Volviendo a la conversación de Halia y Mónica - ¿Estás segura de que todo está bien? - Dice Marcus levantándose de su puesto dándole una mirada inquisidora. -Si, por supuesto, es solo cosas de chicas, no te preocupes- Dice de forma tímida Mónica con las mejillas rojas. Alejándose de Marcus en dirección hacia la playa. Marcus no le quita vista de encima. - “Casi te descubre”- Le pregunta Halia angustiada. - “¡Perdón! Es culpa tuya por tirarme, tal noticias de golpe”- Mónica puede sentir su corazón en sus oídos, toma varías bocanadas de aire para calmarse. - “Ahora ¿Cómo paso? ¿Cuándo despertó? ¡Cielos esto es demasiado excitante!” – Dice Mónica en voz baja volviendo a ver a Marcos de vez en cuando, él está mirando la pantalla y de reojo la vuelve a ver. - “No sé, cuando exactamente despertó, creo que se estuvo haciendo para saber, de qué lado estaba. Está muy desconfiado, imaginate su propia familia quería matarlo, incluso fue traicionado por los Gyámok”- Le cuenta alejándose de
Minutos más tarde en las villas del hotel orilla del mar Atsushi observa a la mujer desnuda acostada a su lado, su mente aún está un poco revuelta por el efecto de la droga, pero está consciente de la situación, Bárbara parece haberse quedado dormida, o tal vez está descompuesta de la ardua faena. Sin embargo, Atsushi no aguanta la tentación de besar sus labios, la mujer adormilada responde al beso. -Vamos Atsushi, un descansó, de verdad que eres insaciable- Atsushi dibuja una sonrisa en sus labios, le encantó ese comentario e ignorando las quejas de Bárbara empieza a besar nuevamente su cuello, las primeras veces estaba completamente drogado, su recuerdo es ambiguo, pero ahora quiere tener un recuerdo vivido y no iba a desaprovechar la oportunidad. - ¡Cielos! Dame un respiro- Sin embargo, el hombre simplemente avanza subiendo encima de Bárbara, que abre apenas los ojos, lo mira a la cara, nota que sus pupilas han vuelto casi a su normalidad, va a protestar cuando Atsushi la silenci
Mientras tanto, camino al hipódromo Mónica al final se cambió por un short corto, una camisa de botones, por debajo un top sin tirantes, con el cabello sujeto con una prensa de forma de piraña. Marcus se sentó con ella en la parte de atrás, por más que trata de ignorar a la chica, pasa observando sus piernas, en varias ocasiones Mónica lo pilla expiándola, no puede sentirse más contenta. Mónica se queda sorprendida, del lugar amplio que recorren varios kilómetros antes de entrar a la puerta principal, ve la cerca del frente y no puede ver donde termina. -El hipódromo costa de varias manzanas, los caballos necesitan mucho espacio para ejercitarse- Le explica a Mónica mientras la ayuda a bajar el auto. De primera entrada puede ver un gran edificio de una planta y escucha a lo largo el rechinar de los caballos -Vaya esto es emocionante, me gusta, me imaginó que nos registramos ahí- Dice señalando el edificio donde están entrado varias personas. Mónica se adelanta varios pasos dando es
Volviendo a las caballerías Las palabras de Marcus calaron en lo más hondo del corazón de Mónica. Usando toda su fuerza sube sus brazos al cuello de Marcus, pero por ser más baja apenas rosa sus labios. Marcus que esta más que excitado, la atrae para profundizar el beso, es el primer beso de Mónica, la chica es evidente su inexperiencia, Marcus aprovecha para guiala y explorar toda su boca. El mozo que ve al caballo afuera se acerca para preguntar si necesitaba ayuda, ve a la pareja fundida en un beso apasionado, toma en silencio la yegua y se la lleva, ve al administrador que viene a su encuentro. - ¿El señor Salinas, ya regresó? - Le pregunta cuando se topan. -Si señor, pero está ocupado con su novia- Le dice el mozo asumiendo por el cuadro que presenció. -Oh, Creo que mejor les damos espacio- Le dice el administrador – Al fin al cabo, él es el dueño. - ¿Él es el dueño? - El mozo de inmediato pensó que debió a ver atendido de inmediato. -Si, esta es una de las propiedades que
