Cuando llego a la oficina, entro sonriendo, Noemí, está seria no dice ninguna de sus bromas habituales, con la cabeza me hace una señal hacia mi oficina, pero no la entiendo.
-Tengo a alguien en mi oficina? -la susurro, ella afirma, me dice algo pero yo ya voy de camino a ésta, abro la puerta del todo, para encontrar a la última persona que necesitaba ver -buenos días Carlos, que haces aquí?
-Has pasado la noche con tu amante, como una vulgar… -le corto la frase, antes de que me insulte.
-Rectifico, con el padre de mi hijo -la rabia asoma en su cara, sé que le duele, por eso se lo repito cuando tengo oportunidad -a que has venido, quieres que te cuento lo bueno que es en la cama y las veces que me ha llevado al orgasmo? -le digo sentándome en mi silla.
Se levanta enfadado, echa hacia atrás la silla, haciendo que cayera al suelo. Rodea la mesa, es rápido y no me deja reacci
Busco por la despensa y la nevera de la cocina, algo para preparar una cena rápida y rica.Encuentro unos filetes de ternera y sabiendo los gustos de Carlos para la comida, preparo una salsa de champiñones y pongo unas patatas a guisar. Mientras todo se va haciendo al fuego, lentamente, abro mi ordenador y me pongo a trabajar en la contabilidad de uno de mis clientes.Oigo la puerta cerrarse, los pasos de mi marido acercarse, cuando veo su sombra entrar en la cocina, levanto la vista del ordenador y le saludo.-Me da tiempo a darme una ducha? -me pregunta como si lo que pasó en mi oficina, nunca hubiera ocurrido.-Sí, la salsa tiene que reposar un poco -le digo sin dejar de mirar la pantalla.Se queda un momento mirándome desde el marco de la puerta de la cocina, no le miro, le ignoro, le hago ver que es más interesante los números que mirarle a él.Sube a su habitación y a los diez minutos, ya está de vuelta, vistiendo un vaquero sin cinturón, que deja caer sobre sus caderas y una ca
-Se puede saber que carajo hacemos aquí -le grito en voz baja a Petrov -si quieres inversionistas, dime cuanto quieres y te lo doy, pero no me hagas venir a estos eventos.Miro a mi amigo, que no hace más que reírse y beber de su copa de vino.-De verdad crees que yo necesito el dinero de esta gente? Con el tuyo, me sobra -dice riendo y dándome una palmada en la espalda -estamos aquí, porque es una prueba que tenéis que pasar tu morena y tú -me dice señalándome con el dedo, sin soltar su copa.Le miro sin saber de que habla, con la cabeza me hace un gesto, para que mire a la pista de baile. Giro la cabeza y mi estómago se retuerce. La imagen de Mónica bailando con Carlos se me clava en la retina, me da impresión que todo me da vueltas, mis pies se mueven en su dirección, pero la mano de mi amigo, me engancha el brazo.-Donde crees que vas? -me pregunta sabiendo la respuesta -cuando digo que es una prueba, eso es lo que es. Tenéis que aprender a estar en los mismos sitios, sin que se n
Me levanto como si hubiera bebido una distelería de ron entera, lo cual es imposible, porque desde que estoy embarazada, no he probado el alcohol.Lo único que bebí la noche anterior fue refresco, Carlos me lo trajo en una copa, para que no anden preguntando, el motivo de no beber.El dolor de cabeza es impresionante, salgo corriendo de la cama directa al baño a vomitar, genial ahora se juntan las naúseas matutinas.Hoy tengo cita con mi médico, le pedí a Marta que me acompañe, no hace falta decir, que no se negó. Todavía me quedan tres horas, antes de la consulta. Bajo a la cocina, huelo a comida caliente y sonriendo miro a las tortitas que hizo la cocinera.-Recién hechas Sra -me dice poniéndome un plato delante, pero el olor que entra por mis fosas nasales, le dice a mi estómago que de eso nada, me toco la barriga y salgo dispara para el baño otra vez -Oh dios mio -oigo decir a la pobre.Vuelvo al rato, pero me quedo alejada de la comida. Me extiende una taza con una infusión, dice
No dejo de mirar el teléfono, no he recibido ni siquiera un mensaje de Mónica, ni tan siquiera un hola. Me parece tan raro…a no ser, que apareciera su querido marido en escena y se vea acorralada.Pienso en lo raro del mensaje de anoche, ella parecía hoy en la mañana, que no sabía de que le hablaba. Me da que Carlos entra en su habitación cuando ella duerme, no eso no puede ser, me dijo que echaba el seguro y tiene otra cerradura de más.Me vuelvo loco de pensar en tantas teorías. Mi querida secretaria, no consigo convencerla de que venga a trabajar a mi nuevo bufete, dice que va a vivir la vida, con su marido recién jubilado.Nos queda una semana en este maldito bufete, sí habéis escuchado bien, a los dos, entregué mi renuncia, mi padre puso el grito en el cielo, mi madre fue dramática como siempre y mi suegro…a ese vamos a dejarlo, porque ya tiene bastante con su malcriada hija.Hasta que mi asesora inmobiliaria particular, me encuentre algo que encaje con lo que busque y me guste,
