Sus manos temblaban, por ver a su niño, el día anterior había disfrutado tanto de su cuerpo que estaba ansioso por hacerlo otra vez sobre el sofá, luego en el piso y si es posible en el baño que tenía la oficina. Estaba mirando las cámaras de seguridad que tenía la escuela, era la última hora antes de que Nedward fuera hacia su oficina. En un momento lo vio salir lentamente del salón de clases y de un momento a otro el niño salió corriendo.
Se levantó de la silla viendo su reloj y luego salió para ir hacia donde los baños del segundo piso. Miró hacia los pasillos y luego entró, buscando alguna puerta cerrada con seguro. Escuchó un sollozo en una de ellas y de inmediato se dio cuenta de que era Nedward.
— ¿Hermoso?
Habían entregado el trabajo y la maestra los había felicitado por el gran trabajo que hicieron juntos. Eso sin duda.Fueron uno de los pocos estudiantes que decidieron ir ese día para entregar el trabajo que habían hecho, pero solo fueron cuatro personas. Matt trabajó sólo, porque su compañero se rehúso a cooperar y también porque Noah se lo había prohibido. Por lo que no puso el nombre de su compañero, además, su compañero no quiso hacer el trabajo en su casa porque ese no era su estilo.También lo hizo Sebastián, que sin duda sorprendió a todos cuando se paró a entregarlo sin ningún error.Y por supuesto estaban Ángel.—Nos fue geni
Mirando con los dientes apretados las fotos que había recibido hace unas pocas horas se dijo así mismo que podía controlar su ira sin la necesidad de romper algo que fuera de valor en esa casa, pero estaba fallando miserablemente.Había roto la mitad de las cosas de la pequeña sala que tenía en la segunda planta de su casa de campo que ya no sabía qué hacer. Lo que más le enfureció fue ver las fotos de Nedward con ese niño que le había hecho la vida imposible en el pasado. Ahora ellos en esa foto que estaba viendo ambos se estaban "besando".Las cosas se habían salido de control, ahora que ese maldito niño se había puesto en su camino, otra vez debía de andar con pasos finos. La próxima reunión era el sábado, o sea, el día
Hizo un puchero sin poder contenerlo, no podía ser cierto lo que estaba viendo.Dejó la ropa aún lado para explorar la habitación en la que estaba metido. Ahora sí que estaba muerto de miedo con lo que podía ocurrir ese día, en específico. En esa habitación.Sus pequeños pies fueron avanzando por la habitación, mirando cada objeto de ese lugar. Se detuvo en una de las paredes quedándose quieto mirando los diferentes látigos de color negro, todo en ese lugar era de cuero grueso. Con sus manos temblorosas tocó la parte inferior de cada uno mientras iba avanzando.Se detuvo en donde estaban las fustas, en específico, tres. Y sobre todo en las palas de metal dorado, el cual era difícil de encontrar en algunas
Sus pasos sonaban alrededor del gran pasillo de su casa de campo mientras se dirigía a la habitación donde estaba su invitado de honor por ese fin de semana completo.En sus manos tenía una bandeja llena de comida sólo para él y en la otra mano, su mochila, donde suponía que este tenía la ropa que usaría ese fin de semana, aunque ese no era el caso. Si no, que en ella había ropa que él mismo había dispuesto a que tuviera que ponerse.Como pudo, abrió la puerta de forma silenciosa para que sus pasos no se escucharan por la habitación. Dirigió su mirada hacia el baño y subió una ceja cuando encontró la luz de este encendida. De seguro se le había olvidado apagarla.Encendió la luz de la
Estaba en un rincón de la habitación con sus piernas juntas, abrazándose a sí mismo. Esperando que su famoso castigo llegara al fin como Jeremy le había dicho esa mañana. Su vista fue hacia el pasillo buscando alguna luz de la cual su abuelo siempre le decía que había al final de este, pero lo único que podía ver era oscuridad y nada más.En ese momento deseaba que nunca hubiese llegado Jeremy a su vida, deseaba que sus padres hubiesen tenidos más hijos como tenían pensado. No aguantaba más de las cosas que estaba sintiendo, no sabía si eso era amor, o simplemente masoquismo hacia cada cosa que el mayor le hacía.Pequeñas gotas que de un momento a otro se volvieron grandes se posaron en sus ojos empañando sus mejillas cuando escuch&oacut
Al día siguiente, su cuerpo comenzó a sentir las consecuencias de los golpes con más intensidad que las veces anteriores. La noche anterior había sangrado mucho, su ano no había dejado de sangrar hasta una hora que al parecer su cuerpo ya no podía perder más sangre de la que tenía.Después de su castigo injustificado la noche anterior Jeremy lo había violado un sin número de veces que su cuerpo no podía resistir más a tantas cosas que terminó por desmayarse por la falta de energía.Despertó en la cama bañado y cambiado con la ropa interior elegida por el mayor. No sabía que haría cuando Jeremy se enterara de que tenía que hacer un trabajo con Sebastián semana por órdenes de uno de los profesores.
El lunes en la mañana fue un verdadero fastidio para él, su cuerpo no reaccionaba a nada de lo que su mente le ordenaba.Todo le dolía y más aún cuando intentó ponerse de pie varias veces y había caído de forma muy brusca hacia el piso en su intento de llegar al baño.Por lo que siguió con lo que se mente le decía, se arrastró hasta el baño. Todo fue un proceso lento y cuidadoso a la hora de lavar su cuerpo. Tenía que desinfectar todas las heridas que estaban un poco irritadas y más las de su parte íntima.Ahora, estaba tratando de que el uniforme de la escuela encajase en su cuerpo sin que este sufriera mucho. Sus padres estaban en la sala esperándolo para desayunar como cada mañana y lo &ua
La bomba al fin había sido detonada en su totalidad, ahora sí que estaba en un tremendo lío con su padre quien lo estaba mirando con el ceño fruncido.Ese día en la escuela, Sebastián le había dicho a todos que ya eran novios por lo que no estaba seguro de cómo sería su vida después de ese día y para rematar el paquete de la envoltura Jeremy había presenciado todo en primera fila.—No quedará una sola parte de tu cuerpo en la cual no ponga mis manos y deje mi marca.Esas simples palabras le hicieron temblar de una manera, que parecía una gelatina andante hacia su padre. Ahora estaban en una cafetería cerca