó, como el humo.Me siento en la cama, triste.-Eso quiere decir, que todavía no es seguro que nos vean por la calle y menos, juntos -asiente -no va a terminar nunca…es todo tan cansado Nico.-Todo pasará Mónica, ya lo verás -me abraza y me besa la cabeza -te imaginas entre ahora el bruto de Juanjo?Me rio a carcajadas.-Siempre fue celoso? -niega, me dice que solamente es así conmigo -que suerte la mía, atraigo a los celosos.Con bromas, seguimos rec
Tres semanas llevamos en las Islas Seychelles, en una casa lejos del tumulto de turistas. Vale, para ser sincero, es una zona de la isla que Petrov compró hace años, donde nadie puede acceder, ni siquiera en avioneta, ya que el ruso, tiene comprado también el espacio aéreo, según él, para tener intimidad.No me enfado, sé que aquí estamos seguros. El personal es de la entera confianza de mi amigo.A Mónica no la oí quejarse es estas semanas. Está disfrutando del sol, la hamaca y pasarse la mayor parte del día medio desnuda.-Por cuanto tiempo vas a tenerme aquí secuestrada, abogaducho? -me pregunta tirándose a la piscina.-Si te digo que toda la eternidad… -le digo sentándome al borde, mirando como viene hacia mí, caminando despacio y muy sexy -me quedaría a vivir para siempre, tu no?Sale de la piscina y la envuelvo en su albornoz, la froto los brazos, para ayudarla a secar. Veo como va moviendo ese culo que me vuelve loco y sirve dos copas de vino, ofreciéndome una de ellas.-Tengo