No me muevo de mi sitio, estoy esperando a que Fran se revele, lo único que hago es acercarme a la madre de Mónica.-Es mi hija, tengo todo el derecho de estar en esta habitación, tanto o más que tú -dice Fran todo alterado y queriendo enfrentarse -no voy a descansar, hasta que pagues todo lo que le has hecho a mi hija, bastardo.Carlos se ríe, camina hacia la cama de mi morena, con las manos en los bolsillos, se la queda mirando, veo como una de las manos va hacia el brazo derecho y la acaricia, intento moverme, pero Elena niega con la cabeza y me agarra más fuerte.-A tu hija, solamente le hice, lo que le gusta y lo que me pedía a gritos que la hiciera -sigue mirándola mientras habla, coge la ficha médica y la lee, como si entendiera -pobrecita, perdió el bebé.Se gira y me mira. Sonríe. Tocan a la puerta de la habitación y entra un mensajero, pregunta por Fran y le da un sobre judicial. Ahora, el que sonríe mirando a ese cabrón soy yo.Fran lee y sonríe. Llama a seguridad del hospi
Ver como sale de mi habitación, como su espalda se va separando de mí, me está matando. Necesito que salga cuanto antes, para poder llorar sin que él me vea. Necesito mantenerlo a salvo.Cierro los ojos y aparto la cabeza para no tener la imagen de él, saliendo de mi vida. Quiero gritar que no se valla, que no se aleje de mí, pero por su bien, no debo.Oigo la puerta cerrar, se acabó, se fue. Dejo que las lágrimas broten por mi cara, abro los ojos y veo a mi padre, con cara enfadado pero al verme en ese estado, cambia por completo.-No puedo… -empiezo a decir, pero el llanto me ahoga -no puedo tenerlo a mi lado -me tapo la cara con las manos -no puedo…-Mónica, tienes que tranquilizarte y contarnos -me dice Fernando, cogiendo una silla y sentándose al lado de mi cama.Miro a mis padres y asiento. Pido un poco de agua, después de un par de minutos, ya más tranquila, empiezo a hablarles.-Cuando el impacto del coche, ví a Gerard lleno de sangre, Marta lo mismo, inconscientes -respiro pr
Pasados cuatro meses…En cuanto sonó mi móvil, sabía que era para darme esa noticia, mi princesa consentida, ya nació.Me doy una ducha ultra rápida, unos vaqueros, playeros y camiseta, me peino en el ascensor, sé que se me olvida algo, pero ya me daré cuenta más tarde.Llego al garaje del edificio y al entrar en el coche…-Mierda, la llave -pues el mismo recorrido hacia atrás, a la misma velocidad que antes -lo mío no es normal, un día dejo mi cabeza en la almohada.Camino del hospital, me llama mi madre para decirme que también estaban de llegando. Que me esperan en la entrada, para ir juntos. Aparco el coche y veo a mis padres hablando con mi abogado.Saludo a todos, las preguntas de rigor, estamos todos bien, nos alegramos, pero yo quiero ver a esa muñeca. Subimos a la planta de la habitación de Marta.Hace un mes, que la trasladaron a la planta de maternidad, como predijeron los médicos, un día despertó, sin secuelas, bueno eso dicen ellos, pero yo la noto más cascarrabias que an
Lo que iba a ser una semana, se convirtió en un mes más. Pregunté a Fran y Elena, no sabían nada. Marcos y Marta tampoco tenían noticias. La seguridad que tiene, sin que ella lo sepa, nos dijeron que en ningún momento salió del centro.Intenté hablar con Nico, pero por alguna razón, nunca estaba disponible, no me cogía el teléfono, ni contestaba los mensajes.Hoy vuelve a casa Marta y la pequeña Mónica, sus padres le van a hacer una pequeña recepción de bienvenida y estaremos todos, lo que incluye al tan ocupado Nico.Marta está feliz de estar en su casa, pero le falta su amiga, su hermana. A media tarde, acorralé a Nico, me pidió paciencia y cinco minutos.Soy benevolente y le voy a dar ese tiempo, según él luego lo entenderemos todos.Le veo hablar con Marta, cuando a ella se le ilumina la cara con una sonrisa, no debe de ser grave lo que le dice. Nico con una copa en la mano, coge una cucharilla de postre y le da dos golpes al vidrio.-Pueden ponerme un poco de atención -nos mira a