El oleaje golpeaba con fuerza contra las rocas del risco, el pequeño cuerpo de Halia apenas puede mantenerse a flote con el peso muerto a cuestas, por fortuna para ella el cuerpo inerte no le daba pelea, sin embargo, estaba atrapa en las fuertes corrientes.

El mar y el viento no le están dando tregua. Observa con horror como el agua se tiñe de sangre, ella comprende que es de la persona que trata de salvar.

Hace todos sus esfuerzos para mantenerlo a flote, si estuviera sola se sumergiría para salir en las aguas más mansas, pero teme hacerlo por el hombre desvanecido; el hecho de encontrarse inconsciente aumentaba la posibilidad de que sus pulmones se llenarán de agua si se sumergía.

Sus músculos para ese momento están extremadamente agotados tratando de mantenerlo en la superficie, le preocupa no alcanzar la corrientes de deriva litoral adecuada para salir a zona segura, utiliza toda sus sentidos para encontrarla.

- ¡Ahí está! Se dice a sí misma, tratar de alcanzarla, una ola la devue