Regresando al hipódromo La pareja se acerca a una carpa donde están varios de los empleados del hipódromo. Al parecer la gran mayoría de los cliente ya se habían marchado. Los muchachos tienen una gran parrilla encendida, la mayoría la rodean con bebidas. Un ambiente bastante ameno. El administrador está en una mesa como para seis personas, les tiene reservados los asientos uno a cada lado suyo, pero Marcus ignorando la instrucción de su anfitrión se sienta al lado de Mónica que si obedece la indicación. -Mi hija se has esmerado en prepararte las costillas que tanto te gusta, espero que pueda quedarse unos días, la verdad hace tiempo que no nos visitas- Le dice atento el administrador -La capital me ha tenido ocupado, si no hubiera sido por los disturbios que se han desatado en la costa, no hubiéramos venido hasta acá- Mónica observa con atención la conversación de ambos hombres, llega a la mesa una chica de caballera castaña, delgada, abultados pechos, con unos hermosos ojos color
Volviendo a la barbacoa. Marcus vuelve a ver a Lucia con ganas de asesinarla por su intromisión, Mónica no puede evitar sentir cierta satisfacción. Es más que evidente quien es la prioridad. -Gracias…- Dice Marcus casi en un gruñido. Lucia le da una sonrisa tímida para luego marcharse, contorneado sus glúteos plásticos. Marcus vuelve a ver el coctel, Mónica nota que sus ojos se oscurecé, que se concentra en la bebida como analizándola, luego vuelve a ver la espalda de la chica que se había alejado. Mónica iba a tomarlo, cuando Marcus pone su mano sobre el vaso deteniéndola su accionar. -No hermosa, prefiero que tomes una bebida sin alcohol- La toma de la mano, sin darle la oportunidad de protestar, llevándola donde están los muchachos haciendo la barbacoa, dejando la mesa con todos los platos servidos y los dos cocteles. - «¿Ha este que le pasa? ¿Tampoco me va a dejar tomar? ¡Rayos! Se ve delicioso, quería probarlo»- Piensa Mónica mientras hace un puchero a espalda de Marcus -Se
Muchos minutos después …Mónica se está dando un baño de agua tibia en la tina en de las villas que Marcus le preparo.- ¿Cómo te sientes? - Le pregunta sentándose en el borde de la tina. En su rostro marcada el sentimiento de preocupación.-Bastante bien, excepto por el pequeño remolino en mi cabeza- Le dice acariciando el antebrazo de Marcus- Ven acompáñeme, así me sentiría mejor.Marcus se desnuda para meterse dentro, luego la recuesta sobre su pecho en forma cariñosa- ¡Perdoname, Mónica! En verdad no quería aprovecharme de ti- No podía evitar sacarse eso de la cabeza.-Estamos a mano- Le dice Mónica lo más tranquila. Él la vuelve a ver como preguntado ¿Cuándo?-También me aproveche de ti, en las caballerías, tenía muchos deseos de ser amada- Le confiesa Mónica.-Conmigo siempre será así, ahora comprendo que no puedo resistirme a tus encantos, me tienes completamente hechizado- Le dice tomándola por la barbilla y le da un apasionado beso.- No has comido nada- Le dice cuando se se
Mónica se despierta sola en la cama, siente angustia al no ver el cuerpo de Marcus a su lado. - «¿Será que fue solo un sueño?» - Piensa mientras se levanta, pero el dolor en su parte íntima, le contesta su pregunta. Busca algo con que cubrir su desnudez, observa una de las camisas de Marcus en el diván del cuarto, se lo pone y sale a buscarlo. La brisa matutina le produce que se ericen los bellos de la piel, al caminar hacia la sala de la villa, observa a Marcus sentado en las butacas del desayunador con la mirada hacia los ventales, aún la oscuridad cubre el firmamento. Al escucharla la vuelve a ver. - ¡Buenos días hermosa! ¿Te desperté? - Se voltea para recibirla, esta sin camisa, con la luz Mónica pudo apreciar el estructural cuerpo del hombre, tiene varias marcas en su abdomen y espalda. Anda con una pantaloneta que le sienta bien. -Sentí frio en la cama- Mónica se acerca a Marcus que la recibe con los brazos abiertos. La chica se refugia en su cálido pecho. - ¡Perdoname! Solo